Enero fue un mes positivo para los jugos, que registraron un crecimiento de ventas mayor al 5% interanual en los supermercados del país, según un informe de la consultora IdRetail. 

El desempeño en diciembre y febrero fue particularmente bueno. En comparación con el resto de las bebidas sin alcohol —aguas, aguas saborizadas y gaseosas— los jugos fueron la única con saldo positivo. En los últimos dos años las ventas en los supermercados aumentaron más de un 16%. Según Id Retail, nuevos y exóticos sabores explican parte del fenómeno, como «naranja-mango» que duplicó ventas en los últimos años.

Aun así, el de naranja sigue siendo el favorito. En Dairyco, representa el 50% de ventas, pero otros sabores comienzan a ganar terreno en las preferencias. Para la marca, el crecimiento de enero fue «normal», entre 8% y 10% respecto del mismo mes de 2014, explicó Marcelo Richly, gerente general de Frigorífico Modelo. Pero en lo que va de febrero, el buen clima disparó las ventas y la cifra se encuentra un 40% por encima del mismo período del año pasado. Richly matizó que tal incremento en parte se debe a que el febrero de 2014 había sido «muy malo».

Mayor calidad y variedad ha sido la clave del crecimiento. Las preferencias también reflejan una tendencia hacia lo light. «Mientras las ventas se multiplicaron por tres en los últimos tres años, las de las variedades light lo hicieron por cuatro al incluir Splenda», graficó Richly.

Para las ventas de jugo del grupo Caputto, diciembre fue el mejor mes de la historia, con un 25% más de venta que en igual mes de 2013. «Llegamos a vender un tercio de los dos millones de litros de jugo que se consumen en el país», comentó Martín Mandresi, gerente general de la fábrica de jugo del grupo.

En su caso la naranja, en versión común o light, representa dos tercios de las ventas y la mandarina (ya sea sola o mezclada) completa el otro tercio, «con la particularidad de que somos los únicos que vendemos jugo de esta fruta en el país». Mandresi resaltó que existe potencial para duplicar el consumo en los próximos cuatro años, mejorando costos, precios y comunicación.

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