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«Retomar la actividad, salvar empleos y preservar valor para la economía»

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negociación

LIGA DE DEFENSA COMERCIAL

Una institución empresarial que sabe de dificultades y crisis económicas. Tiene más de cien años de experiencia.

La pandemia del coronavirus nuevamente encuentra a la Liga de Defensa Comercial (Lideco) con la mano tendida para dar respuesta a las empresas en dificultades a raíz de la fuerte caída del nivel de actividad y en un mundo rumbo a una recesión económica.

Creada en 1915, Lideco tiene como objetivo promover el saneamiento del comercio y la prevención del riesgo en los negocios, a través de la información comercial, el asesoramiento jurídico y la representación de empresas en asuntos de cobranza morosa o concursos.
«La emergencia sanitaria declarada está afectando seriamente a las empresas, alcanza con observar la cantidad de personas que han sido enviadas al seguro de desempleo. Hoy las empresas necesitan retomar el ritmo de actividad que generen ingresos como para salir adelante y en las empresas que están endeudas es preciso buscar mecanismos de entendimiento entre las partes que también le permitan salir adelante», sostuvo el Dr. Fernando Cabrera, responsable de los Servicios Jurídicos de Lideco.

A propósito de grado de complejidad del panorama económico actual, el profesional del derecho señaló que en 2002 nuestro país «afrontó una crisis regional, en cambio ahora la crisis es mundial donde todas las empresas comerciales se van a ver afectadas de una manera o de otra». A diferencia de 2002, Cabrera destacó como un hecho positivo «la posición que hoy tienen los bancos e instituciones financieras para ayudar a la sociedad en su conjunto y que ya lo están haciendo con distintas medidas».

Desde la mediación, Lideco promueve un ámbito de encuentro entre el deudor con sus acreedores. «Es preciso que se brinde información técnica, completa, seria que permita visualizar que la empresa está atravesando una coyuntura desfavorable por la pandemia del COVID-19, pero, con determinados plazos o quitas, es posible retomar la actividad y salvar los puestos de trabajo, y de este modo preservar valor para la economía en su conjunto», afirmó el responsable del Servicio Jurídico de Lideco.

Las distintas instancias y alternativas actualmente se pueden llevar adelante con la ayuda de la tecnología digital. «En los encuentros virtuales se escuchan a las partes y se busca, de común acuerdo, poder llegar a una fórmula de entendimiento dentro de un marco jurídico que entrega certeza, seguridad y garantía para las partes», indicó Cabrera.

Para los próximos meses, Lideco espera «un auge de los acuerdos privados de reorganización». Se trata de una herramienta jurídica que, regulada por la Ley 18.387, si bien no es muy utilizada en nuestro país, resulta adecuada para resolver muchos de los problemas planteados en el actual escenario económico.
Para Lideco, «el historial de pago» es decisiva en toda negociación.«Una empresa que ya tuvo dificultades en 2002 y logró un acuerdo, pagó sus obligaciones y siguió hasta ahora debe ser valorada por el acreedor. Un mal antecedente en 2002, pasado 18 años de cumplimiento se vuelve un buen antecedente y esto también debe ser considerado», reflexionó el responsable del Servicio Jurídico de Lideco.

Estimó que evitar una ruptura de la cadena de pagos y preservar los empleos son dos factores fundamentales.«La fórmula de pago que se llegue en la negociación debe ser la mejor fórmula que puede abonar el deudor. No se le puede pedir más de lo que se le puede pedir porque, en definitiva, va a terminar incumpliendo, pero tampoco el deudor no puede ofrecer menos de sus posibilidades de pago», sostuvo el profesional, para agregar que «este es el punto de equilibrio que es preciso encontrar».

En 2019 hubo 105 empresas que ingresaron en concurso frente a los 111 de 2018 y 117 en 2017, de acuerdo a datos de Lideco. «Con la nueva Ley de Concurso, entre 2009 y 2012 teníamos menos de 50 firmas en concurso por año, de modo que en los últimos tres años más que se duplicó esa cantidad», indicó Cabrera.
En tanto, el concurso voluntario —solicitado por el propio deudor— en 2019 comprendió activos por más de US$ 160 millones, informó Lideco.

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