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La empresa familiar Rechapados Ferrer de la Garriga, una localidad situada a unos 40 kilómetros de Barcelona, ya era un referente mundial en la fabricación de tableros de ajedrez antes de la emisión de Gambito de Dama en Netflix, pero el protagonismo de una de sus joyas de la corona en la exitosa serie incrementó el número de pedidos exponencialmente.

«Desde que salió la serie la demanda se triplicó entre nuestros clientes. Ahora me siguen reclamando pedidos y, además, nos han llegado algunos nuevos. Pero tan solo estamos sirviendo a los clientes de toda la vida, no damos abasto», explica el gerente de Rechapados Ferrer, David Ferrer.

En Gambito de Dama la protagonista, Beth Harmon, encarnada por la actriz Anya Taylor-Joy, acaba disputando el título mundial de ajedrez ante el ruso Vasily Borgov en uno de los tableros fabricados por Rechapados Ferrer, que aparece en otras múltiples partidas de la serie.

«Es un tablero que fabricamos tan solo para un cliente en todo el mundo, nuestro principal en Alemania: la compañía Weible», dice Ferrer. Es elegante, con marco negro, en una serie con una puesta en escena cuidada hasta el mínimo detalle por los cocreadores Scott Frank y Alan Scott y por el director de fotografía Steven Meizler.

Según la plataforma audiovisual Netflix, Gambito de Dama fue vista por 62 millones de personas en su primer mes de emisión y fue su producción más vista durante ese periodo en 63 países. La serie ganó dos Globos de Oro en 2020, uno al de mejor miniserie y otro para Anya Taylor-Joy como mejor actriz en una miniserie.

«No nos sorprendió que apareciera un tablero nuestro en la serie, aunque es fantástico que haya salido», admite Ferrer en la nave de dos plantas ubicada en el límite del polígono industrial de la Garriga, localidad conocida por su gran cantidad de edificios modernistas, lugar de veraneo de barceloneses burgueses a inicios de siglo XX.

¿Pero por qué ‘Gambito de Dama’ escogió uno de los tableros de Rechapados Ferrer? «El mundo del ajedrez es pequeño y hay pocos fabricantes de tableros. Dentro del mundo del ajedrez, Rechapados Ferrer tiene un nombre importante. No tenemos comerciales. Funcionamos por el boca a boca», comenta el gerente de una empresa que nació dedicada a los rechapados en los años ‘50, cuando en la Garriga había una gran presencia de la industria del mueble.

Añade: «Hacemos tableros exclusivos, no nos vale uno que no esté mimado desde el primer hasta el último momento. Cuando compramos la madera la seleccionamos de una calidad muy alta y nuestros procesos de calidad son muy altos. Desde que nos pasan un pedido hasta que la servimos hay un plazo de entre seis y ocho semanas».

Aunque la avalancha de pedidos ha modificado el plazo y los últimos que han llegado no las podrán entregar hasta 2022.

El 95% de los tableros que fabrica la empresa van al extranjero. Entre ellos, los que se utilizan en campeonatos internacionales oficiales (son de madera y con una lámina electrónica que registra todos los movimientos de las partidas).

Antes de la emisión de Gambito de Dama, Rechapados Ferrer fabricaba unos 20.000 tableros anuales y desde que se emitió el primer capítulo de la serie el 23 de octubre de 2020 les han solicitado 40.000. «Fue nuestro mejor año en ventas y este 2021 lo superaremos», sentencia Ferrer, consciente de lo afortunados que tiempos de crisis por la pandemia.

En los últimos meses Rechapados Ferrer incorporó una persona para empaquetar y otra en administración. Ahora tiene 14 empleados. «Quizá necesitaríamos 5 o 10 operarios más, pero para enseñarles todos los procesos de fabricación pueden pasar dos años y medio. ¿Y de aquí dos años y medio cómo estarán las ventas?».

La fabricación de tableros de ajedrez empezó en la empresa una década después de su creación. En la Roca del Vallès (un pueblo cercano a la Garriga) entonces había un distribuidor de juegos de mesa que pidió a Rechapados Ferrer si les podía hacer unos tableros de madera para acompañar las figuras de ajedrez de este material que ya vendían.

Rápidamente esos tableros llamaron la atención de los compradores por su calidad y el boca a boca hizo el resto. Tanto, que la fama se expandió en Europa, después por EE.UU. y finalmente por todo el mundo. Gambito de Dama fue la cereza del pastel.