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El fin de la luna de miel

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Nadella. Su desafío ahora es conquistar a la gran masa de empleados de Microsoft. (foto: WOBI)

El CEO de Microsoft, Satya Nadella, inició su gestión con buenas notas... Pero el verdadero examen empieza ahora.

Satya Nadella cumplió su primer año como CEO de Microsoft, y muchos analistas le han otorgado calificaciones positivas por su capacidad de comunicar la estrategia de la compañía, por poner su sello en la gigantesca empresa de software y por embarcarse en un esfuerzo de reestructuración que ha sido bien recibido.

Ahora, sin embargo, viene lo más difícil: convertir al gigante de Redmond, Washington, en "una compañía líder en productividad y plataforma para la nube y las comunicaciones móviles", objetivo que el propio Nadella anunció a sus empleados en un memo de 3.200 palabras.

El comunicado fue emitido en julio de 2014, al tiempo que la empresa revelaba sus planes de despedir a 18.000 personas —un 14% de su plantel— en el curso de 12 meses, algo que ya se concretó. La mayoría de los recortes estuvieron relacionados con la integración del negocio de telefonía móvil de Nokia, que Microsoft adquirió por US$ 7.200 millones.

"Nadella tiene gran poder a lo largo de toda la organización, lo cual le confiere la capacidad de liderar el cambio", afirmó David Hsu, profesor de management de la Universidad de Wharton. "Él ha establecido la estrategia, que difiere del rumbo de su antecesor, Steve Ballmer, y luego se ha enfocado en la eficiencia operativa".

Pese a no haber estado en Redmond desde el primer día, como Ballmer, Nadella no es ajeno a Microsoft: se unió a la compañía en 1992 y 12 años más tarde asumió el puesto de CEO, después de conducir esfuerzos vinculados con el almacenamiento en la nube y dirigir la división de servidores, que es la más rentable de la firma.

Nadella considera que Microsoft es más que Windows y PCs, y hay que tener en cuenta que la compañía ha lanzado ya su paquete Office para el iOS y el iPad de Apple, así como las versiones de su software de productividad para Android, al igual que el Office para tablets y celulares que operan con Windows.

La visión histórica de Microsoft, de poner una PC sobre cada escritorio, no tendrá vigencia en el futuro, señaló Nadella en su memo. Ballmer hizo un intento de virar el rumbo, con el mantra "dispositivos y servicios», lo cual «nos ayudó a comenzar con la transformación" reconoció Nadella, pero no fue suficiente para que la compañía se destacara sobre sus competidores. "Vamos a reinventar la productividad", escribió Nadella, "para otorgarle poder de hacer y lograr mucho más a cada persona y cada organización de este planeta. Pensamos en la productividad para la gente, equipos y procesos de negocio de organizaciones enteras como un substrato digital interconectado. Y también pensamos en plataformas digitales interconectadas para individuos y desarrolladores".

Según Lawrence Herbiniak, profesor emérito de management de Wharton, si Microsoft quiere conservar su estatus de compañía clave dentro del sector tecnológico, tendrá que reenfocarse en la nube y la comunicación móvil. El problema reside en que, a diferencia de lo que sucedió en el mundo de la PC, con Windows y otros productos, "Microsoft no lidera este mercado", enfatizó Herbiniak, "y resulta muy difícil correr viniendo desde atrás, cuando la competencia esta compuesta nada menos que por IBM, Apple, Google y Amazon".

Además de los despidos —que incluyeron a las 12.500 posiciones relacionadas con el negocio de dispositivos de Nokia—, Microsoft también se propuso disminuir las operaciones en China y trasladar la manufacturación a Vietnam, donde los costos son más bajos.

Nadella puso el acento en que "cada equipo de la empresa, debe encontrar la manera de simplificar su proceder, y actuar con mayor rapidez y eficiencia. Vamos a aumentar la fluidez de la información y de las ideas, mediante acciones que achaten la organización y generen procesos de negocios más eficientes".

Los analistas de Wall Street se sorprendieron frente a la restructuración de Nadella, que resultó mayor de lo que esperaban. "El apodo de ‘insider’ era el que la mayoría de la prensa usaba para catalogarlo», comentó Kirk Materne, analista de Evercore, "subestimando claramente la disposición de Nadella de estampar su huella en Microsoft, como queda demostrado en su carta a los empleados".

