El local de Luis Alberto de Herrera cambió su oferta, dejó de ser restaurante y apunta a la comida de paso, además Raffi contará con una planta elaboradora donde también atenderá al público.

La comida armenia es mucho más que lehmeyún. Así lo sabe y pregona Raffik Isaguolian con Raffi, empresa que ahora está en plena etapa de renovación.

Con más de 20 años de trayectoria en el rubro gastronómico, el emprendedor decidió darle un giro al local de Luis Alberto de Herrera 1259 (frente al World Trade Center). Dejó atrás la apuesta al restaurante y convirtió su negocio en rotisería y panadería armenia.

Otra de las novedades es que la firma estrenará una planta elaboradora en Río Negro y La Paz y ese local céntrico —además de abastecer la rotisería y panadería— también atenderá al público.

«La gente venía al restaurante y nos pedía que le vendiéramos panes armenios, yo explicaba que eran acompañamiento de nuestros platos», recordó Isaguolian. Ahora le dará el gusto a los comensales que querían llevarse sus delicias a casa. Habrá pan de pita y de lavash, que se ofrece solo o con rellenos de carne (vacuna, de cerdo, pollo o cordero) o en su versión vegetariana (de falafel o verduras asadas).

Los lehmeyún permanecerán en el menú, que incluye los tradicionales y las variedades con ensalada y muzarela.

La comida de Raffi incluirá ensaladas y salsa, que ya son un clásico de la casa. No faltará la ensalada tabulé, hecha con trigo bulgur, tomate, cebolla, pepino, morrón, menta fresca y perejil picado, condimentada con aceite, especias y limón, que generalmente se sirve sobre hojas de lechuga.

Los dulces serán otras de las tentaciones. En la variedad de la casa se incluyen baklava, un tradicional postre armenio crocante de masa filo relleno con nueces, azúcar, con sabor a canela y bañado en almíbar y kadeif (masa crocante similar a cabellos de ángeles, rellenos de nueces, canela y almíbar).

Raffi está abierto de lunes a sábado de 9 a 24 horas y recibe pedidos hasta las 23:30.

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