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Robots que asesoran en inversiones anticipan futuro del sector financiero

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Cambio radical. Robots asesores integran este movimiento que trae la tecnología. Foto: Google Images.
3d rendering of a robot hand holding 100 dollar notes
zentilia - Fotolia

La tecnología transforma el mercado de pagos, seguros y acceso al capital, según estudio de Deloitte.

Suena al argumento de algún relato inédito de Isaac Asimov o Philip K. Dick, pero es una realidad tangible. Los robots han entrado en el mundo financiero como asesores de portafolios de inversión. En los hechos, se trata de programas que, en base a algoritmos, son capaces de recomendar a los usuarios las mejores opciones de inversión en función de sus necesides y tolerancia al riesgo. Todo el proceso es automatizado y sin que medie un asesor de carne y hueso.

Future Advisor, Kapitall, SigFig, Motif Investing, Hedgeable, Betterment y Wealthfront son algunas de las firmas que advirtieron el negocio y ya son parte de un segmento que se estima que para 2020 administrará bienes por un total de US$ 450.000 millones, según publicó Forbes este año.

Los robots asesores son parte del cambio radical que está trayendo la tecnología sobre el modo en que los consumidores y empresas operan hoy y cómo lo harán en el futuro. La transformación de la oferta de portafolios de inversión es una de las «cinco mega-tendencias que cambiarán los servicios financieros», título de un informe a cargo de la consultora Deloitte y el Foro Económico Mundial.

«Antiguamente, los portafolios de inversión eran algo reservado para gente de mucho dinero que requería atención personalizada. Hoy, lo que se ve en el mundo es que hay mucha gente de clase media-alta que quiere acceder a productos exclusivos sin necesidad de ser atendido por el ejecutivo de banca privada tradicional. Existen muchas herramientas que permiten esto, por ejemplo, los robots de asesoría», explicó Fernando Oliva, socio de Deloitte.

Mientras este tipo de productos, más sofisticados, están disponibles a menor costo, la atención de los ejecutivos de alto nivel va quedando reservada para los inversores con mucho dinero.

Revolución tecno

Por efecto de la tecnología, el mercado de pagos sufrirá transformaciones profundas en el uso de efectivo y probablemente las tarjetas de crédito. Estos soportes darán paso a alternativas digitales que le costarán a las instituciones financieras «perder al menos parte de su influencia sobre la experiencia de transacción», sentencia el informe de Deloitte.

Oliva señaló que esta tendencia comienza a asomar en Uruguay, a la luz de la aplicación de la ley de inclusión financiera, que apunta a la reducción del uso de efectivo a través de las tarjetas de crédito y débito. Lo mismo aplica para medios digitales como el mobile payment y la billetera electrónica.

Las tarjetas de plástico también tendrían los días contados. Oliva comentó que «hay cierto convencimiento de que en el mediano o largo plazo va a tender a desaparecer la tarjeta física. No así el medio de pago. Seguramente, las ocho tarjetas que tenés hoy, físicamente las tengas en el futuro en un celular u otro soporte. No vas a tener ocho tarjetas en la billetera».

Uruguay también se hace eco de otra tendencia detectada por Deloitte referida al peso que tienen las preferencias de los clientes bancarios en el manejo de sus cuentas. La experiencia tiende progresivamente a ser virtual, continua y personalizada. El interés del cliente se corre del precio para concentrarse en el servicio, un cambio sustancial con respecto al momento en que los canales digitales debutaron en el mercado. Inicialmente, los bancos los veían como una vía para que los clientes realizaran operaciones masivas y sencillas a bajo costo.

Para Oliva, en la banca ocurrirá el mismo proceso que experimenta el sector retail. Y dio un ejemplo: «Hoy, la gente compra en Amazon no porque sea más barato sino porque da mejor servicio, tiene un servicio de entregas espectacular», comparó.

Por otra parte, el futuro tendrá un mercado de capitales donde «más empresas y proyectos accederán a inversores», sostiene el estudio. Si hasta hace algunos años la única forma de conseguir financiación era gracias al préstamo de un banco, la tecnología ha puesto en escena a un número creciente de plataformas donde inversores de distinto porte solventan proyectos de diversa escala con bajo riesgo. El estudio afirma que estas plataformas están abriendo a los mercados de capitales, y seguirán haciéndolo hacia adelante. Esto forzará a las intermediarias tradicionales «a desarrollar nuevas propuestas de valor para competir».

Un último aspecto tiene que ver con la revolución de la telemática y su efecto en el negocio de los seguros.

Las pólizas para autos se basarán en la información recolectada por los sensores colocados en los vehículos; los datos biométricos serán esenciales para el diseño de los seguros de salud; el mismo concepto regirá para la cobertura de los inmuebles.

Oliva concluyó que el caudal de información tendrá un efecto sobre los precios del mercado: «Hoy todos pagan lo mismo, pero a medida que haya información eso irá cambiando; el futuro del negocio de los seguros va a ser mucho más personalizado».

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Cambio radical. Robots asesores integran este movimiento que trae la tecnología. Foto: Google Images.

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