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Suba de costos reduce el resultado de las Empresas Públicas

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UTE. Foto: El País

TEMA DE ANÁLISIS

Ajustado por el manejo de stocks, el déficit acumulado de Ancap en los últimos doce meses asciende a US$ 35 millones.

El nivel que alcanzó el déficit fiscal se instaló de lleno en el debate electoral. Siendo deseable e imperioso que ya se adopten medidas para revertirlo, todo parece indicar que quedarán pendientes para el gobierno que asuma el próximo año.

El gran problema está en la trayectoria del gasto del gobierno, pero las empresas públicas (EE.PP.) también tienen su cuota parte de responsabilidad lo que amerita un análisis de su comportamiento.

De hecho, el tema de las EE.PP. es muy importante, ya que más allá de su contribución al resultado fiscal global por ser parte del Estado, tienen un impacto directo muy importante sobre la competitividad del aparato productivo a través de la calidad y el nivel de tarifas que cobran por los bienes y servicios que ofrecen, en muchos casos en carácter monopólico.

Al mes de junio del presente año, las EE.PP. no financieras presentaron en su conjunto un déficit equivalente al 0,2% del PIB, que acumula al 4% correspondiente al consolidado gobierno central-BPS y al resto del sector público, hasta llegar al 4,9%.

Las EE.PP. tienen la particularidad de pertenecer al Estado, pero no por ello deben dar pérdidas. Son un activo de la sociedad, que como tal debe rentabilizarse. Esa rentabilidad debería ser la contribución a la Tesorería a través de dividendos, como acontece en toda empresa que distribuye utilidades entre sus socios.

Tema de análisis

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Ello efectivamente sucede, por lo que para analizar mejor el desempeño financiero de las EE.PP., lo mejor es ajustar el resultado sin considerar los dividendos en efectivo que realizan a la Tesorería, tal cual se muestra en el gráfico que aparece en la parte alta del cuadro que ilustra la nota.

Allí se muestra la evolución del resultado observado y del ajustado no sólo de los dividendos, sino también de los manejos del stock de petróleo. Si bien en el mediano plazo el manejo de stocks no impacta, ya que el petróleo se compra para refinar y vender posteriormente como combustible, en el muy corto plazo, compras mayores o menores alteran el resultado global.

El déficit ajustado se aproxima más al verdadero desempeño financiero de las EE.PP. y su contribución al resultado global del sector público. Los dividendos que transfieren son para ellas una erogación que reduce el resultado, tal cual se ve en el gráfico, pero por otro lado constituye un ingreso del gobierno, de tal forma que se neutralizan.

Hechos los ajustes correspondientes, el resultado de las EE.PP. se torna positivo en el equivalente al 0,3% del PIB. De todas formas, y tal cual se muestra en el gráfico, dicho resultado se viene deteriorando desde mediados del año 2016, cuando se ubicó en el 1,2% del PIB.

En el gráfico se aprecia el ajuste que recayó sobre las EE.PP. a comienzos de la actual administración, que las llevó a mejorar su resultado en más de un punto del PIB en el primer año, precisamente hasta mediados de 2016, debido al exceso de gastos que se dieron en la administración anterior. Desde entonces, el resultado corregido ha venido cayendo, pero siempre en terreno positivo.

Pero también se desprende del gráfico que, a partir de ese momento, se amplía la brecha entre el resultado observado y el corregido, lo que se explica fundamentalmente por los aportes al gobierno.

Al respecto es bueno aclarar que si bien el resultado de las EE.PP. contribuye al resultado global del sector público, los eventuales superávit que registren no tienen por fin financiar gastos del gobierno, sino los propios gastos de funcionamiento de las empresas y sus inversiones.

Los ingresos del gobierno provienen de los impuestos, pero en los últimos años, ante las dificultades crecientes en materia financiera, se apeló a mayores aportes. En los últimos doce meses los aportes de las EE.PP. ascendieron a US$ 400 millones, de los cuales US$ 380 millones correspondieron a UTE.

Del gráfico también se desprende que el deterioro de las EE.PP. se agudizó a partir de 2018. Por peso relativo y las características del negocio, tal deterioro se debe a un incremento de los costos de producción, concretamente las compras de bienes y servicios de Ancap y UTE. En el caso de la petrolera, por el aumento en el precio internacional del crudo y la suba del dólar. En el caso de UTE, por las mayores compras de energía eólica.

En su conjunto, esas compras representan la mitad del gasto total de las EE.PP., pero en el caso de Ancap su peso es mayor y supera el 60%. Cuando esos costos aumentan el ajuste de las tarifas resulta inevitable. Concretamente, si analizamos el resultado de caja de la empresa petrolera corregido por la variación de stocks en el primer semestre del año, constatamos un déficit por US$ 12 millones, que salta a US$ 35 millones en el acumulado de los últimos doce meses.

El ajuste de tarifas fue descartado, aunque los números y la propia Rendición de Cuentas hablan de una adecuación que contribuirá a la mejora de las finanzas públicas en 2020.

Pero dejando de lado el ajuste de corto plazo que contribuye a equilibrar las cuentas, pero con impactos negativos sobre la competitividad, conviene detenerse en aquellos ajustes que apunten a una verdadera mejora de las empresas.

Al respecto, el tema de las inversiones es clave. En el gráfico que aparece en la parte media del cuadro se muestra la evolución en pesos constantes de las inversiones de las cuatro empresas más grandes. A su vez, como las magnitudes son distintas, se las indexó tomando como base el año 2012. Se eligió ese año para mostrar el fuerte incremento que experimentaron en los dos ejercicios siguientes, en particular en los casos de Antel y UTE. Las inversiones de Antel están vinculadas a la polémica instalación de la fibra óptica. Polémica no por la inversión en sí misma, ya que tarde o temprano debía llevarse a cabo, pero si a la oportunidad y la magnitud de las obras, ya que pudo haber sido un proceso más gradual.

Lo cierto es que las inversiones fueron muy importantes en el bienio 2013-14 y buena parte del ajuste que llevó a la mejora en más de un punto porcentual del resultado de las EE.PP. se explica por el recorte que experimentaron a partir de 2015, que en algunos casos, como en Ancap, las torna prácticamente inexistentes.

El otro ajuste que realizaron las EE.PP. es a nivel de la masa salarial. En el gráfico que se muestra en la parte inferior del cuadro se muestra la evolución de las remuneraciones que pagan las mismas empresas. La historia que se cuenta es similar a la de las inversiones. El gasto total subió hasta el año 2015-16 y lentamente viene cayendo desde entonces, siendo más fuerte el proceso a nivel de Ancap.
Pese al ajuste en materia de inversiones y mano de obra, el nivel de las tarifas es alto en la comparación regional, lo que refleja ineficiencias y amerita un gran debate sobre el funcionamiento de las EE.PP.

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