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Reflexiones universitarias y fiscales

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Universidad: se postergarán $ 546 millones de incrementos de UdelaR. Foto: F. Ponzetto
Universidad de la Republica, Udelar , 18 de julio y Eduardo Acevedo, fachada, ND 20151106 foto Fernando Ponzetto - Archivo El Pais
Archivo El Pais

La propuesta de eliminar los beneficios fiscales asociados a donaciones a universidades privadas ha generado argumentos y contraargumentos. Se ha indicado que pone en riesgo programas de becas e investigación.

En respuesta, se señaló que los asistentes a universidades privadas son de mayores ingresos relativos. De contragolpe se marcó que también en la Universidad de la República la mayor parte de los asistentes son de los sectores más acomodados del país.

Las encuestas de hogares del INE permitirían cuantificar similitudes y diferencias. Sospecho que los universitarios públicos y privados son mucho más similares entre sí que en relación a los no-universitarios pero no he visto un trabajo púbico con esta comparación.

La referencia a la investigación no pasó desapercibida. Se indicó que las universidades privadas tienen pobres o nulos programas de investigación. En el 2012, en dos notas con Juan Dubra para este suplemento mostramos que en Economía, nuestra área de trabajo, los investigadores de universidades privadas generaban per cápita más y mejores productos que los investigadores de la UdelaR.

Mostramos también que en otras áreas la situación era heterogénea y sugerimos la conveniencia de un estudio detallado. Desconozco si alguien ha recogido el guante.

Investigación.

Según la Real Academia Española una universidad es una "institución de enseñanza superior que comprende diversas facultades, y que confiere los grados académicos correspondientes… puede comprender colegios, institutos, departamentos, centros de investigación, escuelas profesionales, etc." La mención a investigación es tangencial.

Según su ley orgánica, la Universidad de la República "…tendrá a su cargo la enseñanza pública superior en todos los planos de la cultura, la enseñanza artística" y "la habilitación para el ejercicio de las profesiones científicas". El párrafo siguiente indica que "Le incumbe asimismo… acrecentar, difundir y defender la cultura; impulsar y proteger la investigación científica y las actividades artísticas y contribuir al estudio de los problemas de interés general y propender a su comprensión pública; defender los valores morales y los principios de justicia, libertad, bienestar social, los derechos de la persona humana y la forma democrático-republicana de gobierno." Esta definición tampoco pone a la investigación en ningún pedestal. El eje principal pasa por la "enseñanza pública superior" y tras un "le incumbe asimismo" aparece la investigación en un largo listado de deberes.

Mayor relevancia aparece en la Ley General de Educación del 2008. "La educación terciaria universitaria será aquella cuya misión principal será la producción y reproducción del conocimiento en sus niveles superiores, integrando los procesos de enseñanza, investigación y extensión." También en el decreto 104 del 2014 que regula la educación terciaria privada. "Se considera universitaria la enseñanza terciaria que por su rigor científico y profundidad epistemológica, así como por su apertura a las distintas corrientes de pensamiento y fuentes culturales, procure una amplia formación de sus estudiantes que los capacite para la comprensión crítica y creativa del conocimiento adquirido, integrando esa enseñanza con procesos de generación y aplicación del conocimiento mediante la investigación y la extensión de sus actividades al medio social".

Educación.

De las referencias anteriores surge que los procesos de educación e investigación no están forzosamente unidos, no son uno condición del otro.

Cualquier estudiante universitario sabe que sus mejores docentes no fueron necesariamente los mejores investigadores. La excelencia en la generación de conocimiento no garantiza la pedagogía de un buen profesor. Creación de conocimiento no es lo mismo que trasmisión. Investigación es generación. Educación es trasmisión.

Salvo contadas excepciones, las carreras de grado no forman investigadores. Forman profesionales que actúan en sus áreas de conocimiento. Los abogados, médicos, contadores, ingenieros que egresan del sistema universitario dedican su labor a la aplicación de los conocimientos adquiridos y obtienen ingresos superiores a los no-universitarios.

Los réditos de la educación universitaria son mayormente apropiados por los graduados.

En cambio, los réditos de la generación de conocimiento, en buena medida, no son apropiados por los investigadores. Esto le da la condición de bien público a la investigación. No importa si se genera en una institución pública o privada, el hecho que el conocimiento pueda ser de uso irrestricto es lo que lo hace un bien público.

Esencia universitaria.

¿Cuál es la esencia de una universidad? ¿Qué la distingue de un instituto de enseñanza secundario? La diferencia no radica en el proceso de transmisión sino en el de generación de conocimiento, la investigación.

Un instituto universitario que se precie de tal debe ser más que una institución educativa, debe generar nuevo conocimiento. En caso contrario, será un liceo para estudiantes de más de 18 años.

El conocimiento generado es un bien público de impacto positivo en la sociedad toda. Es por eso que el Estado debe considerar el financiamiento de la investigación, en forma directa o a través de beneficios fiscales, en función de su calidad y no en función de la institución de que proviene.

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Universidad: se postergarán $ 546 millones de incrementos de UdelaR. Foto: F. Ponzetto

NÉSTOR GANDELMAN

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