Verónica Albert Joyas seduce con la calidad de su propuesta; sus artesanías elaboradas con finísimos hilos de metal precioso son su sello más distintivo
Joyas que son piezas de arte, esa es la propuesta de Verónica Albert. Las filigranas y las creaciones con piedra pirita son los sellos más distintivos de esta orfebre.
Con la colección Athenas filigranas, Albert elabora piezas únicas que fabrica con finísimos hilos de metal precioso (oro o plata). Otro tanto impacta con su colección de Pirita. «Esta piedra me apasiona, me cautivan su color y las texturas que logro al tallarla», revela quien conoció a esta materia prima en Perú, donde se enamoró de la artesanía en joyas.
«En Lima me maravillé con el trabajo de los artesanos, con el arte y con el valor de lo hecho a mano», recordó quien emigró como licenciada en Gerencia y Administración de Empresas para realizar una Maestría en Gestión Comercial.
Mientras esperaba el comienzo de las aulas, Albert se anotó en el Instituto Peruano de Joyería y Arte a estudiar orfebrería. «Ahí descubrí mi pasión: el diseño de joyas», confesó.
De regreso a casa, la emprendedora aunó sus dos vetas y creó Verónica Albert Joyas. Combinó su faceta empresarial y creativa con éxito e instaló su atelier. A las ideas estéticamente bellas le sumó impulso comercial y desarrolló una plataforma de e-commerce, donde se encuentran piezas desde US$ 60 hasta los US$ 500.
Más allá de exhibir sus colecciones, en su taller Albert recibe a sus clientes. Entrevista mediante, logra captar qué piden y necesitan para luego crear piezas a medida.
Sus manos dan vida a pulseras, anillos, colgantes y hasta diademas. Las creaciones con pirita son especialmente solicitadas por quienes creen en las propiedades que se le atribuyen a estas piedras. Entre otras cuestiones, se dice que la pirita logra alejar las malas energías, combatir el estrés y fomentar la comunicación.
El nombre de las colecciones de Albert es otro de sus puntos fuertes. Cada una homenajea a una ciudad del mundo.
After work