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Estado de Situación (III)

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Foto: Pixabay

OPINIÓN

En mis dos columnas previas repasé cifras del mercado de empleo, el ingreso y la actividad, en la primera y, en la segunda, algunos de los temas de reforma estructural pendientes.

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Los últimos datos conocidos, muestran mayor deterioro del mercado laboral donde la caída del empleo se profundizó, así como en igual sentido, mayor contracción en la actividad industrial sin refinería que, en noviembre cayó 4,7%.

Respecto a las reformas, alguna ha causado algún revuelo. Las cifras son tan elocuentes que una reacción de ese tipo no es explicable si la realidad no quiere reconocerse por algunos sectores de la sociedad. Ciertamente siempre debemos esperar resistencia y opiniones, pero decir que la realidad no existe no parece un buen comienzo.

Todos los sistemas de Previsión Social o “cajas” reciben asistencia de manera directa o hay impuestos afectados “que abona todo el mundo” para financiarlos. El único fondo donde se puede discutir si el impuesto lo abona 100% la sociedad o una parte, más grande o más pequeña, lo hace la propia persona y es el Notarial. En este sistema, dada la sobreoferta de profesionales, me animaría a decir que, seguramente en la mayoría de los casos una parte importante la abone el profesional, todo depende del trabajo en cuestión. Pero dejemos de lado este tema y en esta oportunidad veamos otras cifras.

Sector externo

En toda economía el sector externo es la clave del desarrollo, cuanto más en una pequeña. Es el intercambio el motor de las economías porque de él derivan las mejoras de productividad que trae la innovación y la competencia. ¿Acaso se conoce en la historia una autarquía pujante? No la hay, como tampoco los monopolios lo son.

Las noticias tampoco son buenas en este aspecto. Aquí hay dos estadísticas relevantes, la que se publica mensualmente que mide el intercambio de bienes sin considerar las zonas francas y la trimestral de balanza de pagos que incluye el comercio de bienes desde y hacia las zonas francas, así como el intercambio de servicios y el margen derivado del trading de productos.

Miradas cualitativamente, ambas dicen lo mismo. Veamos en detalle la mensual y luego comentemos el resto. En el último año el volumen físico de exportaciones de bienes crece 7,2% producto de las zafras de trigo y soja, donde se pasó del peor año (2017 - 2018) a uno muy bueno (2018 – 2019). Las exportaciones industriales caen 3,9%, siendo la retracción generalizada por sectores (70% de éstos caen), siendo la industria de la carne y malta las que crecen y disminuyen el rojo global del sector.

En un análisis de más largo plazo, el volumen físico exportado por la industria en 2019 es inferior al de 2011. Cuando se consideran las exportaciones totales, incluyendo las de origen primario sin transformar, se está a niveles de 2014 porque las de madera y productos de la silvicultura aumentan 116%, pero todo el resto de las exportaciones, incluso las de bienes agrícolas se contraen. Excluyendo dicho sector (madera y productos de la silvicultura sin industrializar), se está a niveles de comienzo de la década.

El volumen físico de las importaciones de bienes tiene un comportamiento, en términos generales, muy parecido al de las exportaciones. El total cae 2,4% en 2019, con un leve crecimiento (0,5%) de las de consumo y retrocesos en bienes de capital e intermedios. En el análisis de largo plazo, el volumen físico importado está a nivel de 2011, pero hacia su interior, las de capital son similares a las de 2008 y desde 2014 su caída es de ¡37%! Por su parte, las de bienes intermedios (típicos insumos industriales) están en valores de 2010. Nada extraño, conociendo los datos de la industria manufacturera.

Si analizamos los datos de balanza de pagos, tenemos la dificultad que las estadísticas comparables comienzan a partir de 2012 cuando se implementa la nueva metodología del manual. Sin embargo, lo que se ve es que el comercio exterior está estancado en el último año y, sus valores son inferiores a los de 2012 (primer año de la nueva serie); o sea, nada distinto a los más restringidos datos mensuales.

Inversión

Sin inversión no hay crecimiento y, sin éste, no hay mejora posible en el bienestar de las personas que viven en ese país. Aquí las noticias son muy desalentadoras.

Uruguay es un país que casi no produce maquinarias y equipos, tanto industriales como de transporte, por lo que los importa. La inversión global se completa con la construcción y la variación de existencias. Respecto al volumen físico de las importaciones de maquinarias y equipos industriales, como se dijo, el último mostró una ligera caída, pero en su “mirada larga” el retroceso desde 2014 llega al 37% y su nivel es parecido al de 11 años atrás.

Cuando miramos las cifras de la inversión en su conjunto, sin considerar la variación de existencias, se ubica en niveles de mediados de 2010 y cayó 28,5% desde 2014 a la fecha. Para tener alguna idea, la retracción de la inversión en nuestro país es superior a la de Brasil (que es 25,7% entre 2014-2019), considerada de las peores a nivel global. Es cierto que la caída en Brasil llegó al 30% hace dos años, cuando comenzó a recuperar y, en el último año, ganó dinamismo. Una contracción de este volumen en la inversión pone en jaque cualquier recuperación económica sostenible y vigorosa.

Como el lector advertirá todos los números “cuadran” para sostener sin temor a equivocaciones que el país está estancado desde hace 5 años y que, sin reformas estructurales que pongan los incentivos al trabajo y el riesgo de manera adecuada, nada espectacular se puede esperar.

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