ENTREVISTA

En el mundo emprendedor rige una ley no escrita que sostiene que lo que diferencia un emprendimiento de una simple idea de negocios es la capacidad de ejecución del fundador. Pero para ejecutar no solo se requiere decisión sino también dinero.

Ese rol -ser un apoyo financiero para startups maduras en busca expansión- ejerce en Latinoamérica Wayra Hispam, «el brazo de inversión, innovación abierta y apoyo al emprendimiento de Telefónica Movistar en Hispanoamérica».

En sus más de 10 años de historia, Wayra ha contribuido en el desarrollo de más de 100 startups latinas, de las que casi el 70% trabaja para la multinacional. Los emprendimientos han recibido de Wayra más de 16 millones de euros (hoy US$ 17,4 millones) y más de 140 millones de euros (US$ 152 millones) de terceros, resume el Wayra Hispam Report 2020.

El gerente de Wayra Hispam, Agustín Rotondo, visitó Punta del Este recientemente para participar del Campus Party 2022, el evento de innovación y creatividad que impulsa Movistar Telefónica. «Fui a hablar de venture capital, pero me encontré con un sistema espectacular de emprendedores de tecnología, del mundo cripto, del metaverso y la nueva Internet», contó Rotondo, que confía en el músculo de Wayra para dar herramientas a «los jóvenes que mañana transformarán la forma en la que vivimos».

Desde su óptica, el sector vive una «ebullición absoluta», con emprendimientos potentes en la región -algunos convertidos en «unicornios»- y fondos ávidos de invertir, pero advierte: «esta etapa no va a durar para siempre».

A continuación, un resumen de la charla con El Empresario.

-Wayra comenzó como una aceleradora de startups, pero actualmente funciona como un fondo inversor. ¿Qué llevó a ese cambio estratégico?

-Empezamos como una aceleradora, invirtiendo en camadas de startups que recién comenzaban. Eso fue cambiando con el tiempo, porque nos fuimos dando cuenta que el dinero lo puede aportar cualquiera, pero lo que nosotros podemos dar a diferencia de otro fondo o aceleradora, es la capacidad de generarle negocio a la startup a través de nuestra corporación. Entonces pasamos a ser un fondo, pero que a diferencia de los tradicionales hacemos especial énfasis en facilitar que las startups generen vínculos comerciales con Movistar en la región. Entonces, cambiamos algunas cosas para acompañar esa transición: ahora invertimos más dinero -antes eran US$ 50.000 y ahora llegamos hasta los 350.000, con un promedio actualmente de entre US$ 200.000 y US$ 250.000 por proyecto-; las startups en que invertimos ya no son ideas en un Powerpoint sino que son maduras, con grandes clientes y una tracción demostrada. Y, como queríamos hacer ese vínculo comercial con Movistar prestamos especial atención a que las startups tengan ese potencial.

-¿Cómo se da esa sinergia entre la startup y Movistar?

-Ese punto de encuentro puede ser de dos formas: que Movistar contrate los servicios de la startup en un área o en toda la región, o -y esto es quizás lo más potente- que Movistar revenda esos servicios a sus clientes B2B (business to business) o B2C (business to customer). Movistar gana, porque le interesa tener proyectos transformadores y revender servicios, ya que es una nueva fuente de ingresos. Y la startup llega a un panorama de clientes que de otra forma no llegaría.

-Apuntan a startups maduras. ¿Qué dificultades enfrenta ese perfil de empresas?

-Lo que buscan las compañías en las que invertimos es crecer. Y para eso necesitan dos cosas: primero, dinero. Por eso está bueno invertir y hay fondos especializados en ello. Y, segundo, acceso a más clientes. Hay una parte de eso que es el desarrollo de habilidades internas como tener una fuerza comercial, y otra muy interesante es hacerlo a través de socios. En ese sentido, tenemos mucho para aportarles y es ahí donde elegimos focalizar nuestros esfuerzos.

-¿Qué tecnologías y áreas les interesa financiar?

