Publicidad

Los cariocas rompen su idilio con Uber

Compartir esta noticia
En pie de guerra. Como en otras ciudades del mundo, los taxistas cariocas se han manifestado contra la llegada de Uber.

La empresa sube los precios con la temporada alta en Río de Janeiro y facilita avance de su rival Cabify

Se acabó la luna de miel de los cariocas con Uber. En diciembre, la temporada alta y las lluvias tropicales han disparado, como cada año, el precio de los taxis (que pasan a aplicar la tarifa nocturna todo el día), pero también los de la hasta ahora exitosa aplicación.

El aumento de precios no solo ha generado un aluvión de críticas de sus clientes sino que está poniendo a prueba la capacidad de Uber para fidelizar usuarios sin las tarifas competitivas que lo hicieron popular. Las redes sociales, que ya no perdonaban un número cada vez mayor de conductores que no conocen trayectos básicos de la ciudad, reflejan las quejas de los usuarios.

Han circulado todo tipo de elucubraciones para explicarse por qué los viajes pasaron a costar el doble (o más) a cualquier hora del día. Hasta se ha promovido la teoría de que los conductores de Uber conspiraban colectivamente y apagaban sus teléfonos al mismo tiempo para forzar una caída de la oferta y conseguir así aumentar los precios. La compañía, que está haciendo esfuerzos por explicar su política de tarifas, mantiene que esa hipótesis es un rumor y que es imposible que los choferes consigan manipular el algoritmo para establecer sus tarifas.

Competidor español

Mientras los taxistas celebran la indignación con la app de sus exclientes, un nuevo competidor se abre paso a brazadas. Cabify, firma española que ofrece el mismo servicio que Uber con vehículos ejecutivos, está sacando partido.

La compañía, presente también en la región (incluido Uruguay), llegó a cuatro ciudades de Brasil este año y han emprendido, como Uber en sus inicios, una estrategia agresiva para atraer usuarios y conductores. Los pasajeros tienen variedad de descuentos (por traer nuevos clientes, por colocar un código, etc) y precios aún más bajos que los originales de la competencia.

Los conductores, por su parte, disfrutan de bonos generosos para incentivarlos a conducir con ellos, lo que está atrayendo a un buen número de choferes de Uber, que se dicen exhaustos ante la cantidad de viajes que necesitan hacer para llegar a fin de mes. Atraer conductores es clave para Cabify también para aumentar su demanda, porque su punto débil es un tiempo de espera que puede superar los 15 minutos, una eternidad en tiempos de Uber y taxistas ociosos.

Las apps no revelan ningún dato que pueda servir de pista a sus competidores, pero Cabify confirma el aumento de solicitudes -de conductores y de clientes- en diciembre tanto en Río como en el resto de ciudades brasileñas donde opera. Su director general en Brasil, Daniel Velazco-Bedoya, dice que el número de pasajeros crece entre 80% y 90% cada mes.

Uber mantiene que los precios volverán a la normalidad. Defiende la implementación de una tarifa dinámica (según los barrios y el horario en que se solicita el coche) con algo tan sencillo como equilibrar la oferta y la demanda. Aumentando el precio -que el pasajero sabe de antemano- muchos de los interesados desisten y buena parte de los conductores se dirigirán a las zonas con más clientes.

Pero el desafío para Uber es aún mayor. Competir con el taxi, que arrastra una fama de servicio deficiente, es más fácil que lidiar con un competidor que en mayo ya tenía el 80% de su facturación en América Latina y que quiere su parte del pastel en Brasil.

Mientras, el Ayuntamiento de Río está empeñado en prohibir las aplicaciones a golpe de leyes que la Justicia, a favor de momento de la entrada de nuevas tecnologías, suspende. (El País de Madrid)

El eterno femenino de una imaginativa pintora
En pie de guerra. Como en otras ciudades del mundo, los taxistas cariocas se han manifestado contra la llegada de Uber.

REGIÓN

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

UberCabify

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad