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La resiliencia impulsó la innovación de pymes locales en la pandemia: ¿cómo lo hicieron?

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Infografía sobre innovación en las empresas uruguayas durante la pandemia. Fuente: Opción Consultores.

NEGOCIOS

Empresas de entre 20 y 100 empleados son las que más se inclinaron a desarrollar productos y servicios, según un estudio de Opción Consultores que explica sus estrategias de adaptación

La resiliencia empresarial se despertó en tiempos de pandemia de coronavirus y emergió con distintas manifestaciones de innovación, según se desprende de un relevamiento realizado por Opción Consultores al que accedió El Empresario. Este enfoque se acentuó más en las pymes.

El estudio, titulado «Empresas uruguayas post COVID-19. Innovación en productos y servicios», identifica las estrategias y mecanismos que adoptaron las empresas uruguayas para hacerle frente a los impactos de la pandemia.

Las 134 empresas que participaron en el relevamiento abarcan a diversos sectores de actividad: un 56% al de servicios, aunque también hubo un 22% de comercio, un 12% de la industria, un 5% de la construcción y 3% del agropecuario. Quienes respondieron el cuestionario en su amplia mayoría son directores, presidentes o gerentes. Por tamaño, un 43% de las empresas consultadas tenían menos de 20 empleados, un 40% entre 20 y 100 y un 18% más de 100 colaboradores.

Un 63% se encontraba desarrollando o introduciendo al mercado nuevos productos y servicios desde que se desató la emergencia sanitaria. Ese porcentaje se compone por un 28% que se enfocó en nuevos servicios, un 19% en productos y un 16% que se centró en ambos. El 37% restante no estaba trabajando en ello, de acuerdo al estudio de Opción Consultores.

Innovación, lamparita. Foto: Shutterstock.
Solo 18% de las empresas dijo que sus creaciones no estaban "nada relacionadas" con los productos o servicios que solía comercializar. Foto: Shutterstock.

«Bajo condiciones de negocio insatisfactorias, la resiliencia empresarial ha imperado para adaptar la oferta comercial de las empresas al nuevo contexto y a las nuevas demandas de los clientes», señaló Alan Cohn, director de Consultoría de Opción Consultores.

Los sectores que se volcaron menos a la innovación fueron el agro, la construcción y la industria (en los tres casos, el 50% de las respuestas fueron negativas). El comercio se ubicó en el otro extremo (40% no ha desarrollado nada nuevo), seguido por el de servicios (32%).

Por tamaño de su plantilla, las empresas más innovadoras durante la pandemia fueron las de entre 20 y 100 empleados (solo un 28% dijo no haber innovado), mientras que ese porcentaje ascendió a 40% en las de menor tamaño y a 46% en las de gran porte.

Cohn destacó que en un contexto con limitaciones sanitarias que hicieron más restrictivo el negocio, con presencias físicas nulas o limitadas, prevalecimiento de la caja de la empresa y priorización de proveedores y clientes, «las pymes se encuentran desarrollando o han desarrollado nuevos productos o servicios en mayor medida que las grandes», incluso pese a que las segundas tienen mayor espalda financiera.

TENDENCIA

Un ciclo de vida más corto de los productos

«Seguramente el ciclo de vida de los productos se acortará, porque al existir mayor competencia online, mayor comparación de precios a un clic de distancia y mayor visualización (en la web), los consumidores se aburrirán antes», evaluó Alan Cohn. Para el director de Consultoría de Opción Consultores, esto aumentará la capacidad de innovación y «habrá una proliferación de nuevos productos». Eso hará que el mayor desafío sea «la escalabilidad, el trabajo en lotes de creación». «Quizás el concepto de eficiencia en la nueva normalidad esté más relacionado a la velocidad y la flexibilidad que a la reducción de costos, porque habrá que hacer lotes más pequeños y con distintas prestaciones», dijo el experto.

«La toma de decisiones en las pymes es más horizontal, y por lo tanto logran mayor flexibilidad y velocidad», indicó el experto, al comparar con organizaciones grandes, cuyas estructuras hacen que «existan más interlocutores para la aprobación o veto de las iniciativas de innovación».

Las empresas que innovaron optaron en su amplia mayoría por desarrollos que tienen bastante relación con los productos o servicios que previamente comercializaban. Solo un 18% de las empresas consultadas dijo que sus creaciones no estaban «nada relacionadas» con los productos o servicios que solía comercializar. Otro 8% las evaluó como «poco relacionadas», un 29% como «bastante relacionadas» y un 45% como «totalmente relacionadas».

«Esto demuestra que las empresas han encontrado obstáculos en su forma tradicional de servir al mercado y están explorando y testeando la adaptación de su propuesta de valor a las nuevas condiciones de la demanda», comentó Cohn.

Al consultar al total de empresas sobre si realizaron inversiones para desarrollar esos productos, un 61% respondió que no y un 39% que sí. En el caso de las pymes esto se vio aún más acentuado: «El contexto recesivo en ventas y la premisa de priorizar la caja ante todo», hizo que casi un 70% de estas empresas «trabajen las innovaciones de productos o servicios con sus recursos disponibles», informó el director de Consultoría.

Rentabilidad. Transformación tecnológica e innovación impactan en el sector.
Las limitaciones sanitarias hicieron más restrictivo el negocio. Foto: Archivo El País.

En cambio, el 50% de las grandes empresas han invertido para el desarrollo de nuevos productos y/o servicios. El sector de actividad que más ha invertido para la innovación —con en promedio un 40% más de menciones que el resto de los sectores— es el de servicios. «Esto tiene una derivada lógica, ya que las restricciones sanitarias han modificado las condiciones relacionadas a la experiencia del cliente y por la génesis de los servicios, la prestación de un nuevo servicio, requiere una inversión», acotó Cohn.

El tipo de inversión que mencionaron más compañías fue la «adquisición de tecnología» (54%), aunque también la «capacitación de colaboradores» fue una opción ampliamente elegida (52%). «Ambas menciones son complementarias y validan a la tecnología como el medio para brindar soluciones rápidas al mercado», resaltó el experto.

Le siguieron en importancia la inversión en «contratación de servicios tercerizados» (39%), en «I + D interna» (33%) y en «estudios de mercado» (21%). Cohn consideró que este último dato revela que «las empresas han tomado la decisión de ‘probar’ sus nuevos productos en el mercado en detrimento de ‘validar’ las hipótesis de la nueva demanda».

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