Publicidad

Preocupante proyección en propagación del Covid-19

Compartir esta noticia
Foto: El País
Fernando Ponzetto

INFORME

Testear, testear y testear, es la clave.

En base a un modelo epidemiológico de última generación (publicado en Science hace una semana), el economista uruguayo Lorenzo Caliendo, investigador y docente en la Universidad de Yale, llegó a la conclusión de que, con la actual tasa de propagación del Covid -19 en Uruguay, a los 45 días del primer caso se alcanzaría el pico de 21% de la población contagiada con el virus. El trabajo utiliza el citado modelo junto con datos de Uruguay, para calcular el impacto del virus en el país. Caliendo es licenciado en economía (UCU), posee una maestría en Comercio (Universidad de Auckland), una maestría en economía y un doctorado en economía de la Universidad de Chicago. A continuación, un resumen de sus conclusiones.

Aplanar la curva. Es difícil no pensar en el impacto social y económico que tiene y va a tener en Uruguay el Covid-19. Lo que se sabe es que los mayores de 60 años son la población crítica, no parece que se pueda contraer dos veces, no se sabe los efectos de largo plazo y parece difícil tener una vacuna testeada en menos de un año. Los epidemiólogos sugieren aplanar la curva de número de infectados diarios para no saturar la capacidad hospitalaria.

Para entender por qué "aplanar la curva", leí un artículo de Science (1) donde usan el modelo epidemiológico SEIR (2) para estudiar el impacto del Covid-19. Después usé el modelo SEIR y datos de Uruguay para estimar la curva (*).

En Uruguay, el número de casos por día, desde el 13 al 20 de marzo (cuando escribí este artículo) eran 4, 6, 8, x, 29, 50, 79 y 94. Con estos datos, utilizando parámetros estimados en la literatura, calibré la tasa de propagación en Uruguay y proyecté la evolución de la población infectada por día. El gráfico muestra la evolución de los infectados en Uruguay bajo dos escenarios: con la actual tasa de propagación y luego de reducir la tasa a la mitad. Como se ve, reducir la tasa aplana la curva. Las proyecciones indican que, a los 45 días desde el primer caso, se alcanza el pico de aproximadamente 21% de la población total enferma con el virus. A partir de ahí el número de infectados baja y el total acumulado de infectados llegaría a un 96% del total de la población. Bajando la tasa de propagación a la mitad reduce el pico de personas infectadas a un 10% y esto sucedería 90 días después del primer caso (mediados de junio). El número acumulado de casos es menor (3).

Con este ejercicio aprendí que: 1) disminuyendo la tasa de propagación aplana la curva, 2) para lograrlo, es crucial identificar a los infectados (hay que testear, testear y testear), 3) no solo bajar la tasa, hay que también lograr que permanezca baja en el tiempo, 4) la mayoría de la población va a contraer la enfermedad, 5) no había manera de que no llegara a Uruguay.

¿Que implica esta pandemia para la economía y que se puede hacer al respecto?

Esta crisis económica es distinta con respecto a cualquier otro tipo de crisis económica que se haya experimentado en la era moderna. Es una crisis temporaria a la oferta laboral. Una crisis profunda, el producto mundial va a caer de forma considerable (las proyecciones para el primer semestre de Estados Unidos son de -5% y el desempleo puede llegar al 20%). Relativo a otras crisis, se sabe que se termina cuando se termina la pandemia. No bien se tenga una vacuna, o generemos anticuerpos, las proyecciones de crecimiento son alentadoras. El mundo se puso en pausa por, por lo menos, un año, una vez que arranquen los motores nuevamente volveremos al nivel de antes, lo que implica crecer. Hay muchos desafíos. Primero, no hay seguro contra pandemia y en consecuencia la cadena de pagos se corta. Segundo, es un shock externo y agregado. Tercero, no todos los bienes y servicios se pueden producir de forma remota y, en algunos casos, la interacción humana es fundamental para producir. Cuarto, ¿cómo se logran recursos e incentivos para que la ciudadanía se aísle socialmente? Quinto, ¿cómo se logra atender a todos los enfermos?

Algunos se preguntan: ¿cuál es la función objetivo? Para mí es claro: resolver el problema de salud. Es decir, salvar vidas. Para eso hay que aplanar la curva ya. Los países están optando por distintas estrategias y brevemente discutiré alguna de ellas; enfocándome sobre los beneficios y costos. Últimamente, la decisión de salud es la primera y luego la decisión de cómo lograr el mismo objetivo con menos costo.

Testeo total. Poner en cuarentena a todos los infectados por dos semanas. Este experimento lo hizo el pueblo de Vò, en Italia, donde testearon a toda la población (3.300) y luego aislaron a los infectados. Testear es vital y salva vidas. Claro, luego habría que cerrar las fronteras para evitar nuevos casos. Singapur también realizo una postura draconiana de detección y control. Algunos lo usen de ejemplo de cómo lograr frenar la pandemia. Veremos qué pasa cuando se abran nuevamente.

