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Tecnologías de vanguardia ya permiten un aprendizaje a medida de cada estudiante

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Realidad virtual y tecnología en la educación. Foto: Archivo.

INFORME

Inteligencia artificial, robótica y simulaciones son tendencia en las aulas del mundo y permiten mejorar la forma en que se incorporan conocimientos; en Uruguay comienzan a explorarse

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En algún punto del futuro se verán robots o ciberhumanos dando clases, hologramas de profesores intercambiando opiniones con los estudiantes, o alumnos que conectan dispositivos en sus cabezas que aceleran sus procesos cerebrales de asimilación de contenidos, al estilo Matrix. Todavía falta, pero ya existen empresarios que están explorando esas líneas de la neurociencia, como del visionario Elon Musk.

Sin llegar a esos casos que bordean la ciencia ficción, hay avances que sorprenden en el campo de la inteligencia artificial aplicada a la educación que se están implementando en universidades e institutos de EE.UU. y Europa.

También los gobiernos comienzan a diseñar políticas públicas que abrazan la edutech (educación + tecnología).

En el evento e-Tech Evolving Education realizado desde México a principios de septiembre, Roberto Martínez, director del Centro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), declaró que «si bien el aprendizaje es un proceso relacional, no de espacios y dispositivos, los recursos de la enseñanza se benefician notablemente con el desarrollo tecnológico».

The Economist proyecta que la inversión en edutech se duplicará de US$ 200.000 millones en 2019 a más de US$ 400 en 2025, en el mundo.

Exploración local

A nivel local, la inteligencia artificial aplicada a la educación es aún exploratoria, porque se trata de investigaciones que requieren mucho músculo financiero y no hay suficiente escala en la dimensión poblacional para muchas de las validaciones que se requieren. Además, se debe tener especial cuidado de no introducir sesgos en los sistemas que puedan provocar discriminación en el ámbito educativo, y hay todo un tema en relación al derecho a la privacidad que está en juego.

Niños aprenden con robots y tecnología. Foto: Archivo.
Las aulas comienzan a incorporar robots, realidad aumentada y big data. Foto: Archivo.

Según Eduardo Mangarelli, decano de la Facultad de Ingeniería en Universidad ORT, «en EE.UU. sí han surgido plataformas educativas que funcionan como Netflix o la publicidad en las redes sociales, en el sentido que segmentan la oferta de contenidos adaptándose a los intereses y perfil de cada estudiante». Se refiere a plataformas que proveen temas de estudio, ejercicios y autoevaluaciones que se acomodan al progreso del aprendizaje de cada destinatario, en forma personalizada.

El futuro la tecnología aplicada a la educación integrará cada vez más recursos novedosos, como la realidad virtual y aumentada, que sirven para visualizar proyectos de arquitectura, intervenciones quirúrgicas en el área de la medicina u obras en construcción en 3D en el campo de la ingeniería, por citar ejemplos. Es de esperar que, de a poco, Uruguay siga las tendencias mundiales.

Algunos casos

No obstante las limitaciones, El Empresario identificó algunas iniciativas locales.

Universidad ORT utiliza speech to tech, una tecnología de transcripción automática de grabaciones de clases, que sirve de repaso y para hacer búsquedas por palabras claves. Cuando el usuario da clic sobre la frase o palabra que le interesa, el sistema lo deriva a videos explicativos del concepto.

Asimismo, ORT está utilizando un sistema de inteligencia artificial basado en big data, que sirve para predecir qué estudiantes están en riesgo de abandonar sus estudios. «El predictor está desarrollado a partir de la información histórica del alumno y el objetivo es que ayude a las estrategias de apoyo al estudiante para que continúe sus cursos», explicó Mangarelli.

Por su parte, la editorial Basilisa, que diseña libros de cuentos para lectores con dislexia, está desarrollando un programa de simplificación de textos. «Funciona como un asistente de redacción, el cual, a través de un algoritmo, calcula el nivel de legibilidad de un texto y simplifica los conceptos más difíciles para su fácil lectura», dijo a El Empresario Mercedes Lafourcade, fundadora y directora de Basilisa.

La empresa de tecnología Brodeco está a cargo de ese proyecto. Fue necesario crear un banco de datos de 40.000 palabras del español analizadas en sus diferentes variables lingüísticas (como frecuencia por millón, estructura ortográfica y fonológica, grado de imaginabilidad, vecindario ortográfico), que repercuten en el procesamiento cognitivo de la lectura.

El programa cuenta con el apoyo de Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII), la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE) y Fundación da Vinci. Está en fase de prueba. Renzo Brasesco, socio de Brodeco, dijo que «en principio, la aplicación incluirá un machine learning básico, pero se irán incorporando funcionalidades; será un desafío para el mercado local».

Empresas que revolucionan la educación

Nearpod, con sede en EE.UU., permite realizar 15.000 lecciones, con interacciones, y recibir datos de los avances de los estudiantes en tiempo real. El Empresario conversó con uno de sus fundadores, el argentino Felipe Sommer, quien dijo desde Miami: «El fuerte de Nearpod es que enseña con gamificación, imágenes 360 y simulaciones 3D». Entre sus inversionistas está Stanford University. Este año fue vendida a Renaissance Learning por US$ 650 millones.

