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Empresas postales reformulan su negocio para no desaparecer

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Cartas. La correspondencia poco a poco deja paso a la paquetería.

Ante la significativa caída de los envíos de correspondencia en el mundo, apuestan a desarrollarse en el negocio logístico; prevén que el e-commerce dé impulso al mercado en el largo plazo.

Un mail avisa que la factura está lista para descargar por Internet. Un mensaje de un banco anuncia un sorteo para aquellos que decidan dejar de recibir el estado de cuenta en papel y se pasen al electrónico. Y, al mismo tiempo, algunas operadoras de televisión por cable deciden dejar de enviar la revista de programación y su factura.

Ya sea por reducción de costos, por mejoras operativas o porque los nuevos usuarios tecnológicos lo solicitan, el envío de documentación impresa, cartas o estados de cuenta, tiende a decaer. Y, como contrapartida, crece el envío de paquetes en el mundo, de la mano del incremento del comercio electrónico. Esto obliga a las empresas postales uruguayas a mutar su modelo de negocio para subsistir.

Según el Internacional Post Corporations, en la primera mitad de 2015, el sector aumentó sus ingresos un 3,3%. Pero, al mirar más de cerca los números, se observa que el crecimiento de los ingresos se mantuvo estable para las cartas (0,2%), pero se duplicó para las encomiendas (10,5%).

Roberto Cavanna, secretario general de la Unión Postal de las Américas, España y Portugal (Upaep), dijo que esta tendencia es un reto para el sistema postal global y que el desafío de los jugadores postales es «transformarse bien, rápido y con un buen servicio».

En Uruguay, el efecto en el área de cartas es lento pero inminente. Hasta 2014 el sector registraba un crecimiento anual de un 8%, según datos de la Ursec. Ese año hubo unos 132 millones de envíos postales (125 millones de cartas y 7 millones de paquetes). Pero el viento a favor se detuvo. Según el presidente del organismo, Gabriel Lombide, si bien aún no están publicados los datos totales, se estima que el volumen decreció levemente en 2015.

El jerarca es cauto al hablar de tendencia, porque la baja fue de unos 2 millones de envíos y «es el primer año que decreció», pero de todas formas reconoce que la situación internacional de caída en los envíos de correspondencia (cartas) llegará.

Recalculando.

Varios jugadores del mercado ya se preparan para este cambio. El Correo Uruguayo, el jugador más importante (tuvo en sus manos un 38% de los envíos postales en 2014), registró un incremento de un 3% del negocio en 2014 y en 2015. De todos modos, previendo que la tendencia mundial llegará, planea posicionarse como operador logístico de paquetes. De hecho, su área de logística creció 8% en 2015 con respecto al año anterior, informó su gerente general, Fernando Garín.

«Entre los proyectos, invertiremos en una nueva flota adaptada a paquetes de más volumen, en la modernización de las sedes acondicionándolas para la gestión de paquetes y en un software y tecnología de seguimiento de productos», explicó Garín.

Su plan más ambicioso es la construcción de un Nuevo Centro de Procesamiento Postal de 10.000 metros cuadrados, en el Parque Industrial de Pando (Bypass Ruta 8). Insumirá unos US$ 12 millones, financiados en un 80% por la CAF y estará listo a fines de 2018. Además, ampliar la capacidad de producción, permitirá «mejorar la eficiencia por la centralización, la ubicación, el diseño y la aplicación de nueva tecnología», destacó.

Dentro de su posicionamiento como jugador logístico de e-commerce, el Correo cuenta con: Ahíva (plataforma digital para enviar, recibir y pagar compras o paquetes para empresas), Casilla Mía (servicio para compras en EE.UU. por Internet) y Exporta Fácil (sistema integral de exportación simplificada por vía postal para Mipymes). Para ampliar sus servicios, el Correo lanzará TuBox, una red de lockers automatizados de autoservicio disponibles las 24 horas, los siete días de la semana para la entrega de encomiendas. «Ya tenemos una prueba piloto en Jacksonville y Costa Urbana Shopping», dijo Garín.

Para Sebastián Salveraglio, director de UES, las señales indican que en Uruguay el cambio aún no llegó con fuerza pero es inminente. La empresa, segundo jugador postal del país con un 9% de los movimientos en 2014 (casi 11 millones), tiene aún en el envío de cartas el corazón de su negocio, que representa algo más de 90% de sus ingresos. Aun así, dista del 98% que era hace un par de años, advirtió Salveraglio, para quien la principal causa proviene del ajuste de costos de sus clientes.

El empresario reconoce que ante una realidad que «se avecina», alguna reconversión «hay que hacer», porque quien no se adapte «va a quedar afuera». Es así que su firma profundizó el negocio de la gestión de stock y paquetería. «Durante el segundo semestre de 2015 invertimos en tecnología para el seguimiento de paquetes online y en equipamientos para los gestores y distribuidores que están en la calle», indicó.

Plaza Correo, el tercer jugador postal del mercado (con casi 6 millones de envíos en 2014) vive una situación similar. Su negocio aún se mantiene en base a las cartas de diferentes áreas, pero ya se prepara para el cambio. «Sabemos que a futuro el e-commerce será el primero en el mercado postal. El mercado baja, no creo que en el corto plazo, pero la diversificación está llegando y, si no cambiás, desaparecés», aseguró su director, José Ignacio Gómez Platero. Pero para el empresario, si bien se aprecia un incremento de envíos de paquetes, en Uruguay el comercio electrónico aún no despegó, entre otros factores porque «todo queda un poco cerca». Es por ello que la firma apunta a profundizar su negocio de envíos de correspondencia de mayor valor, como contratos para firmar, ejemplificó.

«En nuestro caso, el negocio de las cartas bajó un 15% en el correr del año pasado, debido a que las empresas ajustaron sus costos. Entonces, empezamos el año pasado con envíos de mayor valor, un área que crece y al que apuntaremos, porque son envíos con valor agregado», amplió.

Tiempost, la cuarta empresa del sector (movió 5,8 millones de envíos en 2014) comenzó a procesar este cambio hace unos dos años para atender el mercado electrónico, dijo el vicepresidente ejecutivo, Rubens Martínez.

Fue la respuesta de la compañía a un negocio postal que representa un tercio del total de la empresa y cayó 20% el año pasado. «En dos años, invertimos unos US$ 2 millones en servicios para empresas que quieran impulsar el comercio electrónico, entre tecnología, infraestructura y flota», dijo. Además, la firma está a punto de lanzar una plataforma tecnológica para empresas que no cuenten con ella, adelantó Martínez.

César Schiavo, principal de Urupost, reconoció también que se deben reestructurarse para sobrevivir. En su caso, el plan es hacer crecer el negocio de cadetería con dos matices: cadetes fijos en las empresas u ofrecer el servicio a demanda. «Vemos que muchas empresas han comenzado a tercerizar este servicio», dijo. Hasta el año pasado, las cartas eran entre un 60% y un 70% del total, pero ya registró una baja de un 20%, aseguró. En tanto, en el negocio de cadetería «vemos en leve repunte en nuestra empresa, es un rubro que crece pero que lucha contra un sector que está muy informal», matizó.

Para Salveraglio, este cambio, además de ser coyuntural, también es generacional. «Por ahora, a la gente le gusta recibir el papel para sentirse seguro, tener la factura paga, guardar el comprobante para controlar sus gastos, pero a medida que los que toman esas decisiones cambien y sean los usuarios tecnológicos, esa realidad va a cambiar». Al parecer, solo es una cuestión de tiempo.

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