Publicidad

La Fórmula 1 despliega llamativas estrategias de marketing delante y detrás de boxes

Compartir esta noticia
Mercedes
Formula One F1 - German Grand Prix - Hockenheimring, Hockenheim, Germany - July 27, 2019 Mercedes mechanics work on the car ahead of qualifying REUTERS/Kai Pfaffenbach
KAI PFAFFENBACH/REUTERS

MARKETING DEPORTIVO

Las marcas realizan movidas originales junto a las escuderías, que hacen mucho más que ruido con los motores de sus autos

Quién dijo que todo está perdidou2026» dice la famosa canción titulada «Yo vengo a ofrecer mi corazón» que hizo masiva con su tradicional poncho y bombo la «Negra» Mercedes Sosa. Aunque no es muy cool ni glamorosa, ésa puede ser la música de fondo ideal para la Fórmula 1, que algunos agoreros imaginan en extinción con la silenciosa -literalmente hablando- llegada de la Fórmula E, pero que cada temporada sigue «vivita y coleando».

La demostración surge de observar no solo los capítulos de la serie documental de Netflix «Drive to survive», sino también de muchas acciones que no se ven en la pista de carrera, y sí en los boxes.

El fin de semana pasado se corrió el Gran Premio de Alemania, casa de Mercedes Benz, que decidió festejar de una manera bien particular los 125 años desde su primera carrera en el automovilismo. Para conmemorarlo, cambiaron el look del auto y vistieron a los mecánicos como lo hacían en los años u201930: de época, con gorrita y overol blanco.

Semanas atrás fue la presentación de la película de James Bond en el GP de Silverstone (Reino Unido) y tuvo como protagonista principal a Red Bull. La conexión del famoso espía con la escudería que «te da alas» es que el equipo de competición se llama Red Bull Aston Martin, marca fetiche del inolvidable e inoxidable agente 007. Los pilotos de la escudería -el francés Pierre Gasly y el holandés Max Verstappen- fueron «lookeados» como si fueran James Bond, y en los momentos previos a la largada, los mecánicos se arremolinaron junto al alerón trasero del auto (donde se ve la leyenda 007) «aparentemente» para solucionar un desperfecto de último minuto. ¿Casualidad o causalidad? ¿Arreglaron algo o ganaron segundos de cámara?

No quedan inocentes en la Fórmula 1.

Hablando de coincidencias, el Gran Premio de Mónaco coincide con el prestigioso festival de cine en Cannes, que está ahí, bien cerquita. Sin dudas, es una buena ocasión para aprovechar los dos eventos y sumarle ruido y glamour a las películas.

Tiempo atrás, la escudería más disruptiva y que hace punta en la carrera del marketing -el equipo Red Bull- promocionó de una manera bien particular la película «Superman Returns» (2006). ¿Cómo? No fueron tan lejos el día de la carrera, pero sí en cambio en las prácticas del sábado se lo vio en boxes al piloto de Red Bull vestido como «el hombre de acero», al que únicamente lo debilitaba la kriptonita, no solo el cronómetro que marcaba su tiempo en la pista. Ese sábado apareció por boxes el actor Brandon Ruth, que interpretó en la película a Clark Kent, y el piloto vestido como superhéroe fue David Coulthard.

«Tuve la suerte de estar en ese GP y ver el circo que hacían», rememora el empresario Rodolfo Civale, gerente general de GSK en Argentina, que vivió in situ la experiencia. «Imaginen la fiesta de promoción de la película en el hospitality de Red Bull, realizado en una isla flotante montada especialmente en la bahía de Mónaco el sábado por la noche».

Quien crea que la Fórmula 1 es solo ruido de motores se está olvidando de ver qué pasa en los boxes, qué detalles muestran los autos y cómo es el circo que se arma alrededor. Pequeños detalles que obligan a pensar que a aquel remanido refrán «mucho ruido y pocas nueces», como se suele decir en el ámbito empresarial, también le llegó su Uber.

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

fórmula 1

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad