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Recaudación de impuestos crece en relación al PIB

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Estudio de asesoría de DGI analizó cómo trata imposición a renta personal a los económicamente iguales.
Fachada del edificio sede de la Direccion General de Impositiva, DGI , ND 20130528, foto Maria Ines Hiriart - Archivo El Pais
Archivo El Pais

El IRPF aumentó un 25% por encima de la inflación en los primeros seis meses del año.

Luego de tres años de estancamiento de los ingresos de la DGI, el rebote en el nivel de actividad de 2017 sumado al ajuste fiscal aprobado a fines del año pasado, provocaron una suba en los ingresos del gobierno. El ajuste fiscal estimado en US$ 335 millones y un crecimiento del PIB en el orden del 3% anual, deberían generar un aumento de la recaudación de la DGI del 6,5% respecto al total del 2016 y los números del primer semestre están en dicho orden de magnitud.

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En el medio de una discusión por la Rendición de Cuentas y en la búsqueda de recursos para satisfacer las demandas de incremento en rubros del gasto se podría pensar que hay un camino abierto para dar respuestas. Sin embargo, hay que considerar que el gasto público ya está en niveles altos y que hay incrementos automáticos de gastos que no ceden y generan necesidades crecientes de recursos. Por otro lado, parte del ajuste fiscal con la reforma de la caja militar todavía no fue aprobado. Desde el punto de vista macroeconómico, sería necesario evaluar las consecuencias en el ciclo económico de generar nuevos aumentos del gasto presupuestal corriente.

Los ingresos del gobierno se generan principalmente en la DGI, BPS, Aduana y las transferencias de utilidades de las empresas públicas. En esta ocasión se va a analizar la evolución de la recaudación de la DGI y el BPS.

En el gráfico de la parte superior del cuadro adjunto se ilustra la evolución de la recaudación de la DGI en períodos de doce meses culminados en junio de cada año y corregida por la inflación medida por el IPC. La recaudación neta es una aproximación a la caja que recibe el gobierno, pues descuenta la presentación de certificados como forma de pago y las devoluciones en efectivo por el exceso de anticipos en la recaudación de algunos impuestos. Es clara la evolución luego de la reforma tributaria, con incrementos consecutivos todos los años desde 2008 hasta 2014. Luego hay un estancamiento de tres años y en 2017 ocurre el doble impacto mencionado: ajuste fiscal y crecimiento económico.

La recaudación neta de la DGI en los doce meses a junio de 2017 se ubica en $ 290.000 millones, que es aproximadamente el 17,6% del PIB. Un año atrás la participación de la recaudación en el PIB se ubicó en 16,8% por lo que hay un aumento de la presión fiscal en tan solo seis meses del 0,8% del PIB.

El análisis por impuestos permite comprender el origen de la mayor recaudación. En el cuadro de la izquierda del gráfico adjunto se presentan las variaciones reales en los seis meses que van del 2017 contra el mismo período en el año pasado. Son tasas mucho más grandes porque toman en su totalidad un período de mayor actividad económica y de impacto de las reformas tributarias aprobadas el año pasado. La recaudación neta de la DGI en los seis meses que van del año creció 6,2% pero hay comportamientos diversos con aumentos bajos como el del IVA (3,1%) y otros más intensos como el IRPF (24,7%).

En el caso del IVA, el movimiento responde al nivel de actividad y el primer semestre del año causó sorpresa quebrando una tendencia al estancamiento marcada en los últimos tres años. Una buena parte del salto en el nivel de actividad económica responde al consumo y eso se refleja directamente en la recaudación del impuesto al valor agregado. Parte del dinamismo ocurre por mayores ventas de automóviles incentivados por el atraso cambiario y las bajas tasas de interés, un rubro de consumo que genera importante aumento en la recaudación.

No solo incrementa el IVA, también otros tributos sobre el consumo como el Imesi que en el renglón de automotores registró un incremento del 4,6% real. Esta variación es corregida por el IPC pero los automóviles tienen su precio en dólares, por lo tanto una cosa es la recaudación y otra el volumen físico de las ventas. En el período el dólar cayó 10% por lo que el aumento real fue realmente significativo y el impacto favorable sobre la recaudación fue amortiguado por el atraso cambiario.

Un mayor parque automotor genera más consumo de combustibles. Estos no reconocen la caída del dólar ni el retroceso del precio del petróleo y se mantuvieron estables en pesos en el semestre, así como la carga tributaria establecida. La mayor cantidad de litros consumidos lleva a que el Imesi correspondiente subiera 13,4% en los seis meses del año.

En el conjunto, el Imesi registra un aumento del 11,3% en comparación con el primer semestre del año pasado.

Dentro de los impuestos sobre la renta, el IRAE es el de menor incremento en el semestre con una variación del 4,9% en comparación con el mismo período del año pasado. No se dispone de información separada de empresas públicas y privadas, pero los resultados abultados de las primeras hacen pensar en una baja rentabilidad empresarial con un impacto negativo en los ingresos de la DGI.

Parte de la recuperación económica se reflejó en el mercado inmobiliario, que estaba totalmente estancado y volvió a registrar un interesante volumen de actividad. La evolución del dólar y la tasa internacional junto a los ingresos de capitales desde el exterior dinamizaron la demanda que estaba totalmente paralizada. Esto se refleja desde el punto de vista impositivo en el Impuesto a las Transmisiones Patrimoniales que en los primeros seis meses del año registra un aumento del 15,8%.

Finalmente, los dos impuestos sobre la renta, el IRPF y el IASS, muestran altas tasas de crecimiento, acusando impacto de las modificaciones normativas que componen el ajuste fiscal. La variación en los seis meses acumulados fue de 21,3% en el IASS y 24,7% en el IRPF. A su vez, en este último, el que se corresponde con salarios (categoría II) fue más dinámico que el promedio con una variación del 27,8% en el último año.

En el gráfico de la derecha en la zona media del cuadro se ilustra la evolución del IRPF categoría II que es el que pagan las remuneraciones. Dicha recaudación se ilustra como porcentaje del PIB para mostrar cómo impacta este impuesto sobre la economía global. Es claro el proceso ascendente que año a año se debía al crecimiento de la masa salarial y al aumento de los valores reales de las franjas de liquidación generando una suba de la tasa media sobre todos los contribuyentes.

En el caso del IRPF hay un impacto fiscal doble en el año 2017. Por un lado, las modificaciones del ajuste fiscal y por otro la actualización de las franjas del impuesto que se hace anualmente. En este último caso, los valores se incrementan todos los años por el IPC, que está por debajo de lo que aumentan los salarios y así crece año a año la cantidad de contribuyentes y el monto a pagar promedio. Es por eso que el IRPF categoría II sube a pesar que la masa salarial está relativamente estable. En el gráfico de la zona inferior del cuadro se muestra la recaudación real de las contribuciones propias del BPS que se mueven directamente con la masa salarial. El comportamiento muestra con claridad un estancamiento desde mediados del 2014.

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Estudio de asesoría de DGI analizó cómo trata imposición a renta personal a los económicamente iguales.

HORACIO BAFICO Y GUSTAVO MICHELIN

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