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Retirados de la cúspide de las "big four"

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Villarmarzo, Faget, Larrimbe y Lema se consideran "colegas, amigos y competidores". Foto: F. Ponzetto.

Exsocios principales de grandes firmas auditoras y consultoras (PwC, KPMG, Deloitte y EY) cuentan cómo viven esta nueva etapa; hay viajes, deporte, lectura, emprendimientos y aprendizajes

Tras casi 40 años de carrera en la firma, les llegó el día. Terminaron así una larga trayectoria brindando servicios profesionales a cientos de empresarios en Uruguay. Fue luego de la enorme satisfacción de haber alcanzado en Uruguay lo más alto en la escala de las «big four», las firmas más importantes del mundo en consultoría y auditoría. Ese último día, el del retiro, había sido muy anticipado; los estaba esperando por estatuto en algún punto entre los 60 y los 65 años de edad.

Contra todo pronóstico, cinco exsocios directores de Deloitte, KPMG, PwC y EY tienen la certeza de que «hay vida después del retiro». Ese capítulo se ilustra con historias de emprendimiento, renovadas pasiones, introspección, aprendizaje y también de continuidad del vínculo con las firmas y su gente.

La última generación de «exbig four» la integran Alberto Faget, Miguel Larrimbe, Alfonso Lema y Ricardo Villarmarzo, quienes se autodenominan «colegas, amigos y competidores».

Dueño de su tiempo

El 30 de junio de 2011 fue el último día de Villarmarzo en EY. Tenía 60 años. Algo más de un año antes, comenzó la transición para ceder el mando a Luis Montone.

«Leí mucho sobre qué hacer cuando uno se retira», recuerda. Así entendió que era importante generar rutinas, crear nuevos vínculos sociales y explorar otros intereses.

Lo ayudó mucho continuar vinculado a la Universidad de la República (Udelar), donde siguió ejerciendo como profesor grado cinco de Auditoría hasta mediados de 2015. Allí asumió nuevas responsabilidades, organizó jornadas académicas y se entusiasmó con el proyecto de actualizar junto a colegas algunos libros técnicos (sobre normas contables, por ejemplo).

La «incertidumbre» que le generaba el retiro, se transformó en «armonía» y «bienestar». «Tomé distancia y me di cuenta que no estaba desesperado por volver a prestar servicios», afirma. Así que para sustentarse hoy administra su patrimonio familiar, pero no se dedica a actividades rentadas de ningún tipo, asegura.

Él se siente «millonario» cuando dice: «hoy soy dueño de mi tiempo». De hecho, una de las palabras con las que más identifica su retiro es «libertad». «No sé mi destino, pero sí la dirección en que quiero ir», ilustró el contador jubilado que hoy vuelca sus energías en «crecer mucho interiormente».

«No sé cuándo me hubiera retirado. Y en eso es bueno que en la multinacional haya una edad establecida. Tengo colegas de mi edad o mayores que siempre dicen que el año que viene se retiran, pero no se retiran nunca», reflexiona.

Seguir vinculado

El de Faget fue un retiro anticipado. Tenía tiempo hasta los 63, pero a los 58 cedió el mando de socio principal de PwC a José Luis Sablich, aunque regresó a su rol de consultor como abogado tributarista.

«Cada persona asimila el retiro diferente. A veces está el bichito de la pérdida de poder, pero por mi temperamento eso no me afectó mucho», dice. Lo vivió solo como «un cambio de relación» con la firma. Nueve años después, se mantiene activo, aunque debe respetar algunas reglas de independencia que implican no competir con la firma y no trabajar en empresas que sean clientes de PwC. Por ejemplo, si bien por dos años integró el directorio del banco Santander, en septiembre debió apartarse porque PwC comenzaría a ser firma auditora del banco a nivel global en 2016.

Rumbo al doctorado

Antes que Faget (en 1999-2001), Luis Perera fue el principal de PwC en Uruguay. Tras una larga trayectoria internacional en la firma se retiró en Chile (donde hoy reside).

Fue el 1° de julio de 2012, al cumplir 60 años. «A esa edad uno se siente joven, así que antes empecé a pensar en cómo podría utilizar mi tiempo productivamente», recuerda. Decidió salir de los confines financieros y se sumergió en el mundo de la sustentabilidad y la responsabilidad social empresarial. Se especializó, escribió libros al respecto y asesoró a empresas en cómo incorporar estos indicadores en sus reportes. Y montó una oficina fuera de su casa donde se dedica a la investigación. «Tengo la aspiración de obtener un doctorado en el tema», dice.

La actividad profesional le permitió generar relaciones duraderas. Cuando era apenas asistente en PwC, tomó de casualidad una llamada del gerente general de un laboratorio, con quien mantuvo el vínculo. «Me invitó a ser parte del Rotary Club Aguada y hoy soy socio participativo». Eso le permite tener mayor contacto con Uruguay, pese a que viaja mucho porque algunos de sus hijos viven en el exterior.

