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Convivencia emocional: Vacaciones y covid, consejos para padres e hijos

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padre e hijo

CON LOS HIJOS

Los adultos deben imponer su autoridad parental y guiar a sus hijos para que en épocas donde el Covid a{un no desapareció no se expongan a riesgos innecesarios.

Esta pandemia ha sido un disparador de vínculos personales, como la relación padres e hijos. Puso en evidencia dificultades como la de ejercer la autoridad parental y el fijar y sostener límites.

Estar de vacaciones en pandemia implica salir con muchos cuidados personales. En nuestros tiempos de ocio no podemos bajar la guardia. Las autoridades sanitarias remarcan que es necesario cuidarse. Para cuidarnos y cuidar a otros tenemos que iluminar varios recursos personales como la responsabilidad , la imaginación, la creatividad y el humor.

A los jóvenes:

Cuando se encuentren con amigos, algo tan importante en todas las edades, pero sobre todo entre los jóvenes que necesitan el grupo de pertenencia, deberán reunirse de forma cuidadosa.

En tiempos de falta de respeto a la autoridad, de búsqueda constante del placer inmediato, de querer todo ya, ahora y listo con el mínimo esfuerzo, usar mascarilla y encontrarse en espacios abiertos con distancia social parece un pedido muy difícil de cumplir para algunas personas.

Tus padres y abuelos, te cuidaron y brindaron amor. Ahora llegó tu turno de cuidarlos a ellos a través de tu propio cuidado. Si podes salir y ver a tus amigos pero protegiéndote a vos y a los otros. No es difícil pero es distinto, requiere consciencia y empatía.

Durante la segunda guerra mundial, en Francia ocupada, el joven filósofo Jean Paul Sartre luchó en la resistencia francesa para expulsar a las fuerzas invasoras nazis. Cuando los atrapaban los mataban, torturaban y los envían a campos de concentración. Así cayeron valientes jóvenes asesinados, vejados y privados de todos los derechos humanos. Sin embargo, luego de finalizada la guerra, el joven Sartre escribió que esa fue la época de su vida donde se sintió más libre pues tenía un objetivo: liberar a Francia, su patria, del enemigo nazi. Los jóvenes de la resistencia francesa no se quejaban, se cuidaban pues sabía claramente que si los atrapaban su vida corría riesgo.

Somos seres humanos, vivimos con otros y para sentirnos bien tenemos que cuidarnos a nosotros mismos y a los demás, incluso cuando vacacionamos.

En segundo lugar te propongo que salgas en forma consciente de los peligros. Poner en peligro a los demás nos debilita emocionalmente y espiritualmente.

No hay guerra, hay pandemia y mientras la atravesamos cuídate, divertite en forma distinta. El cuidado es una señal de amor. Queréte mucho que así podrás amar a los otros.

En tercer lugar ya vendrán vacaciones diferentes; hay que tolerar la frustración, y la capacidad de esperar. Para eso conéctate con tu creatividad y ocupá tu tiempo en actividades gratificantes.

A los padres:

A ustedes, recordarles que la educación de vuestros hijos implica enseñarles a cuidar varias áreas de su vida. Además de la salud física existe la salud emocional que implica el cuidado de nuestras emocionales, aceptarlas y expresarlas de un modo adaptativo.

Los jóvenes son consecuencia de las conductas de los adultos que tienen la posibilidad de mejorar o empeorar la información genética que traen tus hijos al nacer. Te propongo poner tu foco en su salud emocional. Ayúdalo a identificar qué tiene: rabia, tristeza, impotencia, frustración, incentivá a que use su imaginación y que encuentre otra actividad recreativa permitida y no peligrosa.

Tu hijo adolescente está enojado, como los abuelos que no pudieron salir y los dueños de salones, restaurantes y hoteles, etcétera. Somos resilientes y podemos fortalecernos por la frustración que causa esta pandemia.

Entiendo la situación en que se encuentran muchos padres pues sus hijos jóvenes se sienten mal, entonces en estos momentos es más fácil permitirles ir a lugares peligrosos que imponer la autoridad parental que guía, que dice qué puede hacerse y qué debe evitarse por las posibles consecuencias nocivas.

Como siempre sostengo ser padre es una actividad vitalicia, 24 horas al días, sin licencia, 365 días al año. También implica transmitir valores espirituales como solidaridad, ayudar al otro. Utilizá el lente de la empatía. Cuando una persona realiza conductas solidarias se siente consigo bien y desarrolla buena autoestima

Los jóvenes que se aglomeran son fruto de la educación, de su medio ambiente familiar. Conozco miles de otros que se quedaron en sus casas disfrutando de espacios abiertos con pocos amigos y están felices y lo más importante se hicieron cargo, se responsabilizaron de sus comportamientos y no se sentirán culpables.

Sus progenitores fueron muy claros sobre los peligros de ciertas actividades. La culpa es un sentimiento muy intenso e incómodo por haber hecho algo mal y desde el punto de vista psicológico es difícil de gestionar.

Ayudá a tus hijos a responsabilizarse, no que se sientan culpables y a que sean resilientes y salgan de la pandemia fortalecidos. El dolor nos fortalece y nos humaniza. Hay que tolerar la frustración y encontrar —a través de la creatividad— formas posibles de pasar unas lindas vacaciones. Aceptando lo que sucede podés adaptarte a las circunstancias.?

conocé a nuestra columnista
Fanny Berger
Fanny Berger

Es psicoterapeuta gestáltica. Se dedica niños, adolescentes y adultos, y trabaja en el apoyo de padres. Implementó “terapia de alcance breve”, que en cinco sesiones trata temas concretos. Es conferencista y escribió varios libros.

Podés contactarla en su web, página de facebooko a través del teléfono celular 099 289 282.

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