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Argentino replica la pasta de maní que combate la desnutrición en África

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Matías Pavignano junto a Guillermo Valinotto en la fábrica de Argenut. Foto: La Nación / GDA.

NEGOCIOS

Matías Pavignano creó la empresa Argenut Food SAS para elaborar Plumpy’Nut, un alimento terapéutico de alto contenido calórico que usa Médicos Sin Fronteras

Hace diez años, cuando trabajaba en una empresa exportadora de maní, el cordobés Matías Pavignano recibió un pedido de Francia: les querían comprar pasta de maní para elaborar Plumpy’Nut, un alimento terapéutico de alto contenido calórico que usa Médicos Sin Fronteras para combatir el hambre en África y que algunos consideran «milagroso».

Pavignano se guardó esa idea en la cabeza y en 2013, cuando ya había fundado su propia empresa procesadora de maní en Villa María, pensó junto a su ex jefe, el ingeniero en alimentos Guillermo Valinotto, en comenzar a producirla localmente y ofrecer una solución a los millones de chicos malnutridos de la Argentina. En 2015 Valinotto murió y las palabras que le dejó sumaron como una motivación más para concretar el proyecto: «Siempre se puede hacer algo por alguien».

Luego de un trabajo de investigación que incluyó a nutricionistas prestigiosos y científicos del Conicet y tras recibir un fondo de un millón de pesos del Ministerio de Ciencia y Técnica de la Nación, Pavignano comenzará a producir comercialmente el «Plumpy’Nut argentino» a principios del año próximo. Cada ración, de 50 gramos, costará alrededor de US$ 0,50 y tendrá una fórmula consistente con los déficits de nutrición actuales. La intención es que sea barato en comparación con la leche en polvo, el principal complemento nutricional para los niños.

La pasta de maní que se usa en África tiene 500 calorías por ración mientras que la versión de Argenut tiene 250 calorías y sirve para suplementar una dieta falta en proteínas, calcio, hierro, vitamina c y zinc. Podría decirse, a modo ilustrativo, que un sobre equivale a un trozo de carne de 50 gramos y una ensalada, pero la intención es que sea un complemento y no que reemplace a un plato de comida. «Esto es un puente; no viene a salvar sino a estabilizar las personas con problemas nutricionales. Necesitamos cuidar sobre todo a los niños de 0 a 5 años, a los que la desnutrición les deja una marca para toda la vida», dice Pavignano.

La firma que Pavignano creó para tal fin se llama Argenut Food SAS y, según explica «desarrollará productos a base de alimentos tradicionales para distribuirlos en un mercado no tradicional» a través de gobiernos y organizaciones. Ese mercado no tradicional es lo que el economista americano nacido en india C.K. Prahald llamó los BOP: the Bottom of the Pyramid (la base de la pirámide), que en el mundo son los 4.000 millones de personas que viven con menos de US$ 2,50 por día.

"No vengo a inventar nada, simplemente tomo un concepto y lo adapto a nuestra problemática, con insumos de la región"

Matías Pavignano junto a Guillermo Valinotto en la fábrica de Argenut. Foto: La Nación / GDA.
Matías PavignanoArgenut

La firma funcionará en la primera etapa dentro de Inproal SRL, la empresa de Pavignano, que está ubicada en la ciudad cordobesa de Villa María y actualmente procesa y vende 3.000 toneladas de maní anuales: 2.400 para consumo interno y 600 para exportación.

Estos sobrecitos pueden rescatar en ocho semanas a un niño con desnutrición severa, lo que se debe no solo a lo revolucionario de su fórmula sino también a las facilidades de uso: está listo para consumir y los niños pueden mantener el tratamiento en sus casas sin necesidad de quedarse internados ni desplazarse muchos kilómetros para recibirlo.

En 2007 la Organización Mundial de la Salud, Unicef y el Programa Mundial de Alimentos lo definieron como la mejor opción para el tratamiento de la desnutrición infantil.

«No vengo a inventar nada, simplemente tomo un concepto y lo adapto a nuestra problemática, con insumos de la región», dijo Pavignano.

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