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Con «la liviana», Megal apuesta a innovar e incorpora nuevas garrafas

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Innovación. Los envases pesan un 65% menos que las garrafas tradicionales de metal, son traslúcidos y no explotan. (Foto: Gentileza Ragasco)

La empresa invertirá US$ 1 millón durante 2016 y estrenará en mayo una planta de rellenado.

Con miras a conquistar más clientes y aumentar su participación de mercado, Megal invertirá US$ 1 millón, estrenará una nueva planta de rellenado y apostará a la innovación con su garrafa liviana o light.

A partir de enero de 2016, la compañía pondrá a la venta el gas licuado de petróleo (GLP) en un envase de polietileno transparente que es más liviano y seguro, cuyo sello de garantía proviene de la empresa noruega Ragasco.

«Somos los más chicos y los menos conocidos; teníamos que innovar», puntualizó Estela de los Campos, ingeniera química y gerente comercial de Megal.

«Estas garrafas cambian el paradigma del mercado de GLP, que hace años ofrece el mismo producto, el mismo precio y se vende en la misma presentación», remarcó De los Campos, al tiempo que puntualizó que hasta ahora las propuestas se diferenciaban solo por el servicio ofrecido.

Con un 13% de participación de mercado, atrás de Riogas (35%), Acodike (34%) y Ducsa (18%), Megal invertirá con miras a mejorar su desempeño en la zafra 2016. Todo parece indicar que en ese período será la única empresa en ofrecer estas garrafas fabricadas con polietileno de alta densidad y fibra de vidrio. Además, en mayo inaugurará una nueva planta de rellenado que permite trabajar con los dos tipos de garrafas (la actual de metal y la que llegará de poliuretano).

Entre otras ventajas, estos envases son más livianos que los tradicionales (pesan 65% menos), son translúcidos (permiten ver la cantidad de combustible) y son más seguros. Según certifican varias pruebas de seguridad, las garrafas de Ragasco no explotan (como sí ocurre con las metálicas) y, en caso de siniestro, el fuego consume el gas y derrite la garrafa. Así lo constataron técnicos locales de UNIT, que viajaron a Noruega y se aseguraron in situ de que los envases «Megal Light» (o «livianas de Megal») cumplen todos los requisitos necesarios para su comercialización en Uruguay.

La primera partida de «livianas» llegará en enero, pero durante el año arribarán dos embarques más para asegurar el abastecimiento del mercado local. Así lo confirmó Ernesto Ortiz, director de Ragasco Uruguay, firma que desde 2011 tiene la representación local de la empresa noruega y que hace aproximadamente un año trabaja con Megal en las certificaciones requeridas para incorporar al mercado uruguayo el envase que vendió más de 10 millones de cilindros en el mundo.

«Además de ser más livianos y seguros, estos envases tienen otros beneficios», remarcó Ortiz. Son más perdurables, no se corroen, permiten su trazabilidad (seguimiento por microchip), son amigables con el medioambiente, eliminan la contaminación auditiva, tienen 10 años de garantía y provocan menos daños físicos a los trabajadores (cargan menos peso).

Con un costo de $ 3.600 (o $ 2.200 si se entrega una garrafa de metal), los clientes podrán adquirir las «livianas de Megal», que usan la misma válvula que las actuales.

Según adelantó De Los Campos, las garrafas podrán abonarse con tarjetas de crédito en hasta 12 cuotas. El contrato será de usufructo de la garrafa, como los clientes actuales hacen con la canalera de los canales de cable. Una vez rescindido el contrato, en caso de que alguien quiera volver a usar garrafas de metal, la entregará al proveedor.

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Innovación. Los envases pesan un 65% menos que las garrafas tradicionales de metal, son traslúcidos y no explotan. (Foto: Gentileza Ragasco)

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