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Gigante chino compra vitivinícola chilena

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Bethwines. El año pasado la firma chilena ocupó el séptimo lugar en el ranking del sector vitivinícola de su país. (Foto: El Mercurio / GDA)

Yantai Changyu Pioneer Wine acordó adquisición de viñas Indómita, Santa Alicia, Agustinos y Porta.

China se convirtió el año pasado en el principal destino para los vinos chilenos, desplazando a mercados históricos como el estadounidense y el británico. Sin embargo, esta bebida no solo interesa a los consumidores del gigante asiático, también llama la atención de los empresarios de ese país, que comienzan a poner sus ojos en Chile, uno de los mayores productores de vino del orbe.

El Grupo Bethia vendió su filial vitivinícola Bethwines en cerca de US$ 50 millones a la gigante china Yantai Changyu Pioneer Wine, la tercera mayor compañía vitivinícola del mundo y líder en China.

La firma asiática controlará en un 85% las viñas Indómita, Santa Alicia, Porta y Agustinos. En tanto, el actual gerente general de Bethwines, Wilfred Leigh, tendrá un 15% de la propiedad del negocio y continuará dirigiéndolo. Según conocedores del acuerdo, la operación se concretaría en la tercera o cuarta semana de junio, y existe acuerdo total y absoluto entre Bethwines y Changyu.

Oferta irresistible

Cercanos a la operación señalaron que la viña se vende por no constituir un negocio estratégico para Bethia. Además, afirmaron que la oferta es una buena oportunidad para el holding, debido a que el pago se realizaría al contado, lo que le permitiría tener más liquidez al grupo.

Fuentes del sector sostuvieron que una viña como Bethwines (séptimo lugar en Chile) requiere de sinergias, asociaciones, inversiones y focalización para ser más competitiva. Indicaron que existe un punto en que cuesta mucho seguir creciendo en el sector, debido a la valorización que había logrado la firma. Lo anterior se constata con el nivel de aumento de la producción de la viña: en 2006 vendían 70.000 cajas anuales, mientras que el año pasado comercializaron 1,5 millones.

Según actores del sector vitivinícola, la operación es positiva para las viñas vendidas, ya que el potencial de crecimiento que tiene el mercado chino es incalculable, sobre todo de la mano de Changyu, viñas icónicas de Asia. Parte de su propiedad —cerca de un tercio— le pertenece a Illva, empresa italiana que produce el amaretto Disaronno.

Changyu, que transa sus acciones en la Bolsa de Shenzhen y en Nueva York, tiene un valor bursátil de US$ 2.813 millones. Al comparar la compañía con sus pares chilenas, la asiática pesa 2,4 veces más que la mayor viña chilena, Concha y Toro, que tiene un valor bursátil de US$ 1.185 millones. Además, supera en más de US$ 1.000 millones la capitalización bursátil de las tres principales compañías vitivinícolas de Chile listadas en bolsa: Concha y Toro, San Pedro Tarapacá y Santa Rita, que en conjunto suman un valor de US$ 1.795 millones.

Un «imán» en la región para los capitales asiáticos.

China es el principal socio comercial de Chile en el exterior y el Tratado de Libre Comercio entre ambos países regula hace más de 10 años sus vínculos económicos. Según cifras de InvestChile, sobre la base de datos del Banco Central, la inversión acumulada de China continental en Chile alcanzaba los US$ 1.283 millones al 31 de diciembre de 2015. Lo anterior, sin contar la inversión acumulada de Hong Kong (región administrativa especial de China) en Chile, que alcanzó los US$ 6.835 millones al cierre de ese año. (El Mercurio / GDA)

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Bethwines. El año pasado la firma chilena ocupó el séptimo lugar en el ranking del sector vitivinícola de su país. (Foto: El Mercurio / GDA)

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