AFTER - WORK

Poca cantidad, pero gran calidad es la apuesta de Club del Pan, el emprendimiento liderado por Gonzalo Zubiri que convirtió la esquina de Pablo de María y Lauro Müller en la más tentadora de Parque Rodó.

No hay cómo pasar por ese rincón sin tentarse con el aroma a pan y café. Ocho mesas y una barra de mármol para compartir invitan a probar algunas delicias de la casa: café de especialidad de La Madriguera, pan de chocolate, croissants o rolls de dulce de higo o queso azul.

El alma del negocio es el pan, pero la propuesta se multiplica mediante acuerdos con emprendedores que apuestan a la producción a pequeña escala y valoran los procesos artesanales.

El Club del Pan también funciona como una panadería artesanal, donde diariamente se producen tres variedades de pan: de campo (550 gramos, $ 120), integral con semillas como girasol, chía, avena, sésamo (800 gramos, ?$ 200) y focaccias de cebolla, romero, tomate cherry y aceite de oliva nacional (600 gramos, $ 160).

«El proceso del pan es lento, lo hacemos con masa madre y demora en leudar», puntualiza Zubiri, que remarca los beneficios de su producción artesanal: «este pan dura más tiempo fresco, es más sabroso, tiene mejor aroma y es más digerible».

Este empresario gastronómico nunca trabajó en una panadería tradicional, pero su amor por elaborar pan lo llevó a viajar y perfeccionar su técnica. Le contó a un amigo chef que quería aprender, tuvo oportunidad de trabajar en un restaurante y cuando decidió independizarse le prestaron un horno donde cocinaba y luego salía a repartir él mismo.

El Club del pan abre de martes a viernes de 8:30 a 19 horas. Los sábados el horario es de 10 a 15.