NEGOCIOS

De «positivo» y «auspiciosa» califican desde la Cámara Nacional de Comercio y Servicios (CNCS), el acuerdo celebrado entre el Mercosur y la Unión Europea (UE) y que se encuentra en proceso de ratificación por los países de cada bloque. «Aspiramos a que este acuerdo efectivamente se llegue a concretar y pueda tener un impacto real sobre las relaciones comerciales, de inversiones, creación de empleos y, al final del día, en la transferencia de tecnología y conocimientos, junto al intercambio cultural», sostuvo Ana Laura Fernández, asesora económica de la CNCS.

Este acuerdo de libre comercio entre Mercosur y UE abre oportunidades y también presenta desafíos para el tejido empresarial uruguayo, sobre todo entre las micro, pequeña y mediana empresa (Mipymes) que constituyen el cerno de la actividad empresarial y comercial a nivel local.

En el balance, aunque hay notorias asimetrías entre los bloques y entre los países miembros dentro de cada bloque, el acuerdo Mercosur - UE «es positivo porque abre un nuevo mundo de oportunidades para nuestra economía y las actividades de nuestras empresas», destacó la asesora económica de la CNCS, para luego señalar que también existen desafíos a superar.

Tanto el sector lácteo como la industria vitivinícola «son dos de los sectores identificados que pueden enfrentar una mayor competencia» por un creciente ingreso de productos europeos» a la región, tras la puesta en vigencia del tratado de libre comercio.

«MAL CAMINO»

En este tiempo, a juicio de Fernández, es preciso desarrollar las estrategias y herramientas necesarias para hacer frente a los distintos desafíos y paliar eventuales dificultades.

«Hay que fortalecer a las empresas donde desarrollan su actividad productiva todos los días, a través de la capacitación o facilitando la incorporación de mejoras en los estándares de producción para agregar valor, además de abordar la implementación de medidas tributarias, fiscales, educativas, de relaciones laborales y de costos, entre otras variables macroeconómicas», apuntó Fernández.

La mejora de la competitividad y la profesionalización de los negocios es clave en una perspectiva a mediano y largo plazo. Para la economista, es equivocado pensar que «nos vayamos a integrar exitosamente y beneficiar de este acuerdo de libre comercio haciendo lo que ya estamos haciendo; ahí vamos por el mal camino, de modo que es preciso adaptarse a los nuevos estándares y exigencias con una visión hacia la cadena de valor».

Los desafíos se deben transformar en oportunidades, estimó la especialista económica. El sector comercio y servicios «debe tratar de sacar el mayor provecho a esta nueva instancia que se presenta para nuestra economía, para lo cual es preciso estar preparados y capacitados», afirmó la entrevistada.

INSPYRAME

Con la presencia del ministro de Industria, Omar Paganini, se puso en marcha InsPYraME UE, el primer proyecto con foco empresarial que busca dar apoyo para que las micro y pequeñas empresas (Mipymes) uruguayas logren acceder al mercado europeo y beneficiarse mejor del acuerdo Mercosur - UE.

El proyecto es ejecutado por la Cámara de Comercio y Servicios y la Eurocámara Uruguay, y financiado por la Unión Europea. Esta iniciativa está dirigida a las Mipymes uruguayas, principalmente a aquellas que sean lideradas por mujeres y jóvenes emprendedores y también con un fuerte acento en las empresas del interior del país.

InsPYraME UE incluye mesas de diálogo público-privadas, de las que surgirán recomendaciones para el sector político; mecanismos para fortalecer las capacidades de las Mipymes uruguayas; y formación de emprendedores y empresarios, con el objetivo de promover su competitividad y productividad para que puedan aprovechar mejor el acuerdo UE-Mercosur. En el marco de este último fin del programa, habrá un total de 28 talleres en el interior del país. Asimismo, se realizarán dos foros temáticos sobre sectores competitivos para la exportación y la inversión.