-No tenemos una restricción concreta, solo que tengan el potencial de trabajar con Movistar. Si analizo ese aspecto me encuentro con que hay soluciones fintech que pueden ser muy fuertes ya sea para reventa o uso interno de la compañía, también en educación. De hecho, de las siete inversiones que hicimos en el último año, dos fueron en compañías de educación y tres en financieras. Las startups de servicios de salud son algo que está tomando fuerza. Después, por ser una empresa de tecnología que brinda servicios de comunicación nos interesa: por un lado, lo relacionado con los datos. Por ejemplo, soluciones en analítica de datos, inteligencia artificial, modelos predictivos o machine learning. Y por otro, conectividad y servicios de Internet de las Cosas. El 5G va a potenciar mucho eso con la baja latencia y la alta velocidad.

-¿Qué objetivos tienen en cuanto al número de startups a apoyar este año?

-No tenemos un número específico, porque no vamos a forzarnos a invertir si no encontramos una buena oportunidad. Pero, si sigue la tendencia del último tiempo y con las inversiones que hicimos en el primer trimestre, superaremos las 12 inversiones en 2022. Hay muy buenas compañías y oportunidades en la región. Eso se refleja, por ejemplo, en la inversión de capital emprendedor; en los últimos años no hizo más que crecer a pasos agigantados. Desde 2017 empezó a duplicarse año a año. En 2020 hubo un parate por la pandemia, pero en 2021 se triplicó. Estamos en niveles récord y eso hace que la industria esté en ebullición absoluta. Hay muchas startups potentes, hay mucho dinero en los fondos para bancarlos, entonces empieza a haber más de competencia.

Unicornios: cada vez mas empresas latinas cruzarán ese umbral porque están empezando a convertirse en regionales o globales".

Agustín RotondoGerente de Wayra Hispam

-Ese escenario es ventajoso para el emprendedor. ¿Pero es sostenible en el largo plazo?

-Cuando hay un mercado tan pujante, con tanto dinero sobre la mesa y tanta confianza de inversores, a nivel ecosistema lo que hay que empezar a entender bien es que esta etapa no va a durar para siempre. Solo seguirán capitalizando ese crecimiento las compañías con una oferta de valor muy clara al cliente y que el cliente la perciba, las que se diferencien de la competencia y tengan orden puertas para adentro. Hablo de que el dinero se use de manera estratégica y no solo para ponerlo en la máquina de marketing y subir los gastos de adquisición de clientes y captarlos a cualquier precio. Eso vamos a ver de ahora en más los fondos de manera muy crítica.

-América Latina se ha convertido como nunca antes en un semillero de «unicornios». ¿Será una moda pasajera?

-Lo que dice eso es que hay más startups creciendo en la región y tiene total sentido. No es un fenómeno que vino por un par de años; seguirá pasando. No sé si al ritmo de hoy, pero seguirá la tendencia que cada vez mas empresas latinas cruzarán ese umbral porque están empezando a convertirse en regionales o globales. En Uruguay dLocal es un paradigma de cómo con una tecnología se puede escalar y empezar a captar clientes de todo el mundo.

-Un problema recurrente, al menos en Uruguay, es que la demanda de talento en tecnología supera a la oferta. ¿Qué rol puede jugar Wayra allí?

-Tenemos que ayudar quienes estamos desde este lado a crear un ecosistema que prepare también a la gente para lidiar con esos desafíos. Estamos yendo a un modelo donde muchas veces no hace falta hacer una carrera universitaria para cumplir bien este tipo de trabajo, ser bien remunerado y tener oportunidades de crecer. Hay carreras cortas que pueden amoldarse muy bien para la formación y después complementar con el trabajo. Tenemos un par de años de transición hasta entonces. Las startups pelean por los mismos perfiles y eso se ajusta por salario, así que están empezando a aumentar sus ofertas tratando de ser atractivas y diferenciarse. Cada una lo hace de la forma creativa que puede, pero hay una pelea por el talento muy fuerte en la región. Eso seguirá hasta que oferta y demanda se acomoden.