RR.HH.

Potenciar las relaciones en la empresa con una actividad en grupos en el Salto del Peninente o hasta cambiar un modelo de venta por catálogo a uno presencial aplicando un lipdub (vídeo musical de una sola toma realizado por un grupo de personas que sincronizan sus labios, gestos y movimientos con una canción popular o cualquier otra fuente musical).

De esto se trata Ibirapitá, organización que implementa herramientas lúdicas educativas para el desarrollo de las empresas. La institución nació hace unos 12 años como una propuesta recreativa, pero con el tiempo y la demanda del mercado, mutó hacía un perfil más corporativo, comentó Ignacio López, director de la organización, quien indicó además que se trata de una tendencia mundial. «Las compañías necesitan soportes de desarrollos para seguir aprendiendo de sí mismas y encontramos en la educación un elemento importante para ello», indicó.

El diferencial frente a otras propuestas similares radica en que es llevada adelante por un equipo conformado principalmente por licenciados en recreación educativa, recalcó López. «Conocemos las herramientas y sus efectos, entonces, tal vez en algún caso no entendemos del negocio de la empresa pero sabemos cómo la gente aprende. Y esto le sumamos que integramos licenciados en comunicación, músicos, actores», enfatizó.

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Ya han generado casos de éxito con compañías como Nordex (Uruguay y Argentina), RedPagos, Samsung, Mosca, Lacnic y supermercados Ta-Ta.

Hoy sus propuestas están enmarcadas en productos para trabajar team building, cohesión de grupo, comunicación, motivación, cambio de modelos de venta, y la solución puede partir de productos ya elaborados o de modelos puntuales para cada caso. «Las empresas vienen con un problema para solucionar o vienen con una solución, pero no saben cómo transmitirlo o como comunicarlo, y ahí nosotros actuamos para que las personas los internalicen».

A modo de ejemplo, López citó el caso de en una empresa que quería cambiar el modelo de venta de catálogo a presencial. «Hicimos un lipdub donde los vendedores experimentaron el cambio al tener que actuarlo. Además, al inicio aplicamos técnicas lúdicas para ayudar a perder el miedo y con el lipdub incrementamos las capacidades de comunicación verbal que algunos tenían. Para otra empresa, que tenía problemas de unión de equipos generamos una actividad en el Penitente para encontrar la quinta esencia, que en las compañías es el capital humano y su poder de encontrarse y hacer sinergia. Fue un recorrido en equipos con estaciones y al llegar a cada una enfrentaban a 20 desafíos que solo se resolvían en forma grupal», relató.

«En Uruguay cuesta desarrollar este negocio, pero poco a poco crece», destacó López.