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El bitcoin desata la "fiebre del oro digital"

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INFORME

A pesar de los constantes vaivenes en su cotización y el temor al estallido de una burbuja, La criptomoneda más famosa se expande captando a más inversores, empresas y público masivo

El descubrimiento de oro en California, a fines de la década de 1840, desató una «fiebre» en todo EE.UU. que llevó a más de 300.000 personas a mudarse a la costa oeste con la expectativa de extraer el preciado metal. Casi 170 años después, una moneda virtual y descentralizada, el bitcoin, es la causa de una nueva «fiebre» en el mundo de los negocios.

Y, así como quien sufre un cuadro febril ve subir y bajar la temperatura corporal, el mercado ha atestiguado una trayectoria similar con el precio del bitcoin, desde que surgió en 2009 creada por un tal Satoshi Nakamoto, cuyo paradero y verdadera identidad son un completo misterio.

El pasado viernes 22 la moneda sufrió una caída estrepitosa de US$ 8.000 en su cotización, quedando por debajo de los US$ 13.000. Esa misma semana, los inversores de bitcoins estaban exultantes porque la divisa había alcanzado su techo máximo: US$ 20.000.

Por entonces, el valor acumulado de todos los bitcoins en circulación ascendía a la astronómica cifra de US$ 300.000 millones.

Pese a las fluctuaciones de la criptomoneda y el recelo que esto genera en algunos tomadores de decisiones, cada vez más compañías, empresarios e inversores están apostando al bitcoin.

En algunos casos los resultados son cuando menos sorprendentes. El fondo Pantera Bitcoin, uno de los primeros en el mundo en dedicarse a las monedas virtuales, informó sus retornos en una carta enviada a sus inversores el martes 19. Fundada en 2013, la compañía logró una cifra impresionante: 25.004%.

El nivel de retorno registrado por Pantera Bitcoin deja muy atrás el 148% cosechado por el fondo de cobertura de mejor rendimiento en 2017, según el servicio de estadísticas Preqin. En promedio, los rendimientos anuales compuestos de Pantera Bitcoin rondaron el 250%.

El fondo ha ganado US$ 2.100 millones para sus inversores, según la compañía.

¿Cuál ha sido su estrategia? Básicamente comprar bitcoins y conservarlos a medida que la cotización subía.

Dan Morehead, el fundador de la compañía, dijo que el fondo ha resultado atractivo porque le permite a los inversores acceder al bitcoin sin tener que recurrir a los exchanges, las plataformas online donde la gente compra y vende las monedas virtuales y que han sido blanco de varios hackeos en los últimos años.

Morehead no está solo en esta movida. Alrededor de 175 fondos de cobertura enfocados en monedas virtuales salieron al ruedo este año, según la firma de investigación Autonomous Next.

Quienes confiaron en el bitcoin desde un primer momento haciendo oídos sordos a las voces críticas y desconfiadas, están viviendo un momento de dulce revancha. De ese selecto grupo forman parte los gemelos Tyler y Cameron Winklevoss, exremeros olímpicos y emprendedores conocidos por haber estado vinculados al nacimiento de Facebook. Los Winklevoss pelearon —sin éxito— en la Justicia con el fundador de la red social, Mark Zuckerberg, por la propiedad de la compañía. Ambas partes llegaron a un acuerdo que les dejó a los gemelos US$ 65 millones; el dinero terminó convertido en bitcoins y fue la semilla que hizo de los Winklevoss los primeros millonarios en divisas virtuales en 2013. Se estima que su patrimonio virtual creció a US$ 1.300 millones con el salto de la cotización del bitcoin hasta los US$ 20.000.

«Hemos transformado esas risas en oxígeno y viento a favor», se jactó Tyler Winklevoss en una reciente entrevista. Supieron ser pacientes y además han dicho sentirse a gusto en apuestas de «alto riesgo» aún si son de muy largo plazo.

De hecho, los grandes ganadores del bitcoin, como los Winklevoss, son aquellos inversores que se aventuraron en este mercado con mucho dinero y «espaldas» para soportar la montaña rusa de precios generada por el bitcoin, en especial durante su etapa inicial.

«Creemos que (el bitcoin) es una de las mejores inversiones del mundo y lo seguirá siendo por las próximas décadas», arriesgó Winklevoss.

El furor por la criptomoneda llevó a grandes compañías como Dell, Microsoft, Virgin Galactic o Expedia, a aceptarla como un medio de pago tan válido como el dinero físico.

En plena euforia, algunas empresas dieron un giro radical en su negocio y hasta cambiaron su nombre para subirse a la ola del bitcoin.

Tal es el caso de Long Island Iced Tea Corp, rebautizada en diciembre como Long Blockchain Corp. Esta compañía de tés helados y limonadas, con base en Nueva York, anunció que trabajará en el campo del blockchain, la tecnología en que sustenta el funcionamiento del bitcoin.

«Vemos los avances en el blockchain como una oportunidad única, y hemos decidido cambiar nuestra estrategia para buscar oportunidades en esta industria en evolución», argumentó la compañía en un comunicado.

Al interés creciente del mundo corporativo se está sumando el público masivo que recurre a plataformas de transacción como Coinbase para operar sus bitcoins.

Vanessa Lorenzo (26), una joven de Miami, cuenta que descartó usar los US$ 1.000 que había ahorrado para comprar muebles para pasarlos a bitcoins. «Antes era una cosa para ‘frikis’ u hombres de Wall Street. Pero ahora es un comportamiento global», dijo.

Temor a la burbuja.

La alta volatilidad en torno al bitcoin hace presagiar el estallido de una burbuja.

«Mucha gente es ingenua y está entrando en una burbuja que va a explotar en algún momento», afirmó Rod Soto, secretario de Hack Miami, una comunidad de «hackers éticos» de Florida (EE.UU.). Y alerta: «Cuando el taxista dice que está comprando bitcoins, es que ya hay una burbuja».

El bitcoin enfrenta otros problemas que son un lastre para su expansión, como la falta de controles y de seguridad en sus transacciones, lo que expone a los tenedores de criptomonedas y billeteras digitales a los hackers. A diferencia del dinero depositado en el banco, cuando el bitcoin desaparece no hay modo de recuperarlo así como tampoco hay un seguro que cubra esa pérdida.

Pese a la incertidumbre que despierta, el bitcoin sigue captando adeptos dispuestos a arriesgar. Como Morehead concluye: «hay un montón de gente famosa que ha dicho que el bitcoin es un chiste. Podrían tener razón, pero si están equivocados y sube 25 veces, se están perdiendo un enorme intercambio». (CON INFORMACIÓN DE THE NEW YORK TIMES Y EFE)

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