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"Tenemos que volver a generar una afición por la hípica"

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Gurméndez. "Deberíamos tener como norte crecer hacia afuera". Foto: Ariel Colmegna.

Se propusomejorar la calidad del espectáculo para que más público se acerque a Maroñas y Las Piedras y busca potenciar los acuerdos con otros países para la exportación de contenido hípico

Nació en Montevideo, tiene 55 años. Es ingeniero industrial, con estudios de postgrado en economía y negocios. Durante el gobierno de Jorge Batlle presidió Antel y fue ministro de Transporte y Obras Públicas.

Al asumir como CEO de HRU en mayo de 2015, no tenía experiencia en la actividad hípica ni en casinos, pero sí como concesionario en el sector aeroportuario (en Cancún y en Punta del Este). Una de sus metas al frente de HRU es lograr que más público se acerque a los hipódromos de Maroñas y Las Piedras, a través de mejoras en la calidad del espectáculo.

Además, busca mejorar la categorización de las carreras y fomentar acuerdos con otros países que promuevan la recepción de apuestas desde el exterior. Tiene tres hijos, le gusta leer Historia, salir a correr y jugar al truco.

¿Cuál fue el principal desafío con que ingresó a HRU?

La empresa funciona bajo una concesión del Estado. El objetivo en 2003 fue hacer volver a vivir la actividad del turf, cuando el gobierno de la época buscó un diseño similar al modelo norteamericano «racino», por el que se le concedía a HRU el contrato de arrendamiento de cinco salas de slots bajo el régimen mixto con la Dirección General de Casinos (DGC). De esa manera, se obtenían los recursos para desarrollar la actividad hípica que estaba sufriendo esa situación de abandono tras la bancarrota del Jockey Club. Desde 2003 a la fecha, la concesión permitió poner Maroñas nuevamente en actividad, jerarquizar la hípica uruguaya a nivel internacional, volviendo a obtener la categoría que supo tener. De hecho, la empresa ha canalizado más de US$ 150 millones de inversión desde aquel momento. Los desafíos por delante son crecer, adecuarse a los tiempos e incorporar nuevas modalidades para el desarrollo de la actividad.

¿Bajó el déficit en el turf con las inversiones que han hecho?

No. La unidad de negocios hípica tuvo un déficit de $ 238 millones el año pasado. El abandono tan importante que tuvo la actividad hizo que se interrumpiera la generación de aficionados; es un desafío bien importante. Nos estamos enfocando en generar un espectáculo hípico en Maroñas para que sea un paseo para la familia, que pasa por dar una buena calidad de servicios gastronómicos y agregarle atractivos novedosos, con food trucks, exhibiciones de vehículos antiguos, la carrera de las celebrities... Estamos haciendo un esfuerzo muy importante para reposicionar a la actividad hípica. Tenemos que volver a generar una afición y creo que la mejor manera es vivir la experiencia de concurrir al hipódromo y sentir esa adrenalina de la competencia, la pasión, apreciar el trabajo de los profesionales y todo lo que hay detrás.

Para acercar público la empresa invirtió en el barrio...

Tiene mucha importancia el esfuerzo conjunto que estamos realizando para facilitar la accesibilidad, la percepción de cercanía y la seguridad del entorno de Maroñas. En la reciente inauguración de la doble vía, de la extensión de avenida Centenario, se acercó el hipódromo a la ciudad y estamos contribuyendo con una donación del 100% de la instalación de cámaras de seguridad para el monitoreo del acceso y de todo el barrio. En total, la empresa ha invertido en el hipódromo de Maroñas más de US$ 35 millones solo en infraestructura, en el de Las Piedras más de US$ 12 millones, además de todo el equipamiento tecnológico para distribuir la señal a través de canales de televisión y de Internet.

Francia y Hong Kong son una excepción a la regla porque tienen superávit en el turf. ¿Hay algo de sus experiencias que se pueda replicar en Uruguay?

