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La posverdad y sus consecuencias

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Foto: Getty Images

OPINIÓN

Es momento de abrir bien las orejas y no de blandir serruchos ni hacer mucho hincapié en fundamentos que son muy discutibles para una economía como la uruguaya en este momento histórico.

Pretender que el Mundo sea el mismo, luego del 2008, es mentirse (1). Pensar que vamos a recuperar el statu-quo anterior a la pandemia es irreal y sostener que Europa no va a cambiar a partir del conflicto en Ucrania es naif. Aquí van algunas cuestiones para reflexionar.

Rendición “Cero”

En los últimos días una alta jerarca del MEF (2) no se le ocurrió mejor idea que advertir en una entrevista que la Rendición de Cuentas sería con gasto “0”. Más allá de la seriedad de la colega, sus afirmaciones fueron un tanto inoportunas e inexactas para el momento y las circunstancias, pero no es una opinión descolgada, esto es lo que varios jerarcas y asesores, seguramente pretenden de esta Rendición (3).

La respuesta no se hizo esperar: el diputado Álvaro Perrone de Cabildo Abierto afirmó que es una noticia que casi genera malestar. El senador blanco Jorge Gandini dijo que no ha habido diálogo y que deberá haberlo. A su vez, el senador Sergio Botana, también nacionalista, confió en que, pese a la prudencia fiscal, el gobierno actué gastando en lo que hay que gastar.

El diputado Daniel Peña del Partido de la Gente sostuvo que los problemas de la gente siempre los terminan solucionando los políticos, E Iván Posada, diputado del Partido Independiente, pretende ir por objetivos no cumplidos que generan costos (Reforma del Estado y Educativa y refuerzo para la Ciencia). Además, el sector Ciudadanos del partido Colorado señaló la necesidad de una apertura al gasto y que las negociaciones con el Ejecutivo tienen que ser diferentes a las anteriores. Ratifican el compromiso fiscal, entienden que hay otras prioridades y reclaman negociación Parlamento-Ejecutivo.

Tocar fondo

Por otra parte, En las últimas semanas se han reportado la mayor cantidad de homicidios respecto de cualquier período comparable. El ministro Luis Alberto Heber está obligado a pasar raya y comenzar de nuevo. Nos seguimos ubicando entre los países más violentos de la Región y si para muestra basta un botón, dos sicarios asesinaron a una pareja en presencia de sus hijos menores a la salida de su casa. Ninguna explicación será suficiente, hasta que haya avances concluyentes, en contra de la violencia a medio plazo. Esta violencia está directamente vinculada con otros subsistemas (carcelario, combate a las drogas, personas en situación de calle, asentamientos), sumado a la precariedad de la inserción de los grupos vulnerables en los barrios.

Exceso de confianza

A propósito de lo anterior y en el ámbito de lo propositivo, la ministra de Vivienda, Irene Moreira, con buenas intenciones, comete un error innecesario, afirmando que los asentamientos es un tema “controlable”.

Destacamos que se ponga el tema como prioridad, que lo es, porque de esa forma se cumple dando señales concretas a la opinión púbica y el sistema político, e indica su determinación de que se va ir por la solución de fondo y que se tiene la determinación para encarar el tema buscando una solución global.

Sin embargo, Moreira cae en un arrebato de optimismo, porque la temática sabe que es muy grave y compleja y debe ser consciente que los recursos que va a requerir son varias veces superiores a los que seguramente dispone o cree que dispone.

La temática de los asentamientos está intrinsicamente vinculada a otras áreas (Educación, Justicia, Política Cárcelaria, programas de contención social y transferencias) y los recursos asignados hasta aquí no serán suficientes para cubrir todos los costos, incluyendo los costos ocultos.

Cono de sombra con destellos

Uruguay tiene muchos pendientes, si bien ciertos indicadores nos ubican bien en la comparación internacional. Tienen que ver con con la fortaleza institucional, lo logrado durante décadas y lo mal que la están pasando otros.

Estos indicadores no reflejan otros fenomenos, más domésticos, como la realidad de un país corporativizado, donde se pagan derechos de piso y un Estado que se mira el ombligo, mejorando su eficacia, solo focalizado en su capacidad recaudatoria.

Un pais cada vez más violento con miles de personas viviendo en asentamientos (160.000 en 650) y en la vía pública, en condiciones poco dignas y cárceles en la mismas indecentes condiciones. El Estado no ha querido acompañar la demanda de recursos para evitar esas situaciones y acompañar el crecimiento de la población carcelaria y así nos va.

Uruguay no pesa en el comercio ni en las tendencias globales y está en una situación de debilidad, por falta de estrategia, por tamaño y por errores pasados y actuales y también tiene problemas domésticos que lo condicionan: costo país, mala regulación y baja productividad en ciertos mercados, resultados educativos e integración social malograda.

Es momento de abrir bien las orejas y no de blandir serruchos ni hacer mucho hincapié en fundamentos que son muy discutibles para una economía como la uruguaya en este momento histórico, por la dimensión de las inequidades acumuladas por 40 años. Ejemplo: varios asesores y jerarcas con predicamento en el Gobierno, anterior al 2005 proyectaban recortes de gasto y flexibilización laboral como vehículo para mejorar la competividad y el empleo y se lamentaban por la imposibilidad de atender las demandas sociales acrecentadas por la propia crisis, siendo reaccios a incrementar las acciones proactivas del Estado para compensar dichos impactos, y, contrarios al Impuesto a la Renta.

Obviamente estas ideas no prosperaron, pero el Frente Amplio logró mantener los equilibrios básicos y recuperar el grado de inversión, en el marco de un shock externo positivo, que ya había comenzado antes de 2005, al punto que los precios promedio mostraban un incremento del 50%-100% y una sostenida tendencia al alza.

Existe cierta peligrosa conformidad con la evolución de indicadores globales y el desempeño de sectores dinámicos, algunos de los cuales ya cuentan con tratamiento fiscal especial desde hace 35 años y una confianza exagerada en el arrastre que los sectores lideres de exportación de materias primas pueden provocar; eso seguramente no será suficiente para equiparar condiciones o derramar a otros sectores, corrigiendo desequlibrios e inequidades.

Creemos en la existencia de cierta incapacidad para entender la gran responsabilidad del Estado por tantos años de inoperancia. Del mismo modo se requiere capacidad para entender las prioridades de una sociedad que, al final del día, las convalida por el sentido común de la gente y no por la intuición de los burócratas.

1) Lo han sostenido y repetido la BBC y tantas Agencias de noticias, así como referentes y protagonistas de la vida política desde entonces. La BBC News, Mundo, en parte sostiene que estos fenómenos, sumado a otros, llevaron al poder a corrientes de pensamiento como la de Donald Trump en USA o Bolsonaro en Brasil, o, a otros actores que no se identifican con el statu-quo o son exógenos al Sistema Político, ver Sean Coughlan, 12/en/2017
2) Ver entrevista a de J. Silva a la Directora de Política Económica del MEF, Ec. Marcela Bensión “el Poder Ejecutivo entiende que los recursos que hay para repartir ya se repartieron y no hay espacio para incrementar el gasto, eventualmente podrá haber algún desvío muy marginal de la política fiscal”.
3) Aspiración intramuros o deseo inconfesable, que le dicen.

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JUAN SÁNCHEZresponsabilidad

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