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El viejo recurso de encargar productos a quien viaja se transformó en negocio

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Hay lugar. El proyecto aprovecha la capacidad disponible en valijas de turistas.

La plataforma Canubring, que conecta compradores con viajeros, busca expandirse en Uruguay.

«¿No me lo traes de allá?» es una clásica pregunta de quienes quieren aprovechar el viaje de un conocido al exterior para comprar algo que en el mercado local es más costoso. Esos encargos frecuentes motivaron a un emprendedor chileno a crear una plataforma que facilite las transacciones. Así nació Canubring (por «Can you bring?», en español «¿Puedes traer?»), un intermediario digital que busca expandirse en la región, incluido Uruguay.

Sebastián Cussen, responsable del proyecto, tuvo la idea en 2011 mientras vivía en España. Notó que «era curioso que la gente viajara y no ocupara el espacio libre de su equipaje mientras había gente por otro lado que siempre estaba necesitando cosas», afirmó.

La startup debutó hace cuatro años en Chile y desde entonces ha cosechado 600.000 usuarios en la región —con Argentina (200.000), Brasil (150.000) y Chile (130.000) como sus principales mercados— y procesa 500 encargos mensuales.

Cussen cree en la escalabilidad del servicio, por lo que proyecta un crecimiento en otros países de Sudamérica donde, si bien ya se registran pedidos, la plataforma «puede estar más fuerte aún». Se refiere a Ecuador, Perú, Colombia y Uruguay, donde «hay potencial para hacer algo parecido a lo que tenemos en Argentina», explicó.

La meta es llegar al millón de usuarios y a las 2.000 operaciones mensuales en los próximos seis meses, anticipó Cussen.

Para apoyar ese crecimiento, la plataforma introducirá nuevas características. A nivel técnico, lanzará versiones mejoradas de sus aplicaciones para iOS y Android. Desde el punto de vista del servicio, Canubring incluirá un seguro contra extravíos, robos y daños a partir del 1° de enero.

Paralelamente, la plataforma está forjando alianzas estratégicas con otras empresas, como su colega estadounidense Grabr, con la idea de complementar rutas de entrega. Y está gestionando un acuerdo con la compañía de viajes colaborativos Uber, para realizar las entregas. Hasta ahora esa parte del servicio es definida de común acuerdo entre el comprador (que representa al 75% de los usuarios del sitio) y el viajero.

Los dispositivos electrónicos —sobre todo, smartphones— son los productos más demandados por los clientes de la plataforma. Otras categorías destacadas son ropa, productos de farmacia y cosmética y artículos para bebé, aunque también hay quien ha comprado equipos de esquí y bicicletas.

El gasto promedio por producto ronda los US$ 160, mientras que el cobro del encargo está en unos US$ 30. Si bien Canubring sugiere una tarifa, «el precio que se cobra se negocia entre los usuarios y varía mucho según el tipo de productos. Por ejemplo, hoy en día uno de los encargos más potentes es el iPhone 7 y traerlo se ha cobrado entre US$ 80 y US$ 150», comentó Cussen. Del valor definido, la plataforma —que hasta ahora no cobra por su gestión— se quedará con un 5% del valor de la operación.Pese a los cambios, Canubring es un 70% más económico que los couriers tradicionales, aseguró el emprendedor.

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