El combate entre los iconos del boxeo actual, previsto para el 2 de mayo, generará ingresos de al menos US$ 300 millones.
Como hace tiempo no ocurría, quizá desde el apogeo de Mike Tyson, el boxeo volvió a las primeras planas. La razón es nada menos que la que se promociona con el título rimbombante de «la pelea del siglo», entre el estadounidense Floyd Mayweather (38) y el filipino Emmanuel Dapidran Pacquiao, más conocido como «Manny» Pacquiao (36), por el título mundial de peso wélter.
La pelea —el próximo 2 de mayo en la meca del boxeo, Las Vegas— enfrentará a los máximos referentes del pugilato actual, campeonísimos en varias categorías y dos que se presentan casi imbatibles (Pacquiao tiene 57 ganadas, apenas cinco derrotas y dos empates; Mayweather cuenta por victorias sus 47 peleas).
Además de las razones deportivas, hay un par de ingredientes extra que sazonan el choque: la pica mediática y el caracter extravagante de los protagonistas.
Pacquiao insiste en hacer carrera como cantante, actor y político, con suerte dispar; Mayweather cosecha amores y odios por su imagen pública, asociada a la polémica y al derroche. Su último «capricho» son los protectores bucales de US$ 25.000 que usará la noche del combate. Uno de los modelos estará revestido con láminas de oro, otro con la imagen de un billete de US$ 100, detalles que tienen sentido para alguien apodado «Money».
El título de «la pelea del siglo» le hace justicia al evento desde lo financiero. El combate proyecta ingresos de US$ 300 millones, aunque los más optimistas hablan de US$ 500 millones.
Ante lo que promete ser un gran espectáculo —deportivo y comercial—, las marcas también buscan subirse al ring. En la categoría cervezas, uno de los auspiciantes habituales del boxeo, Tecate «tumbó» a Corona para oficiar de sponsor de la pelea a cambio de US$ 5,6 millones.
Sin embargo, es la televisión la que se frota las manos. Las cadenas rivales HBO y Showtime —la primera con los derechos de transmisión de las peleas de Pacquiao, la segunda con las de Mayweather— unirán fuerzas para sacarle el jugo a la ventas por Pay Per View (PPV). Se estima que el combate generará ganancias por US$ 300 millones por ese canal, a razón de US$ 100 por cada uno de los 3 millones de hogares que comprarían la pelea.
Apostar al éxito de este combate es jugar sobre seguro. Basta ver el fenómeno Mayweather: bautizado «el rey del PPV», el boxeador de Michigan logró el récord de contratación de ese servicio cuando peleó contra el mexicano Saúl «Canelo» Álvarez en 2013. En el ring ganó «Money», y Showtime hizo lo propio fuera de él, al ganar US$ 150 millones.
Entretanto, se descuenta que el MGM Grand Arena estará abarrotado. Los precios de los 16.800 asientos del estadio van desde los US$ 1.500 a los US$ 10.000. La ganancia por la venta de boletos rondaría los US$ 40 millones.
Más allá de quién gane la pelea, Mayweather —el deportista mejor pago de 2014 con US$ 105 millones, según Forbes— se llevará la mayor tajada de la velada al asegurarse el 60% de la bolsa. «Pac-man», onceavo para Forbes con US$ 41 millones, recibirá el 40%.
Como símbolo de esta danza de millones, el cinturón de campeón en disputa tiene alta cotización. Revestida con 3.000 esmeraldas y detalles en oro, la faja vale US$ 1 millón. Las casas de apuestas ubican a «Money» como favorito para quedarse con la preciada pieza.
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