RR.HH.
Cada semana el 70% de los empleados trabajan al menos un día en un lugar distinto a la oficina y más de la mitad de las personas (53%) lo hace a distancia la mitad de la semana o más
Trabajar fuera de la oficina se volvió un paradigma dentro de las nuevas tendencias del mundo del trabajo. Recurrentemente asociada como una ventaja que desde el vamos ofrecen las empresas de tecnología a sus colaboradores, esta práctica está avanzando en diversas industrias, convirtiéndose en una realidad para cada vez más trabajadores alrededor del mundo.
Cada semana el 70% de los empleados trabajan al menos un día en un lugar distinto a la oficina. Y más de la mitad de las personas (53%) trabaja a distancia la mitad de la semana o más. Los datos provienen de un estudio global a cargo de la empresa IWG, dedicada al sector de espacios de trabajo, para el cual consultó la opinión de 18.000 empresarios de 96 países.
«Gente de Seattle a Singapur, de Londres a Lagos ya no necesita pasar tanto tiempo en una oficina en particular», señaló Mark Dixon, fundador y director ejecutivo de IWG.
La flexibilidad redunda en beneficios para las empresas, según se desprende del estudio. De ello dan fe empresas tecnológicas —sector pionero en esta práctica—, como Microsoft, Oracle y Uber, pero también compañías de otros rubros como Etihad Airways, Diesel, GSK y Mastercard.
El efecto se hace notorio en áreas clave como competitividad (87% de las respuestas en relación con el 59% de 2014), productividad (82% contra el 75% de 2013), y la obtención del máximo rendimiento de utilidades (83%). Naturalmente, también se refleja en la contratación y retención del talento (aumento del 80% en comparación al 64% en 2016).
De la encuesta surge que la flexibilidad laboral no solo reduce el tiempo de traslado hasta la empresa, sino que estimula otros «intangibles» como la creatividad. En esa línea, el 58% de los encuestados estuvo de acuerdo en que ofrecer un trabajo flexible mejora la satisfacción en el trabajo.
«Muy pronto, el trabajo flexible podría simplemente ser conocido como ‘trabajo’. Estamos llegando a un punto decisivo», concluyó Dixon.