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Elaboraba vinos en la cochera de una casa y ahora produce sidras premium

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Alto Vuelo. Produce 5.000 botellas de 750 cc al año. Foto: La Nación / GDA.

NEGOCIOS

El argentino Ricardo Tello produce con el método champenoise para las burbujas, usado para espumantes en la región francesa de Champagne

Alto Vuelo. Produce 5.000 botellas de 750 cc al año. Foto: La Nación / GDA.
Alto Vuelo. Produce 5.000 botellas de 750 cc al año. Foto: La Nación / GDA.

Las reiteradas crisis de la industria vitivinícola desde los 80 hasta el 2000 terminaron convirtiéndose en una oportunidad para que los hijos de un productor de uvas instalaran primero una bodega boutique y, hace dos años, comenzaran a producir sidra con manzanas de primera calidad con el método champenoise.

A los 18 y 13 años, los hermanos Tello —Ricardo y Farid— empezaron a elaborar vinos en la cochera de su casa en Cervantes, Río Negro. Desde chicos vieron cómo su papá había cultivado uvas y vendido a bodegas, pero en el 2000 abandonó la actividad: la crisis golpeó fuerte y cerraron muchas bodegas y cooperativas.

«Empezamos a elaborar con lo que teníamos, con una moledora manual y barricas de plástico —cuenta Ricardo—; hacíamos a prueba y error, pero nos perfeccionamos, nos recibimos de ingenieros agrónomos y enólogos y hoy tenemos una bodega boutique». La bodega San Sebastián tiene barricas de madera de primer uso, tanques de acero inoxidable y produce vinos de autor, con unas 15.000 botellas al año.

En la línea de barrica —Lechuza— tiene el Cabernet Franc ganador, en 2017, de la medalla de oro en Río Negro, donde compitieron elaboradores artesanales y grandes bodegas. También hacen Pinot Noir y Trousseau. La «estrella» es el Gran Reserva con 24 meses de barrica, un blend de cuatro variedades.

Tello. Comenzó con una moledora manual y barricas de plástico. Foto: La Nación / GDA.
Tello. Comenzó con una moledora manual y barricas de plástico. Foto: La Nación / GDA.

Hace dos años, Ricardo arrancó con «Alto Vuelo», una producción de sidras con el método champenoise (usado para espumantes en la región francesa de Champagne). Creó el emprendimiento luego de capacitarse en Europa.

Fabrican sidra a partir de variedades como Pink Lady (manzanas chicas, muy sabrosas, que se exportan). Aplican la técnica de prensado asturiano con tela, lo que les permite no agregar agua y obtener un buen nivel de acidez.

Para las burbujas, usan el método champenoise y el segundo fermentado se hace en botella. «Hacemos variedades extra brut (seis veces menos de azúcar que una sidra industrial) y demi sec, con tres veces menos azúcar», indicó. Producen, por ahora 5.000 botellas de 750 cc al año que comercializan en Río Negro, Neuquén y Chubut.

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