Daniel Ives, analista FBR, cree que Nadella trató de corregir, parcialmente, los desvíos creados por la quizás desacertada decisión de Microsoft de adquirir el negocio de dispositivos de Nokia.

Kevin Werbach, profesor de estudios legales y ética de negocios de Wharton, opina que no será fácil para Nadella imprimir su sello en una compañía previamente dirigida por sus dos fundadores, Bill Gates y Ballmer. Según Werbach, Nadella ha cumplido ya su período de gracia con Microsoft, y ahora se enfrenta con "desafíos muy significativos" que requieren inmediata atención.

Productividad en foco.

Durante una conferencia telefónica de julio de 2014, Nadella se explayó respecto de la manera en que la estrategia enfocada en la productividad conducirá las inversiones futuras de Microsoft. "Para nosotros la comunicación móvil va más allá de los dispositivos. A pesar de nuestro interés en fabricar teléfonos celulares y tablets de primera línea, vemos el panorama de una manera más amplia. Nuestra gran oportunidad reside en hacer correr nuestras experiencias de productividad en dispositivos Windows, iOS y Android".

Nadella agregó que la empresa considera a su software como un sistema operativo en la nube, que puede utilizarse para operar centros de datos u ofrecer servicios. "Tenemos el objetivo específico de lograr que múltiples aplicaciones de Microsoft estén disponibles en la pantalla de los hogares", aseguró, y añadió que la compañía "tendrá absolutamente en claro cuál es el núcleo de su negocio", a partir de lo cual, prometió, Microsoft reforzará su misión y tomará decisiones adecuadas para futuras inversiones.

Mucho por resolver.

El reto clave para Nadella, según Werbach, es delinear exitosamente su mensaje y luego filtrarlo a lo largo de la gigantesca organización, a fin de impulsar el crecimiento de la firma. "En las altas esferas de la empresa Nadella goza de una excelente reputación. Es la comunidad de empleados a la que debe conquistar", dijo Werbach.

En opinión de Hsu, "Nadella tendrá que asegurarse de levantar la moral, ahora que ha completado la drástica reducción de personal". Microsoft deberá mostrarles a sus trabajadores" "cómo la estrategia enfocada en productividad y plataforma se diferencia de lo que la compañía venía haciendo hasta ahora. El negocio no será el de siempre, pero cada vez que un CEO reformula estrategias hay gente temerosa de que venga otro golpe de timón".

Uno de los ítems más desafiantes en la lista de tareas de Nadella es diseñar un plan ganador para conquistar terreno en el sector de las comunicaciones móviles, que nunca ha sido el fuerte de Microsoft, y correr desde atrás va en contra de sus costumbres.

Werbach afirma que Microsoft está perdiendo la pelea frente a Android y Apple y que en la actualidad es un distante tercer jugador en la carrera. "Microsoft necesita ser más fuerte en telefonía celular", asegura, y agrega que no le queda claro si a la empresa de Redmond le ayudará reformar la línea de productos Nokia para hacerlos más pequeños y ágiles.

Un potencial diferenciador para Microsoft podría ser enfocarse en el futuro de la comunicación móvil, en lugar de seguir la tendencia del mercado actual, centrada en el smartphone, sugiere Werbach, y recuerda que el iPhone de Apple fue lanzado hace siete años, y que el mercado de las tablets ha madurado rápidamente. Según Werbach, Microsoft podría enfocarse en aparatos adheridos al cuerpo ("wearables"), o en otra categoría emergente. "El panorama es complicado, pero existe la posibilidad de colocarse en una sólida posición para el futuro. A nadie se le ocurre que Microsoft vaya a desaparecer".

Balance de gestión.

Al menos en los números, el desempeño de Satya Nadella al frente de Microsoft sigue arrojando notas positivas. En el trimestre fiscal más reciente, los ingresos de la corporación ascendieron a US$ 21.700 millones, lo cual representa un crecimiento del 6% respecto del mismo período del año anterior.

Las ganancias por acción para el trimestre fueron de US$ 0,61, pese al impacto negativo de los US$ 190 millones en gastos de integración y reestructuración incluidos en estos resultados financieros, provenientes del plan de reestructuración anunciado por Nadella y del proceso de integración de los dispositivos y servicios Nokia, tras la adquisición del negocio de telefonía celular de la compañía finlandesa. (WOBI)

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Nadella. Su desafío ahora es conquistar a la gran masa de empleados de Microsoft. (foto: WOBI)

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