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¿Las acciones son siempre la mejor opción de inversión de largo plazo?

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En la tercera edición de su libro, Shiller advierte indicios de una burbuja. Foto: AP.

El premio Nobel de Economía Robert Shiller desmiente teorías sobre el mercado bursátil.

En la primera edición de su libro «Exuberancia Irracional», publicada en 2000, el premio Nobel de Economía (2013) Robert Shiller advirtió por la formación de una burbuja en el mercado accionario. En su segunda edición incluyó una alerta sobre otra en el mercado inmobiliario de EE.UU. Era 2006 y nadie sospechó de la crisis subprime. La semana pasada, Shiller publicó la tercera edición de su obra. En ella incluye un capítulo sobre los altos precios de los bonos estadounidenses, pero también advierte de los indicios de burbuja en el mercado accionario.

El economista no se atreve a predecir cómo, cuándo y qué burbuja estallará primero. Prefiere hacer énfasis en el comportamiento de los inversionistas y en los mitos que persisten sobre el funcionamiento del mercado.

1. Las acciones han rentado siempre más que los bonos.

Es quizás la «teoría» más arraigada entre los inversionistas. Su origen data de 1924, con un libro de Edgar Lawrence Smith, en el que hacía varias comparaciones entre acciones y bonos. En 1994, Jeremy Siegel sostuvo en su libro Acciones para el largo plazo que no hay un período de 30 años en el que las acciones no hayan rentado más que los bonos. Shiller identifica varios lapsos en los que la teoría no se cumplió; por lo general ocurrieron tras el fin de una burbuja. «La evidencia de que las acciones siempre rentarán más que los bonos simplemente no existe. Incluso si así fuera, nada garantiza que el futuro repetirá el pasado». Distraídos por esta teoría, afirma Shiller, los inversionistas olvidan la única verdad: «Las acciones son derechos sobre el flujo de caja de las empresas, pagaderos solo después de que se ha pagado a todos los demás acreedores».

2.Las acciones siempre recuperan lo perdido.

Hay un optimismo inherente a la decisión de invertir en acciones. Shiller identifica, a través de encuestas previas al fin de las últimas burbujas, que la gente cree que las acciones siempre repuntan poco después de sufrir caídas severas. «La gente no tiene los datos correctos. Las acciones pueden caer y quedarse en ese nivel por muchos años. Se pueden sobrepreciar y rentar poco por largos períodos de tiempo».

3.El mercado es eficiente y anticipa el futuro.

Shiller lo desmiente y afirma que la volatilidad del precio de las acciones no se puede enmarcar en esta teoría. Según los defensores de esta teoría, las dificultades para hacerse rico de la noche a la mañana, comprando barato y vendiendo caro, son muestra de la eficiencia del mercado. Para Shiller «hay demasiadas anomalías en el mercado como para justificar esta teoría: el efecto enero (las acciones tienen a subir entre diciembre y enero), el efecto small caps (las firmas pequeñas rentan más que las grandes), el que el mercado tienda a ser más débil los lunes, etcétera».

4. Los precios de las acciones se basan en factores técnicos.

Más que con dividendos o utilidades esperados, Shiller sostiene que parte importante del precio de las acciones se relaciona con factores «irracionales». Sus estudios estadísticos muestran que «los precios de las acciones y otros activos, como las materias primas o los contratos de futuro, están influenciados por expectativas de fenómenos distantes, reflejan las creencias y preferencias actuales y las que se espera dominen en el futuro, tratan de anticiparse a cambios». A esto se suma la tendencia humana a creer en «historias» («hay que huir de los commodities, o es mal momento para invertir en mercados emergentes»), que de tanto repetirse se convierten en profecías autocumplidas.

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En la tercera edición de su libro, Shiller advierte indicios de una burbuja. Foto: AP.

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