El estudio Rueda Abadi Pereira lanzó servicios en el área de sustentabilidad para empresas.

La sustentabilidad es cada vez más un requisito ineludible en el mundo de los negocios, no solo por su impacto en el uso de los recursos naturales y en las comunidades donde operan las empresas, sino también porque desde una mirada práctica es un elemento capaz de definir inversiones, exportaciones o influir en la decisión de compra de los consumidores en relación a una marca.

Esa visión ha elevado la necesidad de las empresas de medir su impacto sostenible a través de indicadores. De esa condición nacen los reportes de sustentabilidad, un instrumento que de a poco comienza a ganar terreno entre las empresas uruguayas.

Actualmente unas 40 o 50 firmas locales realizan reportes de sostenibilidad, entre empresas públicas (como Ancap, Antel, OSE, BPS, BSE, UTE) y del sector privado que operan en diversas áreas. En esa lista se cuentan consultoras, empresas de transporte, de seguridad física, frigoríficos, financieras, de la salud, constructoras, productoras de alimentos y del sector forestal, entre otras.

A nivel internacional, las compañías de energía y de servicios financieros son las que más reportan, según indican estudios internacionales.

En vista de esta tendencia creciente, el estudio Rueda Abadi Pereira (RAP) comenzó a brindar servicios especializados en sustentabilidad a clientes corporativos, luego de asociarse con la firma de consultoría SMS Latinoamérica (a través de SMS Uruguay), la cual cuenta con un departamento enfocado en sostenibilidad. Así, el estudio legal y contable ofrece a empresas la posibilidad de hacer un relevamiento de su situación en términos de sustentabilidad y elaborar un posterior diagnóstico, generar un plan de acción y auditar los procesos internos

Dentro de la oferta destaca la elaboración y auditoría de los reportes de sustentabilidad bajo el formato GRI (de la organización Global Reporting Initiative), un estándar internacional que integra indicadores sobre el desempeño económico, social y medioambiental de la compañía.

Por ejemplo, entre las variables medidas aparece el desglose de los gastos e inversiones ambientales (en el tratamiento de residuos y los costos de prevención y gestión ambiental) y la evaluación de las prácticas laborales y de trabajo digno, el impacto sobre la comunidad y las políticas de derechos humanos al interior de la empresa.

«Para las empresas, el reporte es una herramienta de gestión porque permite ver cómo está parada, ver los riesgos que enfrenta y las oportunidades para potenciar sus acciones de sustentabilidad», explicó el coach Alan Abadi, del departamento de sustentabilidad de RAP-SMS Uruguay.

El relevamiento de los indicadores a través de los reportes es clave en tiempos donde las empresas están bajo el escrutinio de los accionistas, inversores, gobiernos, sus propios empleados, los medios y la opinión pública. Incluso, «algunas empresas los hacen porque empieza a ser una ‘obligación’ en lo que es la exigencia de algunos países a los que se les exporta», comentó Javier Wajner, asociado de SMS Uruguay.

La presión de los consumidores es otro factor que incide en la decisión de medir y reportar. Las empresas pueden tener «beneficios adicionales por hacer determinadas prácticas como ahorrar por el cambio de iluminación pero sentir por otro lado que está perdiendo ventas porque no se está adaptando a lo que los usuarios requieren», analizó Wajner.

Como parte de su estrategia, la consultora propone a las empresas subir sus reportes de sustentabilidad a la base de datos de GRI con el objetivo de generar un mayor flujo de información. Hasta el año pasado la plataforma global contaba con solo 20 reportes de sustentabilidad generados en Uruguay.

Wajner y Abadi concluyeron que los servicios pueden ser vistos como un gasto en un contexto menos favorable de la economía y de las empresas, pero enfatizaron que a la luz de los resultados que se obtienen es un instrumento que ayuda a la gestión. Abadi recalcó, en base a este enfoque, que «la sustentabilidad no está peleada con la rentabilidad», sino que van de la mano.

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