Cuarentena total. Con esta estrategia se aplana la curva y los hospitales no se saturan. Seguir este camino también tiene problemas de coordinación; si parte de la población continúa interactuando, no haciendo cuarentena estricta, será una estrategia sin los beneficios de salud deseados. Por supuesto, para que sea viable este camino, hay que testear en las fronteras internacionales hasta que la pandemia mundial pare. Si luego de levantar la cuarentena migra otro caso del exterior volvemos al principio.
La cuarentena total no es fácil de implementar dado que: a) no estamos preparados y no es claro que la gente quiera, o pueda, cumplir, b) hay que lograr que toda la población viva semanas encerrada, c) la cadena de pagos se corta totalmente. Esto parece viable para hogares con ahorros y los que trabajan remotamente (no es el caso de la mayoría). Para el resto de la población, el gobierno podría cumplir el rol de un intermediario financiero y prestarle a los que necesiten a cambio de sus ingresos futuros (sí, más impuestos en el futuro). Es decir, es como si el gobierno le diera efectivo y a cambio uno se queda en su casa semanas y se compromete a pagar por el resto de su vida un impuesto (como el Impuesto Primaria, se crea el Impuesto Pandemia). En realidad, los que terminan financiando esta política son la generación de millennials ya que son los que van a contribuir más a la economía por los siguientes 20 o 30 años. Otro costo, que es difícil de medir, es el impacto sobre la educación. Unos meses sin escuela pueden llegar a tener efectos duraderos.

Cuarentena parcial. Cuarentena total a los mayores de 60 años y todos los infectados. El resto de la población continúa la vida como siempre. Este es el caso de Israel y Holanda donde se optó por proteger a los vulnerables y el resto que se enferme. El argumento holandés es que cuanta más gente se enferma más rápido la sociedad crea anticuerpos y de esa manera se protege a la población crítica. Esta medida logra aplanar la curva de la población crítica (60 y más años) y aplana la curva del resto de la población siempre y cuando se detecte rápidamente a los infectados. De nuevo, testear es vital y salva vidas. La cuarentena parcial no paraliza la economía, la pone en cámara lenta por unos meses. Como en el caso de la cuarentena total, se tendrá que pedir prestado a generaciones futuras para financiar este gasto. Habría que, a cada infectado, darle un seguro por enfermedad para que permanezca en su hogar.

Testear más. Independientemente del camino a seguir, es claro que hay que proteger a la población crítica (reducir su interacción con el resto), reducir las interacciones sociales en general, garantizar que quienes contraigan la enfermedad hagan cuarentena, ampliar la capacidad hospitalaria, contratar enfermeras y pagar horas extras a los funcionarios de la salud (quienes al final serán los héroes) y testear más. Sin testear no se sabe la magnitud del problema ni cómo evolucionan las políticas implementadas para mitigar. Esperar a tener síntomas para testear es tarde, ya que hay casos asintomáticos que contagian. Uruguay tiene, a diferencia de otros países, un sistema de salud universal. El desafío es adaptar de forma rápida los centros asistenciales regionales (hospitales y centros de salud) públicos y privados para atender todos los casos.

Los recursos. Nunca antes se estuvo en una situación donde los retornos de largo plazo son altos y las tasas de interés bajas. Los bancos centrales bajaron sus tasas de interés a 0. Quizás sea buen momento para endeudarse y conseguir recursos para mitigar la situación, no para estimular la economía. El desafío es cómo hacerlo rápido, cómo destinar recursos sin que genere un gasto permanente, y cómo hacer que empresas en sectores fundamentales para la economía, como el turismo y los servicios, no se vean obligadas a cerrar para siempre.

Hong Kong optó por darle un cheque a cada ciudadano. En Malasia, al sector turismo se lo exoneró de impuestos hasta nuevo aviso y se financian todos los seguros de desempleo a trabajadores del sector. Pero solo con esto no alcanza. También hay que asegurar la cadena de alimentos, dar recursos para que los estudiantes y profesores puedan estudiar/trabajar remotamente, recursos para que cuando se venga el invierno la gente enferma pueda estar bajo techo, con comida, sin pasar hambre y hasta que la tormenta pase.

Tiempo de actuar. Sí, esta tormenta va a pasar. Pero va dejar efectos permanentes. Para muchos, se darán cuenta que trabajar desde casa no era tan malo. Paro otros, se darán cuenta que si los empleados trabajan remotamente se pueden reducir costos. Otros se darán cuenta que la automatización hubiera ayudado en esta situación. Los ingeniosos buscarán ofrecer servicios remotos, y quizás continúen haciéndolo. Los solidarios harán sacrificios para ayudar al resto y el resto, finalmente, entenderá la importancia de ser solidario. Para muchos, esto generará un cambio permanente en la forma en la cual se consume, produce, utilizan los recursos naturales y se pasa tiempo con la familia. Sí, tiempo, el recurso más preciado. Es tiempo de actuar.

Es un momento donde se tomarán decisiones muy difíciles. Un momento donde se va tener que apelar a la solidaridad, imaginación, sacrificio, y al liderazgo. Es mucho pedir que una persona sola tome la decisión más importante que jamás se haya tomado en la historia moderna del país. Ya supimos como sociedad tomar decisiones en consenso y ponernos todos de acuerdo en cuál es la estrategia a seguir para sacar el país a flote. La última vez fue en julio de 2002. Nuevamente, hay que ponerse la camiseta, repechar, y ganar este partido como sea, juntos.

(*) Contactar a [email protected] para obtener más detalles sobre cómo el modelo fue calibrado.
(1) “Substantial undocumented infection facilitates the rapid dissemination of novel coronavirus (SARS-CoV2),” Science (16 March 2020), by Li, Pei, Chen, Song, Zhang and Shaman.
(2) “The SIR model for spread of disease,’’ Mathematical Association of America, (2004) by Smith and Moore.
(3) Los resultados son con parámetros conservadores y asumiendo que el número de infectados reportado es correcto.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad