La low cost negocia con Andes Líneas Aéreas; prevé triplicar el número de argentinos que viajan en avión.

«Es solo una cuestión de tiempo», asegura Declan Ryan, cofundador de la aerolínea low cost irlandesa Ryanair, en una entrevista exclusiva en la que confirma el inicio de operaciones en Argentina en 2017. «Hace 10 años que estamos con Viva Aerobus en México y cuatro con Viva Colombia. Si la vida es buena con nosotros y logramos algo de suerte irlandesa, esperamos que Viva esté funcionando en muchos países de América Latina, incluyendo Argentina el año próximo», explica el número uno del grupo Irelandia Aviation, que con su propuesta revolucionó el mercado de la aeronavegación en Europa —hoy ya es la empresa número uno en pasajeros en Europa— y ahora quiere hacer lo mismo en la región.

Siguiendo los pasos de la colombiana Avianca que puso un pie en el mercado argentino vía la adquisición de MacAir, el aterrizaje del grupo Ryanair también se concretaría vía una compra. En este caso, todas las miradas están puestas en Andes Líneas Aéreas. La empresa con base en Salta comenzó a volar hace 10 años y en la actualidad opera cinco aviones Boeing MD 83, con 165 asientos y una autonomía de cinco horas y media. En su paso por Buenos Aires, Ryan estuvo reunido con la plana mayor de la aerolínea salteña y fuentes del mercado aseguran que las negociaciones para una eventual compra u asociación están muy avanzadas.

En Irelandia Aviation adelantan que se necesitan US$ 50 millones para arrancar con las operaciones de una aerolínea low cost y que en el mercado argentino el objetivo es comenzar con una flota inicial de cinco aviones. Ryan se excuso de precisar los destinos a los que empezarán a volar y sostuvo que las rutas se irán definiendo de acuerdo a la demanda. A nivel mundial, la tarifa promedio de los vuelos low cost ronda los US$ 50 y la idea de Ryanair es ubicarse en una franja de precios similar. «Si las personas no quieren ir a un determinado lugar por US$ 50, nos bajamos de esa ruta y elegimos otro destino», explica.

Ryan asegura que el mayor escollo para su desembarco en el país no pasa por las regulaciones en materia de precios —que fijan una tarifa mínima para volar cada ruta— sino por las tasas aeroportuarias. «Hay un grupo, Aeropuertos Argentina 2000 que maneja 35 de los 38 aeropuertos que hay en el país, y no me parece muy justo. Ya nos juntamos con las autoridades y esperamos hacerlo nuevamente. Tienen que bajar los costos. En Colombia, por ejemplo, hay cuatro empresas que compiten en el negocio», afirma.

Ryan asegura que el potencial del mercado argentino es enorme y que es increíble que los estudiantes viajen casi 20 horas en ómnibus a Bariloche. «De acuerdo a los datos que manejamos, apenas entre 5% y 7% de los argentinos volaron alguna vez. Ese número lo vamos a triplicar y debería ser 20% como mínimo. Los países de América Latina necesitan tener mejores niveles, parecidos a los del resto del mundo. España, en donde existen cinco empresas de líneas aéreas de bajo costo, es donde más habitantes se movilizan en avión, entre 70% y 80% de su población», sostuvo.

Las aerolíneas de bajo costo se caracterizan por no tener su base de operaciones en las grandes ciudades. En Argentina, Ryan aseguró que quedaron muy impresionados con Córdoba y La Plata. (La Nación / GDA)

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