El instituto Ánima ofrece sus cursos según el Sistema de Formación Dual implementado en Europa.

Amalgamar el conocimiento teórico del aula con la realidad laboral de las empresas en un mismo lugar es el objetivo que perseguirá Ánima, el primer Bachillerato Tecnológico en Administracion y Tecnología de la Información y Comunicación (TIC), que será gratuito, de gestión privada y comenzará a funcionar este año, en el centro de Montevideo.

La institución fue fundada por un grupo de profesionales, empresarios y académicos. Su estrategia es potenciar a jóvenes de bajos recursos de Montevideo y Canelones en las dos áreas, Administración y TIC —con el programa educativo de la Universidad del Trabajo (UTU)— pero con una fuerte impronta de experiencia dentro de las empresas. «Queremos que Ánima se transforme en una bolsa laboral muy interesante», apuntó Carmen Bruzzone, una de las responsables de la iniciativa.

La propuesta toma varios componentes del Sistema de Formación Dual que se aplica en Europa, concretamente en Alemania, y mezcla aula y experiencia en las compañías.

Las prácticas en las empresas comenzarán a partir del segundo año del bachillerato. La modalidad será de dos días por semana en ese año (seis horas por jornada) y tres veces por semanas en el tercero. Los jóvenes serán seleccionados según sus aptitudes y monitoreados para conocer la evolución de esta experiencia, indicó Bruzzone.

A su vez, se complementará el conocimiento curricular con talleres y cursos de capacitación en competencias más cercanas al ámbito laboral como empleabilidad, trabajo en equipo, puntualidad, hasta vestimenta, cómo presentarse a una primera entrevista de trabajo o especificación de las necesidades de las compañías.

Y tal es la intención de brindar un perfil educativo cercano al ámbito empresarial, que los profesores fueron seleccionados cuidando ese detalle, tarea confiada a la consultora Deloitte.

La repercusión de la propuesta fue acorde a las expectativas. Este año, cuando las puertas de la institución abran para el inicio de cursos, 75 alumnos, seleccionados entre 150 postulaciones comenzarán en las dos orientaciones (25 en Administración, 50 en TIC).

Los requisitos para matricularse en Ánima son tener entre 14 y 18 años de edad y el ciclo básico aprobado. El horario será de 8 a 16 horas y además de las horas de educación, se ofrecerá el almuerzo, la merienda y los boletos.

Esa respuesta positiva hace esperar un crecimiento del alumnado en los próximos años. Los responsables de Ánima estiman que en 2018 habrá 225 estudiantes.

Esto requerirá de más «colaboradores» que sustenten el proyecto, ya sea personas físicas o jurídicas. Es que Ánima es una asociación civil sin fines de lucro que tiene como principal fuente de financiamiento a empresas, instituciones o personas. Éstas, a través de su aporte de dinero, conocimiento o recursos, permiten «el desarrollo de las competencias requeridas en el mercado», acotó Bruzzone. El puntapié inicial lo dieron las empresas fundadoras Montevideo Shopping, Deloitte, Onetree y Takeoff. Las dos primeras donaron US$ 300.000 para financiar la primera generación del bachilleres (cada alumno obtiene una beca por US$ 3.000).

En ese camino, ya han recibido intenciones de apoyo, comentó Bruzzone, como por ejemplo, la fundación Reaching U —creada en los EE.UU. por uruguayos para conseguir fondos para la educación en Uruguay—, quienes ya se manifestaron «interesados en colaborar y conseguir financiamiento de empresas en EE.UU.».

Pero las pretensiones de los responsables de Ánima no se quedan solo en brindar el bachillerato. Según adelantó Bruzzone, ya están negociando para lograr que los alumnos de la institución amplíen sus conocimientos en el ámbito universitario. «Actualmente, contamos con el apoyo de personalidades de la Universidad Católica, ORT y la Universidad de la República en los cursos y la comisión directiva, pero estamos viendo de conseguir becas universitarias para nuestros estudiantes», anticipó.

RR.HH.