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Uruguay en la estrategia de operadores logísticos argentinos

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Logística

Atraídas por el crecimiento económico, la demanda de sus clientes y el posicionamiento de Uruguay en la región, diversas empresas decidieron instalar filiales que crecen con sello propio.

La construcción de un Uruguay hub logístico regional, que comenzó hace más de una década, muestra cimientos firmes. No solo creció la actividad portuaria sino que surgieron parques logísticos, se profesionalizaron operadores y hay nuevos jugadores en el rubro con el arribo al país de operadores del exterior.

Según datos de la Encuesta Nacional de Logística de 2014, impulsado por el Instituto Nacional de Logística, sobre una muestra de 158 operadores, un 71% respondían a capitales nacionales, 11% exclusivamente del extranjero y un 14% de una combinación de ambos.

Argentina, un país que posee un gran volumen de negocios logísticos, es uno de los países de origen del efecto migratorio. Atraídos por las facilidades para establecerse, la seguridad jurídica para desarrollar sus negocios, el crecimiento y profesionalismo del sector local, así como también una impronta estratégica —muchos clientes de sus países están en Uruguay— varias empresas decidieron cruzar el charco y abrir una filial en Uruguay.

Un ejemplo es Plaza Logística, empresa argentina que provee infraestructura, servicios y administra grandes parques logísticos de categoría AAA que prevé desembarcar en Uruguay antes de fin de año. La empresa puso la mira en el país cuando sus clientes argentinos y multinacionales demandaron sus servicios en Uruguay, sostuvo Eduardo Bastitta, Ceo de la firma.

El plan es comprar las tierras antes de fin de año para iniciar las operaciones en 2016 con un parque logístico multisectorial. «Será en un predio de 10.000 o 15.000 metros cuadrados, con una inversión de unos US$ 700 el metro cuadrado porque hacemos infraestructura AAA. Tenemos tres áreas en la mira, sobre la Ruta 101, en la 102 y en la Ruta N° 1 sobre el Camino Bajo de la Petisa», dijo.

Plaza Logística se suma a otros jugadores argentinos que llegaron años atrás buscando satisfacer la demanda de sus clientes y previendo el despegue de la actividad local. Y el tiempo les dio la razón.

Aportes.

Calyco, empresa dedicada al transporte, almacenamiento y gestión de mercadería, en 1998 tomó la decisión de instalarse ante la creciente demanda de sus clientes que estaban en Uruguay y requerían el mismo proveedor de servicios que tienen en la región, dijo Gabriel Sánchez, gerente general de Calyco Uruguay. La empresa llegó además atraída por el rezago que en esos años vivía el sector logístico uruguayo.

«Había mucho por hacer. Existían servicios pero aislados, por un lado estaba la empresa de transporte, por otro el almacenaje, el que retiraba el contenedor, etcétera. Nadie integraba esos eslabones de la cadena», apuntó.

Otros, en tanto, llegaron para ofrecer un servicio puntual y fueron anexando servicios a medida que crecieron, como la firma Murchison que desembarcó en 1985 como depósito de almacenaje portuario y fue mutando sus servicios a medida que sus clientes lo requerían. Así, pasó a transformarse en un operador logístico extra puerto, con servicios de transporte, depósito fiscal, playa de contenedores, comercio exterior, entre otros, explicó Juan Carlos de León, director y gerente general de Murchison Uruguay.

«Centralizamos nuestro servicios en el manejo de la mercadería desde que arriba al país hasta que llega al cliente, pasando por comercio exterior, entre otros relacionados», sostuvo De León. Incluso, en 2014 incorporó su propia flota de transporte para cubrir un 60% de sus operaciones.

La impronta estratégica responde a la necesidad de decir presente en un mercado que crece y se afianza con sello propio. Lo claro en ambos casos, es que el valor de tener una filial en Uruguay va más allá de lo económico. Muchas veces sirven para desarrollar áreas de negocios o servicios que luego replican en Argentina.

Por ejemplo, Murchison Argentina adoptó políticas de incentivos a los trabajadores llevadas a cabo en Uruguay y asimiló políticas de negocios en determinados nichos donde la compañía no era líder, como comercio exterior, operaciones logísticas extra portuarias en depósito, distribución, transporte, gestión automotriz, dijo de León.

«En Argentina se replicaron parte de los servicios que brindamos en la plataforma fiscal automotriz extra portuaria o servicios de comercio exterior. Acá nos preocupamos por la mercadería, allá por el envase. Ellos no iban más allá del servicio del puerto. Acá atendemos toda la operación desde el arribo hasta que llega al cliente», destacó.

En tanto, en Calyco Uruguay si bien un 90% de sus operaciones es similar a su casa matriz (manejo global de mercadería) también tienen espacio para generar sus propios desarrollos. En su caso, exportó a Argentina un software local de seguimiento on line de mercadería en tránsito desarrollado por la filial local y una empresa de software uruguaya.

Vinieron para quedarse.

Lo cierto es que con el tiempo las filiales locales potenciaron sus negocios y reafirmaron la propuesta local. Murchison creció en forma sostenida a un ritmo de un 20% anual (salvo los años 2002 y 2008). La empresa representa un 5% de la facturación del grupo y ocupa en Uruguay a 130 personas en forma directa, de un total de 2.000. A fines de 2014 invirtió más de US$ 6 millones para adquirir un predio de 9 hectáreas que pertenecía a Inancor (firma de almacenaje, distribución y servicios logísticos en general).

Por su parte, a raíz del crecimiento, Calyco cambió de «casa» tres veces. Pasó de 3.000 metros cuadrados a 7.000, hasta que en 2013 se mudó a su último «hogar», un predio de 10.000 metros cuadrados donde construyó su infraestructura. La inversión fue de US$ 10 millones e incluye una ampliación de 5.000 metros cuadrados y otros US$ 5 millones, que podría llevarse a cabo en 2016, explicó Sánchez.

«Dependerá de cómo se desarrolle la economía local», aclaró. La filial local, que posee siete clientes y está por concretar uno más, representa un 9% de la facturación total de grupo y ocupa directamente a unas 60 personas de las 800 en total.

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