Si uno compara con la concurrencia a otros hipódromos sudamericanos en proporción a la población, se nota que Uruguay tiene amor por el caballo y una larga tradición de afición al turf, que viene de hace muchos años: el fútbol, el tango y los caballos hacen un poco a una forma de ser. Lo que hay es un tema de dimensión del mercado. Estamos hablando de países con una población enorme y mayores recursos. Por eso creo que deberíamos tener como norte crecer hacia afuera, a partir de firmar la mayor cantidad de acuerdos de exportación de contenido hípico.

¿A qué países se extienden sus acuerdos?

Las carreras de Maroñas están siendo exportadas a mercados tan sofisticados como EE.UU., Francia, Brasil, Perú y a través de canales de Internet en modalidades modernas, por ejemplo, el Commingle. El Commingle permite que la gente pueda ver el espectáculo hípico y apostar desde su teléfono celular o de plataformas digitales desde EE.UU. como si estuviera presente en Maroñas, aumentando así las bolsas, estabilizando los dividendos y haciendo mucho más atractiva la competencia y el interés por los caballos y por la hípica uruguaya. Este año hemos firmado acuerdos con varios países y ya un 4% de las apuestas que recibe Maroñas son por Commingle. Quizás hoy un 4% no parezca un porcentaje tan relevante, pero conceptualmente lo es, porque cuando un país es chico tiene que crecer hacia fuera con calidad.

¿Cómo son valoradas las carreras uruguayas en el exterior?

Uruguay está a la vanguardia. Fue el primer país que empezó a exportar su señal a Francia; Argentina está cerrado y Brasil en ese sentido está mucho menos desarrollado que nosotros. Hoy tenemos carreras que están listadas en el catálogo que elabora la International Federation of Horseracing Authorities (IFHA). Uruguay logró estar en el Tomo I, renovó su categoría internacional.

¿Sería algo así como una especie de «grado inversor»?

Podríamos decir, sí, que somos AAA en algunas carreras. El Gran Premio Ramírez está en el «Grupo 1» internacional, categorizado como el Arco del Triunfo de Francia o el derby de Ascot.

¿Cuánto del total de apuestas se efectúa en el hipódromo y cuánto en forma remota?

Básicamente, 30% se hace acá y todo lo demás a través de la red de distribución, que pueden ser agencias hípicas, call centers, por vía telefónica, página web o apuestas que llegan del extranjero a través de la modalidad de Commingle, o también a través de la compra de contenido de la señal por parte de distribuidores de apuestas en otros mercados, en este caso, de Francia.

Están haciendo una inversión importante en pistas de césped, ¿qué posibilidades les dará?

Este año va a ser el que más se invirtió en el hipódromo de Maroñas desde que se reabrió en 2003. Esta obra está asociada a un hecho que marca un hito, porque en Uruguay se va a disputar el Gran Premio Latinoamericano en marzo de 2018. Es un reconocimiento como país líder en materia hípica. Hacia ese evento de gran trascendencia internacional, estamos construyendo esta pista de césped, que va a jerarquizar el hipódromo. Vamos a tener dos pistas principales, una de césped y otra de arena. Es una inversión superior a los US$ 3 millones. Seguramente haya que preparar caballos para correr en césped; ya está habiendo importación de padrillos con sangres adecuadas para disputar en césped, hay toda una movida a nivel de la crianza para hacer frente a este desafío.

¿Los premios de Uruguay son atractivos para que vengan a correr caballos de otros países?

El esquema contractual con el Estado supone que un 8,5% de los recursos que se generan con los slots van para premios de las carreras, para Maroñas y Las Piedras. Es importante pensar cuánto significa el premio por su capacidad de financiar el sostén del caballo; está más o menos en siete meses de pensión. Esta es una actividad sin fines de lucro, el que tiene un caballo de carrera es un aficionado, entonces, con el premio paga el personal, el arrendamiento del box, y todos los gastos asociados al cuidado del caballo. En Maroñas hay gran presencia de caballos brasileños, porque los premios que se pagan en Uruguay hacen atractivo venir a disputar carreras. Por supuesto las grandes carreras, como el Ramírez, tienen premios mejores y generan mayor interés. Y de hecho Uruguay promueve que lleguen caballos con un rating alto para mantener la calidad de las carreras uruguayas. Y vamos a ir a más. Uruguay pretende conseguir más carreras del Tomo I de la categorización internacional en los próximos años.

