ASTROS

susana garbuyo

No todos reaccionamos de la misma manera al enfrentar un problema o discutir con alguien. Los signos dan una pauta de cómo actuar al enfrentarse a alguien que está enojado y qué esperar de esa persona.

Necesitan descargar su ira, gritar, llorar y patalear. Y quedarse solos un rato. Si querés hablarle a un Aries enojado, hacelo con sumo cuidado para tantear qué tan alterados siguen. Los demás signos podrán pensar que los de Aries son realmente locos, porque al poco tiempo ya se olvidaron del asunto que los enojó y no quiere que vuelvan a tocar el tema por un largo período. Hacele caso y notarás que "se le pasó solo".

Se "empacan" y pueden permanecer en ese estado varios días enojados. Por más que les hables, le hagas ver los resultados, los Tauro no darán el brazo a torcer porque interiormente no pueden darse cuenta cuál fue el error. Con el tiempo, hablarán naturalmente y los escucharás con asombro. No son rencorosos, pero no le toques el tema que los enojó porque no emitirán opinión alguna.

Son inestables con su ánimo, están mal y al rato están bien y así sucesivamente. Prefieren saltar de un tema a otro y no ahondar en un problema. Dejan todo como está y no terminan el episodio. No quieren que los demás definan un asunto, pero tampoco decir algo porque no quieren tener la culpa de nada. Les molesta perder y prefieren delegar a otro el problema, pero sin decírselo.

Son los más complicados cuando tienen un problema. Cuando los ves mal y querés levantarles el ánimo te dicen que no les pasa nada, pero siguen sin hablar. Les dura poco la molestia y al rato quieren cambiar de tema, pero como siguen mal, vuelven a enojarse. Así estarán un rato hasta que el mismo Cáncer logre reírse de sí mismo y haga un chiste. Son realmente desconcertantes. Ante su enojo, mejor llevarles el apunte.

No se enojan, se indignan. Suelen exagerar el problema a tal punto que involucran a varias personas. Jamás tienen la culpa aunque interiormente evitarán hablar de lo que los enojó para no dar el brazo a torcer. Son egocéntricos, pero si los distraés con algún cuento cómico sobre ellos mismos podrán distenderse bastante. Es mejor estar bien lejos de los Leo cuando se enojan.

Enojados te harán notar todos tus defectos con dos palabras y serán muy duros al hablar porque no se callarán y removerán viejas historias. Les gusta tener las cosas bien claras y dejarlas claras también. Las personas de Virgo pueden ver todos los detalles y cuando vena que les das la razón, terminarán drásticamente la discusión. Son muy punzantes y te harán ver la realidad en un segundo. Difícilmente se equivoquen.

Odian los gritos, pero aman las discusiones. Aunque el tema haya terminado, están ahí "para meter púa". Notarás la rabia de Libra en su cara y en sus actitudes, pero no en palabras hirientes. Cuando se cansan de dar datos, se olvidarán del tema y no querrán hablar sobre ese asunto por el resto de su vida. No reinciden en sus preocupaciones porque las discuten y las entierran.

Se acuerdan de todo. Cuando se enojan remueven viejas historias con tanta exactitud que te dejarán asombrado. Son muy fuertes al hablar y se encolerizan. Desaparecen unos instantes y cuando volvés a verlos, su cara lo dice todo. Están un buen rato en ese estado, salen solos de sus enojos y trances, no les digas nada y menos los contradigas. Ponen fin a una etapa y si tocan el tema, volverán a ser agudos otra vez.

Gritan, se enojan, dicen lo que piensan. Se equivocan al hablar, pero no pueden con su ira, luego se arrepienten mucho, les viene una ráfaga mental de lo que deberían haber hecho y se maldicen a sí mismos. No son nada rencorosos, tras la discusión terminan riéndose del momento que pasaron. Hay que dejarlos que larguen todo, no los detengan porque si les queda algo por decir, será peor para todos.

Se callan, no hablan y solo dicen lo necesario. Así estarán mucho tiempo, observando para ver si en algún momento tocás el tema y les das la razón y si no lo haces estarán empecinados en lo mismo hasta que te lo hagan notar con algún comentario. Se controlan mucho y no gritan. Lo mejor es dejar que Capricornio medite y note si estuvo bien o mal en la discusión.

En una discusión te toman el pelo a tal punto que te enojarás tu más que ellos. Es difícil verlos enojados, pero cuando se enojan notarás que hablan poco y esto generará más bronca. Los Acuario conocen tus puntos débiles y los usan hasta que les termines dando algo de razón. No suelen empacarse, dan el brazo a torcer pero eso les cuesta. Siempre quieren dejarte algún mensaje con lo sucedido.

Se le cruzan los peces y lloran con mucho pesar. Cuando les duele el alma y el corazón, son sumamente sarcásticos con quienes los rodean, se olvidan de ser sutiles y al discutir con ellos escucharás un alma realmente herida. Se aíslan, tratan de resolver sus problemas solos, no les gusta volver a tocar el tema que causó la discusión. Lo ideal es darles un buen abrazo, dejar el tema para más adelante y si es por ellos, no volverán a tocar ese asunto nunca más.

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Susana Garbuyo

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