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Andrés Rettich: "En relojería queda buen trecho para trabajar con el reloj tradicional"

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Andrés Rettich La Hora Exacta
ND 20190729, foto Leonardo Maine - Archivo El Pais Andrés Rettich La Hora Exacta
Leonardo Maine/Archivo El Pais

UNO A UNO

El director de La Hora Exacta aprendió el oficio de relojero de muy joven y a los 18 años comenzó a trabajar en la empresa de su padre. Hoy dirige la empresa familiar y asegura que su oficio seguirá siendo necesario

Aprendió el oficio de relojero de joven y con 18 años decidió comenzar a trabajar en La Hora Exacta, la empresa creada por su padre. Hoy, con 63, está al frente de compañía y enfrenta el desafío de buscar un nuevo futuro para su negocio. Reconoce que a mediano plazo las tiendas tienen que ofrecer un área tecnológica, pero asegura que los relojes analógicos, «de aguja», se mantienen y «llegaron para quedarse», porque las personas los usan como accesorio complementario de la indumentaria. Sus hijos y hasta uno de sus nietos ya están en el negocio y asegura que el oficio de relojero no desaparecerá. Es montevideano, está casado, tiene tres hijos y tres nietos y en sus ratos libres estudia y promueve la logosofía.

Su padre creó la empresa en 1942, ¿cómo evolucionó desde entonces?
Mi padre es inmigrante húngaro y su vocación hacia los relojes le nació naturalmente. Quiso ir por ese camino cuando no había ningún antecedente en la familia, su padre era peluquero. Creó la empresa en el local de la calle San Martín esquina Martín García. Luego, de los cuatro hermanos que somos, yo tomé la posta de seguir adelante con la firma. Tras ese primer local, se mudó a otro, en Ejido y Cerro Largo, donde estaba la barbería de mi abuelo. En la década de 1970, con 18 años me incorporé a los trabajos de la empresa, que en esa época era más de reparaciones y trabajo de tornería porque por la guerra había escasez de piezas. Desde chico me gustaba el oficio y mi padre me lo enseñó. Después pusimos una sucursal en 18 de Julio y en la década de 1990 tomamos locales en shopping. Hoy estamos en tres shopping de Montevideo, un local en 18 de Julio frente a la Intendencia de Montevideo y otro en la calle Sarandí, cerca de la plaza Matriz. Además, la familia sigue en la compañía.

El negocio hoy enfrenta varios desafíos, ¿cómo encuentra el presente a la empresa?
Estamos ante un gran desafío que implica un cambio de concepto. Ya la parte de reparaciones de relojes no es tan importante como lo fue en los inicios. Tuvimos que buscar de adicionar otros elementos, como la venta de productos y tener marcas exclusivas. Esto último tiene una gran incidencia dentro del nuevo plan de negocio. En el mundo hay una tendencia a ir a marcas particulares que representan nichos y nosotros hace cuatro meses incorporamos una marca española exclusiva denominada Mark Maddox, que funciona como alternativa para jóvenes. Creemos que ahí puede estar el futuro de la relojería, el desarrollo de marcas.

En sus inicios, su facturación principal era por reparaciones ¿cómo se reparte ahora?
La facturación hoy está en partes iguales entre ventas y servicios (tanto de reparación como cambio de pilas y mallas). Más allá de que la parte de reparaciones propiamente dicha ha quedado en menor porcentaje, todo lo que es recambio de pilas y de mallas, que entra en servicios, creció y hace que en total servicios sea un 50% de la facturación. También ofrecemos elementos de joyería, pero es como un complemento, no es nuestro principal negocio. Además, nos enfocamos en relojes de edificios. Por ejemplo, damos servicio al reloj de la Universidad de la República y hemos hecho reparaciones en otros relojes. También este año construimos un reloj desde cero para un liceo público de Rivera de un tamaño de 1,40 metros de diámetro y es más tecnológico, por ejemplo, cuenta con control remoto. Además, atendemos y damos servicios de mantenimiento a los relojes de pie de principio del siglo pasado de la Cámara de Senadores en el Palacio Legislativo. En relojería no nos negamos a nada, nos gustan los desafíos.

Andrés Rettich La Hora Exacta
Andrés Rettich. En relojería no nos negamos a nada, nos gustan los desafíos, aseguró el director de La Hora Exacta. (Foto: Leonardo Mainé)

Es un sector que ha sufrido en los últimos años la llegada de nuevos competidores (smartphones y smartwatches), ¿afectó su facturación?
La facturación en general está estable. No hemos tenido un crecimiento, acompaña al negocio de la relojería en Uruguay, que se mantiene igual sin muestras de expansión. La competencia natural no ha crecido, seguimos siendo las mismas relojerías y joyerías de siempre. Y, si bien la venta es interesante, en la empresa la parte de servicios es la más importante por identificación del negocio. Es lo que nos diferencia y nos distingue cuando se piensa en arreglar un reloj.

Andrés Rettich La Hora Exacta
"La competencia natural no ha crecido, seguimos siendo las mismas relojerías y joyerías de siempre", Andrés Rettich, director de La Hora Exacta

¿Qué motiva a sus clientes a comprar un reloj?
A pesar de todo, las personas siguen comprando relojes para uso propio, pero sobre todo lo hacen para regalar. Nosotros, en días especiales como Día de la Madre, Día del Padre, o fin de año cuando llegan las fiestas tenemos mejoras de ventas significativas. Y esto es muy positivo, porque como se trata de un regalo suma un componente afectivo importante que hace que las personas lo arreglen cuando se les rompe.

