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Piezas y kits de robótica para niños, un nicho de negocio que prende en Uruguay

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Informe

El auge de cursos de robótica impulsa la venta de insumos y paquetes completos; ya son elegidos como una opción de regalo

Estudiantes de Atlántida ganan premio en torneo de robótica en EE.UU.». «Liceales uruguayos de Migues premiados en competencia internacional de robótica». «Alumnos de liceo rural de Tacuarembó ganan primer premio en torneo de robótica».

En los últimos años, frecuentan titulares que destacan jóvenes uruguayos en eventos mundiales de robótica, en clara señal de una rama que comienza a ganar espacio en escuelas, liceos y academias privadasy que impulsa un nuevo negocio: la venta de kits y diferentes insumos que se utilizan en esta actividad.

El Plan Ceibal fue uno de los que encendió la chispa en escuelas y liceos públicos, luego llegaron las instituciones privadas. Hoy Uruguay ya se destaca en el mapa mundial: este año Montevideo fue sede del First Lego League, mundial de robótica que convocó unos 700 niños y adolescentes de 9 a 16 años de 25 países.

De hecho, Lego, a través de su rama Education, es una de las protagonistas en plaza. Pero no es la única. Arduino, plataforma italiana nacida en 2003 para crear electrónica de código abierto basada en hardware y software libre, también se destaca. Otra de las más nuevas es Micro:bit, plataforma creada en 2021 por la BBC junto a gigantes tecnológicos como Microsoft, Amazon, Cisco o Samsung, entre otros, para funcionar en el Reino Unido, cuyo éxito llevó a que en 2017 se creara la Fundación Educativa Micro:bit para expandirlo globalmente. Raspberry y Makey Makey son otras de las marcas presentes.

Mundial de robótica en Uruguay
Uruguay. Este año, Montevideo fue se del del Mundial de robótica First Lego League. (Foto: Leonardo Mainé)

Venta de kits

La enseñanza impulsa las ventas. UyRobot, por ejemplo, fue creado en 2014 por los estudiantes de ingeniería de Udelar Rodrigo de Armas y John Pereira. El objetivo era vender kits, pero aún su principal negocio (80% de la facturación) son las clases y cursos de robótica. «La idea es que la facturación venga más de la venta de kits, pero sigue estando desbalanceado, porque como arrancamos hace poco a vender no disponemos de stock suficiente para satisfacer la demanda, que crece año a año», admitió De Armas.

La empresa abrió una oficina en Puerto Rico en 2017 y entre la venta de kits, el fuerte (80%) corresponde a los de Lego para niños de seis a 10 años (US$ 360) que contienen piezas de Lego, un controlador, un smarthub (para conectarlo a la tablet o computadora para programarlo), al que se le puede conectar sensores. También ofrece otro para mayores de 10 años con más componentes por US$ 860, y cuatro opciones de Arduino.

Robotec, empresa de componentes de electrónica y robotización, se creó hace cinco años y solo hace un par comenzó con las ventas. «Antes no conseguíamos ni siquiera una entrevista con colegios, ahora nos llaman ellos», detalló Andrea González, responsable de la firma que representa en Uruguay a Lego Education.

Este año, las ventas crecieron un 20% con respecto al pasado y las instituciones privadas y los kits para escolares representan su principal negocio, agregó. «Si bien ofrecemos Lego Education EV3 , de 10 a 21 años, es el WeDo2.0 (de US$ 339), para escolares a partir de seis años, el que más se vende», dijo González.

Lego Education
Lego Education. Uno de sus productos es el EV3, pensado para jóvenes de 10 a 21 años. (Foto: Leonardo Mainé)

Además de la venta directa a los usuarios, la compañía ofrece la opción de importar los productos hasta el puerto y que sea el cliente quien lo despache. Con ello, permite utilizar los beneficios de la ley 19.592, que desde febrero de este año exonera el pago de tasas y tributos en importaciones de insumos destinados al proceso de fabricación de prototipos o de pequeña serie de producción en montos menores de US$ 2.000.

El negocio de la robótica para niños también prendió en firmas de electrónica como Eneka, que sumó productos hace cinco años, indicó Luis Hernández, asesor técnico de la firma. «Crece aunque no es que sea específicamente para niños. Hace cinco años teníamos una placa Arduino y pocos sensores. Ahora tenemos tres placas Arduinos, kit de Makey Makey muy básico para preescolares ($ 1.500), y más de 400 ítems», graficó. En su caso las ventas principales son de un kit con Arduino ($ 4.000) que permite armar un auto al que la empresa le creó un instructivo para armar y el software para programar, dijo Hernández.

Otro camino fue el elegido por Mark Robots, emprendimiento surgido a fines de 2017 ahora incubado en Ingenio. «Hacemos nuestros kits con placas Arduino y partes plásticas con impresión 3D por US$ 380», explicó Pablo Brera, cofundador del emprendimiento junto a Gonzalo Gutiérrez y Fernando Lema.

Mark robot
Mark Robots. El emprendimiento uruguayo produce sus propios kits con base de placa de Arduino. (Foto: Gentileza Mark Robots)

Los colegios privados son su principal cliente (70% de la facturación) y el resto son academias que enseñan robótica. En marzo de 2018 fue su primera venta y, desde entonces, cada importación duplica la anterior. De todas formas, el emprendedor aclaró que el negocio aún no es rentable: «Nos quedamos sin stock. Si los 200 kits que vienen en camino se venden antes de fin de año sí seremos sustentables». Por lo original de su propuesta, el año pasado los visitó uno de los creadores de Arduino, David Cuartielles. De esa visita surgió un acuerdo comercial y desde septiembre Cuartielles venderá kits en Europa.

Regalo tecnológico

El incremento de cursos masificó a la robótica y prendió el interés de estos productos entre los propios padres de los niños, que lo ven como una alternativa de regalo, dijeron los entrevistados. «Hay mucho interés de padres que los quieren como un regalo tecnológico educativo», indicó Brera.

González, de Robotec, coincidió y agregó que incluso «llegan aficionados que no tienen nada que ver con ingeniería que lo ven interesante para sus hijos». El futuro indica que la robotización será el futuro: los niños lo aprenden y las empresas se programan para ello.

Opciones "made in Uruguay"

Para diferenciarse, las empresas comienzan a armar kits con sello propio. UyRobot, por ejemplo, trabaja en dos opciones. La primera es una alternativa entre lo que propone Lego y Arduino. «Tendrá una placa de Arduino con sensores que sea fácil programar. Comenzamos el proyecto en marzo y ya estamos con una primera versión beta. El kit costará US$ 150, trae la placa, dos motores de corriente contínua, leds para conectar, sensor de distancia, botones y sensores de luz y escala de grises. El otro es para preescolares, lo lanzaremos en noviembre a US$ 150», dijo De Armas.
Robotec por su parte, desarrolló Divo, su propio robot que comenzó a comercializar este año, que está integrado por una placa Micro:bit, piezas tipo Lego, un motor, cables, además de distintos sensores, y se programa con Micro:bit, «Su costo es de US$ 370 y está destinado a que lo usen niños de 4° de escuela en adelante. Permite que los niños armen un autito», dijo González.

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