MARKETING DEPORTIVO

Tesla, la famosa compañía de autos eléctricos, está ingresando al mundo de las competiciones deportivas, pero no con una escudería propia, sino patrocinando a equipos de universitarios.

Creada en 1980, la Fórmula SAE es una competencia de diseño estudiantil organizada por la Sociedad de Ingenieros Automotrices (SAE, por sus siglas en inglés) en la que los equipos deben «concebir, diseñar, fabricar, desarrollar y competir con vehículos pequeños de estilo fórmula». El concepto de esta competición es que los concursantes reciben un supuesto encargo de una empresa para construir un pequeño monoplaza de carreras, que luego es evaluado en áreas como inspección técnica, costo, presentación, diseño de ingeniería, pruebas de desempeño individual y resistencia de alta performance. El vehículo mejor calificado pasa a fase de producción (un premio ficticio).

Marcas de automóviles con experiencia en el mundo de las carreras deportivas como Porsche, Ford, Chrysler o Red Bull han contribuido como patrocinadores o con distintos apoyos a los equipos que participan de la Fórmula SAE.

En el caso de Tesla proporcionará a los competidores hardware con descuento y celdas de batería gratuitas.

La compañía liderada por Elon Musk señaló que ha contratado a varios exalumnos de la Fórmula SAE a lo largo de los años, y que las asociaciones coinciden con la «misión de Tesla de acelerar la transición del mundo hacia la energía sostenible», según citó el sitio deportivo Front Office Sports.

Los competidores de la Fórmula SAE también podrán revisar sus diseños con ingenieros de Tesla.

Del lado del negocio, la empresa busca liderar el mercado global de vehículos eléctricos, cuya valuación proyectada supera los US$ 800.000 millones para 2027.

El mundo de las carreras deportivas no es desconocido para Tesla, si bien la empresa se ha mantenido al margen de participar en la Fórmula E. En septiembre, el Modelo S Plaid de gama alta desarrollado por la compañía recorrió el sinuoso tramo Nordschleife del autódromo Nürburgring, una pista de carreras en Alemania que suele ser utilizada como campo de pruebas por los fabricantes de automóviles para testear sus últimos modelos y tecnologías.

El desempeño del Tesla S Plaid fue arrollador: completó el circuito de 12,9 millas (207 kilómetros) en 7 minutos y 35 segundos, anotando un récord de vuelta para un vehículo eléctrico. El resultado puede haber sorprendido a varios, pero no a Musk, quien se jactó en Twitter del rendimiento del vehículo que corrió «completamente sin ser modificado, directamente de fábrica».

Musk es reacio a la idea de armar un equipo para competir profesionalmente en automovilismo. Ya en 2014 el presidente y fundador de la Fórmula E, Alejandro Agag, se acercó para intentar convencer al empresario. «Lo que (Musk) nos dijo es que se estaba concentrando mucho en su programa de autos de carretera y, por el momento, no tiene intención de competir», dijo entonces Agag, quien no se conformó y siguió insistiendo aunque sin éxito.

El foco de Tesla está en el desarrollo y producción de sus vehículos para consolidar el negocio. En el cierre de 2021 la compañía informó que entregó 936.000 autos en el año, un 87% más que en 2020.

Por otro lado, las carreras deportivas suelen ser un instrumento de marketing de los fabricantes automotrices. En el automovilismo de los años 50 en EE.UU. se acuñó una expresión que dice: «Gana el domingo y vende el lunes». Tesla, que no hace campañas de publicidad ni tiene departamento de marketing, no necesita promocionarse para vender. Es que incluso aún la demanda excede a su oferta.