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La transformación digital en el sector financiero

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Foto: Pixabay

OPINIÓN

El sector financiero está viviendo un profundo proceso de transformación digital al estilo de lo que ocurrió en el sector de los medios y, más tarde, en el del comercio.

En el sector financiero, el uso de las tecnologías de la información comenzó por la automatización de las actividades del back-end (cajeros automáticos, sistemas de información). A medida que el cliente empezó a disponer de tecnologías de información a costos bajos y fáciles de utilizar (web, teléfonos inteligentes), se empezaron a producir grandes transformaciones en las actividades del front-end, como la banca en línea y la aparición de las apps.

La explosión del acceso al canal digital implicó una reducción drástica de los costos de transacción. Hoy el canal digital es un pilar fundamental de los bancos en su búsqueda por ser más eficientes en la creación y entrega de sus productos y servicios financieros.

La cadena de valor lineal característica de los bancos —basada en personas y sucursales— ya cambió. Hasta hace poco tiempo, las grandes organizaciones eran las únicas que podían ofrecer productos de calidad, por las economías de escala. De ahí las peleas históricas por el market share. Ahora surgieron las fintech. Con muchos menos recursos y empleados, las fintech hacen cosas parecidas a los bancos. También estamos empezando a ver actores no bancarios que compiten en lógicas de plataforma. Por ejemplo, Google, Apple, Facebook y Amazon rivalizan fuertemente en los servicios de pagos en varios países.

Uruguay

Es clave dar una mirada a los desafíos y oportunidades de la transformación digital para las empresas financieras de Uruguay. En lo que sigue tomaré como referencia muchas de las exposiciones que tuvieron lugar en las V Jornadas de Finanzas organizadas por UMPE de la Universidad de Montevideo. El tema de las jornadas fue “Data Science y Tecnología en el Sector Financiero”.

En palabras de Diego Labat, Presidente del Banco Central del Uruguay, nuestro sistema financiero es “sólido, moderno y accesible”. Esta solidez, modernidad y accesibilidad es fruto del esfuerzo promovido por las instituciones financieras y de un conjunto de reformas regulatorias impulsadas consistentemente desde la salida de la crisis del 2002.

Actualmente el BCU está estudiando los próximos pasos en materia regulatoria y de “reglas de juego”, de manera de favorecer la incorporación de nuevas tecnologías por parte de las instituciones actuales y por parte de nuevos jugadores que puedan llegar o surgir desde Uruguay. Para este trabajo de análisis, el BCU ya ha conformado “mesas de trabajo” internas que están examinando la realidad local y analizando la regulación comparada, especialmente de Europa y la región. Esta renovada agenda de transformación digital del sector financiero del BCU es parte del conjunto de políticas pro-crecimiento del país, con especial énfasis en potenciar la incorporación de las nuevas tecnologías como base para las mejoras de eficiencia, favorecer la calidad de los servicios, buscar una reducción de los costos y aumentar la seguridad de las transacciones.

La transformación digital

Al inaugurar las V Jornadas de Finanzas de la UM, Diego Labat se preguntaba “¿Cómo imaginamos el sistema financiero de acá a cinco años?”

Con bancos más digitales, con bancos solo digitales, con otras instituciones financieras digitales. Y con instituciones trabajando con nuevas infraestructuras digitales aplicadas a las decisiones de crédito, a los sistemas anti-lavado de dinero y a la seguridad operativa, por ejemplo.

El principal motivo para la digitalización y el uso de grandes bases de datos en las instituciones financieras es conocer mejor al cliente y ampliar las áreas de negocios. En palabras de Pablo Garcia de Banco de Crédito e Inversiones: “Un equipo de data de un banco debe estar en la primera línea del negocio. Debemos conseguir los datos, analizarlos y tomar decisiones de negocio. Lo que nos interesa es contestarnos nuevas preguntas, utilizando nuevos datos.”

Otros motivos importantes para la digitalización y las automatizaciones son el ahorro de costos y la simplificación de los procesos. Es clave que las instituciones financieras decidan qué funciones serán desempeñadas por la tecnología y qué funciones serán corresponderán al trabajo de personas. En palabras de Martin Naor (Bankingly): “una ventaja de la digitalización es poder “liberar a los humanos” de tareas de menor valor y poder hacer interacciones realmente humanas entre el personal y los clientes. Una manera de resolver el dilema de qué áreas digitalizar es pensar qué transacciones / servicios son más importantes para los clientes.”

Termino esta nota, mencionando cinco de las ideas más fuertes que estuvieron presentes en las V Jornadas de Finanzas. Uno: la transformación digital en una institución financiera no empieza hasta que no es apoyada verdaderamente por la alta dirección. Dos: la decisión más importante sobre la digitalización es cómo armar el equipo humano especializado en data. Tres: la tecnología cambia más rápido que las organizaciones. Cuatro: la amplia mayoría de los asistentes a las V Jornadas de Finanzas menciono (en una encuesta) que sus instituciones no habían avanzado más en la digitalización, por no contar con los recursos humanos especializados. Cinco: posiblemente los cambios tecnológicos más fuertes en el sector financiero vendrán desde fuera del sector y de instituciones que hoy no están en nuestro radar.

(*) Director del Máster en Finanzas de la Universidad de Montevideo

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