Panorama Education reúne aprendizaje socioemocional, el clima escolar y la voz de los estudiantes para detectar el bienestar de ellos. La empresa está a asociada a distintos estados y distritos de EE.UU., incluyendo Palo Alto Online, eSchool News, escuelas de Cambridge (EE.UU.). Atienden a 13 millones de estudiantes en 23.000 escuelas. Éstas han aumentado las tasas de graduación con el aprendizaje socioemocional. Mark Zuckerberg (Facebook) está entre sus inversionistas.

Century Tech ofrece un software que mezcla machine learning con neurociencia y ciencias del aprendizaje. La plataforma personaliza y diferencia a cada estudiante y luego utiliza big data para proveer indicadores a los educadores para el seguimiento de los estudiantes. Los datos sirven para analizar las experiencias de aprendizaje de cada un alumno y personalizarlas. Fue creada en Gran Bretaña por Priya Klakhani, una abogada convertida en emprendedora tecnológica.

Mursion es una empresa tecnológica que ha revolucionado la forma en que los profesores enseñan. Actualmente, su software hace entrenamientos no con estudiantes de carne y hueso sino con avatars, en actividades de simulación. A los avatars se les asigna voces de «muppets» administrados por desarrolladores, pero se está trabajando en que puedan pensar por sí mismos. La sede está en California, EE.UU., y su staff incluye expertos en inteligencia humana, artificial y robótica.

Computer Vision es una rama de la inteligencia artificial que está siendo utilizada por la IE Business School de España, entre otras instituciones educativas. El sistema identifica el grado del compromiso de los alumnos que estudian en forma remota, a través de la captación de sus expresiones faciales en tiempo real. La herramienta resulta útil para los docentes que quieren saber qué sienten sus estudiantes en las clases y motivarlos, lo que es especialmente difícil a distancia.

Siguiendo con los casos locales, la Escuela de Lengua de Señas (Eldes) está desarrollando —también con fondos de ANII— una plataforma para aprender el lengua de señas, a través de la cual un profesor vía virtual enseña y una cámara procesa el movimiento de las manos del estudiante durante las lecciones. «Estamos probando el sistema de detección de movimientos de Google, grabando a distintas personas, para que la inteligencia artificial reconozca las variaciones. Existen al menos 10 variantes de cada seña que el sistema debe aprender», dijo Martín Curzio, director de Eldes.

Para el desarrollo, se contrató a Eidos, una consultora especializada en proyectos de innovación tecnológica. «Existen más de 30.000 personas con disfunción auditiva en Uruguay. La plataforma es escalable, tiene potencial mundial», agregó Curzio.

Mujer utiliza tecnología. Foto: Archivo.
La innovación tecnológica en la educación incluye inteligencia artificial, ciencia de datos e Internet de las Cosas. Foto: Archivo.

Otra de las iniciativas locales fue desarrollada por Enia, una startup fundada en 2017, dedicada a la innovación tecnológica que incluye inteligencia artificial, ciencia de datos e Internet de las Cosas.

La empresa desarrolló el prototipo de un software que arma la grilla de los horarios de los docentes en forma automática y también permite la formación de grupos de estudiantes en función de determinadas variables (como ser, edades, escolaridad, perfiles de cada alumno). «Las instituciones pasan mucho tiempo coordinando los horarios de profesores y armando los grupos de estudiantes. Este software lo hace en pocos minutos», explicó Federico Comesaña, fundador y CEO de Enia. Dos colegios privados en Montevideo están usando el software en forma experimental, en secundaria. La meta es exportarlo a Chile y Perú. «El prototipo está en fase beta y es exitoso, falta terminar de validarlo y agregarle funciones», explicó.

Comesaña agregó que Enia participó en una auditoría para un plan educativo basado en inteligencia artificial del Plan Ceibal que está abocado a explotar las fuentes de datos acumulados en el ámbito educativo, como evaluaciones y predicción de fenómenos como el abandono escolar.

Autonomía personal

«Los buenos sistemas de inteligencia artificial en la educación -que surgen en el mundo todos los días-, son aquellos que promueven la autonomía del estudiante, que fomentan su inquietud por el aprendizaje y la reflexión, los que fomentan la creación y no la repetición de lo que se aprende, ni la dependencia tecnológica. Hay que ayudar a los estudiantes a que se hagan cargo de su propio control cognitivo», advirtió a El Empresario desde Miami Erika Twani, ingeniera y co-fundadora de Learning One To One Foundation.

En otro orden, el Instituto de Computación (INCO) de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de la República trabaja en coordinación con la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) en el desarrollo de herramientas en Procesamiento de Lenguaje Natural (PLN) para la enseñanza de inglés a través de juegos didácticos. Esto es en el marco de «Inglés sin Límites», un programa que tiene como objetivo llevar el idioma a las escuelas rurales del país. El programa realiza la corrección automática de la redacción en inglés de los niños. «Tenemos prototipos basados en 60.000 ejemplos de textos que alimentan el sistema y se requieren más», afirmó Aila Rosá Furman, ingeniera e investigadora de PLN en el INCO.

Este año, INCO lanzó otro proyecto, financiado por Fundación Ceibal y ANII, para desarrollar herramientas educativas más robustas en PLN. También está realizando desarrollos sobre análisis de los sentimientos de las personas en redes sociales, entre otras innovaciones. A futuro, seguro se irá a más.

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