Emprender es natural

Larrimbe se despidió de KPMG el 30 de septiembre de 2009, luego de 39 años en la firma. «No había llegado a la edad en que me tenía que retirar (65 años), lo hice con casi 63», dice. Comunicó su decisión dos años antes a los socios y preparó a su sucesor, Mario Amelotti.

Lo vivió como un proceso «natural»: entendió que era tiempo de que gente más joven manejara la organización. Él, que había sido fundador de la sociedad de catadores, se dedicó casi de lleno a la empresa Vinos del Mundo. «Surgió con un grupo de amigos. El proyecto era crear una importadora y distribuidora para acercar al mercado uruguayo vinos de distintas regiones del mundo», rememora. Esa meta coincidió con sus intereses en el primer tiempo retirado, cuando viajó a destinos remotos, como Australia y Nueva Zelanda, si bien sus favoritos son el Valle del Napa (EE.UU.) y La Toscana (Italia).

Cambio de adrenalina

Lema también aprovechó a viajar tras retirarse de Deloitte el 31 de mayo de 2011 y dejar su lugar a Roberto de Luca. Con excompañeros de su grupo de viaje de Udelar fue a ver partidos de la selección por la Copa América. Meses después, con otro grupo, recorrió Líbano, Jordania, Israel y Croacia.

Luego de un semestre de paseos, enfrentó la necesidad de mantener la «adrenalina» de su profesión. «La sustituí con mucho deporte en la Asociación Cristiana de Jóvenes. Eso me vino fenómeno e incluye una parte social muy importante», resalta. También se involucró en organizaciones sin fines de lucro.

Lema había anticipado que se retiraría a los 60 (dos años antes que la edad tope en Deloitte), con 38 de trayectoria que se remontan a los inicios de TEA. Al mismo tiempo se retiraron los socios Carlos Borba, de Impuestos, y Luis Bonino, de Auditoría. Deloitte les organizó una despedida muy emotiva. «Tengo la sensación de salir de esa reunión y en lugar de sentir ‘vacío’, me sentía lleno», dice. Y sintetiza su retiro en una palabra: «satisfacción».

GRANDES ENSEÑANZAS Y CONSEJOS QUE DEJARON A SUS SUCESORES

La salida del líder de una organización es gestionada en todas las «big four» con bastante anticipación, lo que da espacio a un trabajo mancomunado con el sucesor. Los actuales cuatro socios principales de PwC (José Luis Sablich), Deloitte (Roberto de Luca), KPMG (Mario Amelotti) y EY (Luis Montone) cuentan cuáles fueron las principales enseñanzas y consejos que les dejaron sus mentores en el cargo antes de abandonar el sillón.

Alberto Faget

«Fue uno de mis mentores. Destaco de Alberto el concepto de legado para las futuras generaciones y la proactividad en la búsqueda de las oportunidades de negocio, ya sea identificando las tendencias o creándolas. Un consejo muy recurrente es ‘ponerse en los zapatos del otro’ y tener distintas perspectivas de una situación. En el momento del relevo, me aconsejó equilibrar el tiempo entre mi familia y mi dedicación profesional y, otra vez, tuvo razón». - (José Luis Sablich, actual socio director de PwC)

Miguel Larrimbe

«Miguel fue un gran líder en nuestra organización. Se destacó por su visión estratégica, gran capacidad analítica y sentido práctico para resolver los problemas. Para todo el equipo de dirección fue un referente, sabiendo amalgamar las distintas personalidades y características de cada uno para obtener el mejor desempeño del grupo. Creo que el mejor aprendizaje que obtuve fue su ejemplo». - (Mario Amelotti, actual socio director de KPMG)

Alfonso Lema

«Aprendí que no hay límites. Alfonso comenzó a trabajar en los equipos regionales y terminó siendo el líder de Consultoría para Latinoamérica e integrante del Comité Global de Consultoría de Deloitte, algo impensado para un uruguayo. Con pasión, trabajo, talento y calidad humana logró destacarse y aumentar el respeto que Deloitte tiene por los uruguayos. Hoy, varios integrantes de la firma uruguaya tienen responsabilidades regionales». - (Roberto de Luca, actual socio director de Deloitte)

Ricardo Villarmarzo

«Si tuviera que destacar un par de enseñanzas de Ricardo para ocupar este sillón, mencionaría dos. Una es el entusiasmo y amor por lo que uno hace desde el punto de vista personal y profesional. La otra es el profesionalismo, el conocimiento técnico, el emitir opiniones siempre con fundamentos como fuerte, el preocuparse por estar actualizado. Sin eso, no se puede cumplir con la función». - (Luis Montone, actual socio principal de EY)

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Villarmarzo, Faget, Larrimbe y Lema se consideran "colegas, amigos y competidores". Foto: F. Ponzetto.

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