¿Cómo define a su público?
No puedo definirlo como un solo tipo de público, el gusto por los relojes se da a todas las edades. De alguna manera este es un elemento de vestimenta, como algo que la complementa, un hecho que vemos porque vendemos más relojes en verano que en invierno porque se usan más en la playa, en espacios abiertos.

"La empresa la parte de servicios es la más importante por identificación del negocio", indicó Rettich.

¿Cuántas marcas maneja y qué tipo de relojes piden?
Tenemos en nuestro portafolio unas 10 marcas, todas históricas. Compramos desde orígenes como Japón, China, Suiza y España, aunque la mayoría incorporan partes hechas en China o los hacen fábricas en ese país. Tampoco se puede diversificar demasiado, porque dentro de las marcas que manejamos se caracterizan por ser de uso corriente. No llegamos a las de alta gama, aquellos que por su construcción valen unos US$ 40.000, US$ 50.000 o US$ 70.000 porque no es nuestro target y en Uruguay es casi impensado. Tampoco apuntamos a los de US$ 3.000 a US$ 5.000. Todos esos se venden en joyerías y relojerías de alta gama o en free shops. Apuntamos a marcas de uso general, con precios que van desde los $ 500 a los US$ 500. Hay una tendencia que crece en el mercado, la de los relojes de mecánica pura, que no requieren pilas, que se cargan en forma automática. Como son ecológicos, no generan contaminación ambiental, han tenido un desarrollo como negocio muy importante dentro de la relojería. No se ve tanto en Sudamérica, pero sí en Europa, entre clientes de una nueva generación más consciente en ese sentido. Del mismo modo que en el mundo no se usan pieles de animales, en relojes hay personas interesadas en no contaminar. Hay un nicho específico que busca eso. Nosotros lo ofrecemos y funciona. Su dificultad para comercializarlos: su precio, ya que cuestan a partir de $ 5.000 y llegan a $ 15.000.

¿Cuáles son los relojes con más demanda?
Los relojes con funciones son los que han tenido un desarrollo mayor, principalmente los análogos, de agujas, con cronómetros y sumergibles. Los digitales no son tan requeridos por los adultos, sí por los niños, pero son un nicho, las ventas son en épocas muy puntuales. Creo que de algún modo el reloj mecánico, el de aguja, vino para quedarse, es el que tiene mayores ventas en todo el mundo.

La Hora Exacta
Negocio. "El reloj mecánico, de aguja, vino para quedarse, es el que tiene mayores ventas en todo el mundo", aseguró el director de La Hora Exacta. (Foto:Leonardo Mainé)

¿Cuál cree que es el principal desafío que tiene su negocio?
Creo que los smartwatches y los celulares, porque están tomando un cuerpo importante dentro del uso diario de las personas. Por eso, en nuestro target lo que buscamos es diferenciarnos por la marca y por la personalización del reloj, los diseños. La función de tener la hora está en todos lados, entonces, de algún modo el desafío es encontrar la identificación con un reloj que haga que la persona diga que es el reloj que quiere usar por funcionalidad, por marca, diseño. Quien se acostumbra a tener la hora en su muñeca, después la necesita siempre ahí, pero cuando nos desacostumbramos ya no es muy requerido. Apuntamos a que tenga identificación, que complemente a la persona que lo lleva. De hecho, los smartwatches ahora también vienen con diseño tratando de tomar ese mercado. Y las marcas tradicionales comenzaron a hacer relojes inteligentes que se conectan a celulares. Por ejemplo, Casio hizo uno que se comunica con el iPhone, pero esto no se ha instalado con fuerza en Uruguay. Sabemos que el smartwatch tomó fuerza en países como EE.UU. y va a pasar acá. Uno de nuestros proveedores de mallas para relojes las ofrecen en partes iguales para relojes tradicionales e inteligentes.

¿Planea agregar a su oferta smartwatches?
No por ahora, porque aún no hemos visto un porcentaje de ventas que lo justifique. Da la impresión que es mejor trabajar en el reloj tradicional, que por ahora le queda un buen trecho. Además, otro aspecto que nos ha limitado para trabajar con esos productos es que en los shopping tienen delimitadas a las tiendas de celulares por un lado y las relojerías por otro. Entonces, lograr un mix en esos centros está muy difícil por ahora.

Su empresa cuenta con cinco locales, ¿cuál es el caballito de batalla?
En ventas están muy parejas los cinco, porque están ubicados estratégicamente en lugares con mucho tráfico de público. Tal vez el que está un poco por debajo del promedio es el de Ciudad Vieja, porque funciona de lunes a viernes en un horario más acotado.

Andrés Rettich La Hora Exacta
«Para determinado nivel el relojero siempre será necesario»

Mencionó que el sector está estable en Uruguay, ¿por dónde ve el crecimiento de la empresa?
Mi proyecto futuro es una tienda de aparatos tecnológicos, pero con un sector determinado muy importante dedicado a la relojería. Está en los planes de mediano plazo reconvertirnos con esos aspectos.

¿Cree que el oficio de relojero desaparecerá o mutará?
No desaparecerá. Antes existía una carrera en UTU, pero hace años que no está y no es un tema de interés sino de mercado, no hay una necesidad de que existan tantos relojeros. Pero los relojes seguirán existiendo y el oficio también, con la diferencia que tal vez en el futuro pasaremos a tener piezas enteras de recambio. Creo que para determinado nivel seguiremos siendo necesarios. Por ejemplo, en la empresa reparamos relojes de alta gama que se comercializan en otros lados y tenemos buenas respuestas de las fábricas reconociendo que dentro de Uruguay poseemos un prestigio ganado en este rubro. El relojero seguirá existiendo y nos encargamos de formar a los nuevos.

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