After work

Un café sorprende en la esquina de San José y Aquiles Lanza. La puesta en escena de Atorrante Café recuerda boliches de antaño, pero el local está hecho a nuevo. Sillas de madera reciclada conviven con estructuras de hierro y cemento a la vista. Cada elemento estético se pensó al mínimo detalle para que una carta donde reina el café se complemente con exquisiteces varias.

El proyecto -liderado por Nicolás Fumía, Joaquín Rubio, Martín Pittaluga y Jorge Jover- se gestó desde el año 2018 y vio la luz en diciembre pasado. Hoy el local, que supo albergar una frutería y también un comité político, dio paso a un café que puede visitarse en horario extendido: de lunes a sábado desde las 8:00 hasta las 22:00.

«Queremos que todos vean que Atorrante Café está abierto todo el tiempo», remarcó Fumía. «Apostamos a aprovechar el momento de auge que vive el café y apostamos a democratizar su consumo, que vengan quienes pueden pagar $ 80 por un café y también los que están dispuestos a pagar $ 1.000 para comer y tomar una copa de vino», explicó.

Con aires de café antiguo, el recinto que está ubicado frente al Mercado del Inmingrante y a metros de Ganache Café, no es solamente una cafetería. También ofrece bebidas alcohólicas y sidras y cervezas artesanales.

Uno de los atractivos de la casa se experimenta a la hora del vermut. Haciendo honor a la típica preparación del Bar hispano, esta apuesta ofrece un escabeche de cordero (que hace un productor de Sauce), un queso de cabra, longaniza, aceitunas, entre algunas otras delicias.

El proyecto se ejecuta en distintas etapas. El establecimiento sumará nuevo equipamiento de cocina y Atorrante agregará opciones para el mediodía.

El menú ejecutivo, algo que ya demandan sus clientes, se impondrá en breve. «Pensamos en un menú rico, bonito y barato», reveló Fumia.

Por ahora la bollería y pastelería artesanal conviven con variedades de café que llegan de la mano de Tres Montes.