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La picada enamora a los invitados

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Pah! Qué picada. Foto: Gentileza Pah! Qué picada.

AFTERWORK

Veinticuatro horas de anticipación son suficientes para hacer encargue en Pah! Qué picada, que puede entregarse vía delivery o levantarse en Punta Carretas

Pah! Qué picada. El nombre del emprendimiento que lideran Peter Bordachar y Flor Dell’Acqua, surgió porque era la expresión que más escuchaban cuando sus comensales veían sus preparaciones.

El catering que hoy entrega más de 100 pedidos por mes, surgió casi por casualidad. «Quería sorprender a Flor y no tenía dinero, compraba una zanahoria, un zucchini, algunos elementos más y la invitaba con una picada», recordó Peter, chileno que estaba dispuesto a conquistar a la uruguaya. Su estrategia funcionó y, a la hora de presentar su novio a sus amigos, Flor le pedía que los invitara a probar sus creaciones.

«Gustaban y, ante la necesidad de generarnos un ingreso extra, decidimos venderlas. Flor hizo el logo, nos creamos una cuenta de Instagram y una página web. Venticuatro horas después recibimos nuestro primer pedido. De golpe teníamos que alimentar a 30 personas», contó.

El menú limitado a papas chips, aceitunas y fiambres quedó muy en el pasado. Pah! Qué picada incluye vegetales, frutas y variedad de salsas. El valor agregado de cada entrega es el diseño, que suma canastas vegetales, panes de campo y tablas que llegan al metro cuarenta.

Con opciones vegetarianas, para celíacos y alérgicos a la lactosa, lo que siempre se asegura es la calidad (y estacionalidad) de los productos. A las picadas ($ 1.300 la más chica y $ 4.200 la más grande, para 15 personas ) se agregan otros complementos, como fondue en pan de campo, empanadas de copetín y variedad de dips de cebolla caramelizada, espinaca o morrón, entre otros.

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