NEGOCIOS

El guardarropa no verá una renovación o ampliación importante durante los próximos 12 meses, estiman las empresas de indumentaria, que proyectan un año donde no crecerá su negocio y una magra rentabilidad.

Así lo entendieron siete CEO y directores de empresas del rubro encuestados por Opción Consultores para su Monitor de Sectores Productivos, entre julio y septiembre.

El relevamiento señala que el 86% de los encuestados espera que su sector se mantenga estable, mientras que un 14% prevé una caída de la actividad mayor al 6%. Ninguno de los empresarios consultados auguró crecimiento en los próximos 12 meses.

«Los motivos que explican esta percepción de estabilidad pasan por lo efectos de la pandemia, donde se destaca la caída del turismo y el aumento del consumo interno», explica Opción en el reporte.

En tanto, los argumentos de quienes esperan una merma del negocio pasan por el debilitamiento de la economía y un bajo nivel de consumo.
El panorama poco alentador se agudiza al revisar las condiciones de rentabilidad.

El 71% de los encuestados del sector considera que serán muy malas o malas, mientras que un 14% las evalúa como neutras, mismo porcentaje que las considera buenas o muy buenas. Esta valoración implica una recuperación de los niveles registrados en 2018 (el año pasado no hubo opiniones positivas).

Los altos costos impactan fuertemente en la percepción negativa de la rentabilidad que tienen los empresarios. «Los principales desafíos manifestados pasan por reducir los costos operativos y por revertir ineficiencias en cuanto al posicionamiento y al relacionamiento con clientes», señala el estudio de Opción.

La realidad adversa en el sector y a nivel de la economía del país —71% cree que la situación será muy mala o mala, mientras que un 29% espera que será neutra— tiene un efecto directo en las expectativas en la demanda de mano de obra y los proyectos de inversión.

En ese sentido, un 71% de los empresarios consultados pronostica una reducción en las contrataciones en el sector y un 57% espera una retracción de la inversión (el 43% restante augura un escenario estable).

Las empresas de indumentaria consideran que la gestión de calidad, la planificación financiera, la gestión comercial y de ventas y la gestión de la innovación son las áreas de mayor desarrollo en sus organizaciones.
En el debe está la información e investigación de mercado y clientes, señalada como el área de menor desarrollo, seguida por la planificación estratégica y la de marketing.

La baja evaluación del trabajo en marketing pone más cuesta arriba superar los desafíos que visualizan las empresas de indumentaria en ese campo específico. Allí subrayan aspectos asociados a la tecnología digital como las ventas web y la diferenciación en las redes sociales, pero también el «impacto social, ambiental, económico y de desarrollo humano» que tienen las marcas de vestimenta.

Estos puntos condicen con las tendencias en hábitos de consumo que se ven en el sector, como la sustentabilidad, las compras por Internet y la disminución del consumo.

Con vistas al largo plazo, las empresas de vestimenta entienden que la gestión de la relación con clientes emerge como el área más relevante para su desarrollo futuro. Le siguen la gestión de RR.HH., la gestión comercial y de ventas, la gestión de la innovación y la planificación financiera, indica el reporte de Opción Consultores.