Los casinos son su principal fuente de ingresos, ¿en qué situación está ese negocio?

Tenemos cinco salas, que son la de 18 de Julio, Montevideo Shopping, Géant, Las Piedras y Pando, y representamos más del 50% de la recaudación de la DGC. Somos el socio principal del Estado en la generación de recursos para Rentas Generales. Operamos bajo un régimen de arrendamiento; el operador de nuestras salas sigue siendo el Estado y nosotros le proveemos los locales físicos, equipos de slots, mantenimiento, tecnologías y marketing. El Estado opera estas salas bajo régimen mixto y nos retribuye con un 39% del resultado económico. Con ese 39% financiamos toda la operación de las salas de juegos. Estamos hablando de costos operativos de casi $ 1.200 millones por año. De ahí vienen también las fuentes de financiación de nuestras inversiones y obtenemos recursos para financiar la actividad deficitaria de los hipódromos. En 2015, el superávit en la unidad de negocios slots fue de $ 741 millones.

¿Planean incorporar realidad aumentada en sus salas?

Tenemos las salas más modernas de Uruguay, de Montevideo, invertimos fuertemente en un parque moderno y renovado de slots. El parque de equipos de slots evolucionó de aquel rodillo mecánico tradicional a la experiencia visual actual con pantallas de alta resolución, buenos gráficos y audio, juegos más interesantes. Cada año en Las Vegas se lanzan nuevos productos y hemos traído lo último. Las nuevas tendencias van a incorporar no solo elementos de azar, sino también de habilidades para captar el interés de las nuevas generaciones. Pero es algo muy reciente y, de hecho, en Las Vegas se están homologando estas nuevas modalidades de juego. Esta industria debe ser muy regulada en cuanto a la claridad, la matemática del juego y del premio que se paga.

Hay un proyecto de ley del Poder Ejecutivo para reforzar el control sobre los juegos de azar ilegales. ¿Qué impacto económico tiene el juego clandestino?

Hemos escuchado que existen hasta 20.000 equipos de slots ilegales en el país, mientras que la explotación de la DGC en régimen mixto con HRU tiene 1.860 equipos. En Las Piedras, donde tenemos una sala de entretenimiento de slots, basta recorrer algunas manzanas para encontrar más de 10 locales con slots ilegales y eso es preocupante porque el Estado se reservó para sí el monopolio del juego de azar para que no hubiera juego clandestino con reglas poco claras. Creo que hoy debería haber una actuación más fuerte para evitar esta competencia desleal, que en definitiva perjudica al consumidor.

«Aquí ‘naides es más que naides’, la hípica es bien democrática»

Suele decirse que la hípica es «el deporte de reyes». ¿Comparte esa definición?

Creo que no le hace bien a la hípica ese mote, porque no es cierto. Por suerte en Uruguay no hay reyes. Y el turf es tan republicano y democrático como es el Uruguay. Diría que es casi como el fútbol. Hay una cantidad de gente muy humilde que trabaja y cuyo pan de cada día lo genera la actividad hípica, que vive de esto, concurre y que están acá. Y creo que es muy transversal. Basta caminar por el hipódromo para encontrar desde un cuidador, el sereno de un box, un jockey, hasta un expresidente de la república o un senador. Es una actividad bien democrática, «aquí naides es más que naides». Diría que es un espectáculo que debiera apelar a todo el mundo, porque la experiencia es muy gratificante. La competencia hípica no es un juego de azar, es un juego donde de alguna manera se valora el desafío intelectual de analizar los desempeños anteriores, estudiar las estadísticas, analizar el comportamiento de los caballos, de la historia de sus sangres y el desempeño de los jockeys que, en definitiva, son los deportistas en juego.

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Gurméndez. "Deberíamos tener como norte crecer hacia afuera". Foto: Ariel Colmegna.

Entrevista a GABRIEL GURMÉNDEZ, GERENTE GENERAL DE HRU

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