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Mundo del Revés: oneroso, azaroso, discrecional

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Foto: Pixabay

OPINIÓN

El período electoral está llegando a su fin y quizás veamos un antes y un después en el ejercicio del poder, como lo conocimos durante 15 años, con mayorías parlamentarias.

Se trató de un ciclo con positivo entorno externo (salvo crisis en países centrales y la región), recuperación de la demanda interna, tasas de interés y términos de intercambio favorables, aprovechamiento fiscal del ciclo con innovaciones tributarias, luego exacerbado por la voracidad fiscal.

La ilusión se fue

El Ing. Roberto Kreimerman se alejó del FA. Tuve la oportunidad de conocerlo en el ámbito gremial. Destacado jerarca y luego ministro. Participamos en ámbitos de discusión de políticas públicas. Un profesional serio, respetuoso de empresarios y trabajadores y entendió como nadie los problemas del sector empresarial, de la Pyme y de la industria.

Sostuvo “ya no se puede cambiar”, refiriéndose al anuncio de quiénes serán los voceros del FA en ésta área. Agregó “se va a seguir esa línea de continuidad, con la visión de que el país no tiene que pasar por una fase de aporte a la producción, más allá de ciertos incentivos y que después actúe el mercado”.

Estas idea que cuestiona son las que basan la estrategia productiva en ventajas sectoriales originarias (ventajas comparativas y algunas adquiridas). No es nuevo, tienen su correlato en propuestas más ortodoxas de la academia americana en los años ´70 y ´90 y predominante en Agencias Multilaterales en el pasado (Banco Mundial, FMI). Apertura comercial unilateral, menosprecio por los acuerdos regionales, menor intervención del Estado y ponderación de las señales de precios relativos que surgen de los mercados para establecer prioridades sectoriales a largo plazo. A partir de allí, consolidación de una matriz productiva poniendo foco solo en algunos sectores y en algunas cadenas productivas y de servicios (agronegocios, turismo, servicios financieros y empresariales, cadenas logísticas, telecomunicaciones).

Más allá de los problemas, de gestión e implantación de las políticas macro (competitividad, costos internos, regulaciones y tarifas poco competitivas) y más allá de fallas en medidas microeconómicas, hacia allí se dirigió todo el esfuerzo en gestiones posteriores al ex ministro.

Como contrapartida, descuido de industrias que se constituyeron al amparo de los acuerdos regionales e incentivos fiscales y escaso seguimiento de la problemática del sector agroindustrial y Pymes. Muchas empresas se desfasaron en competitividad y endeudamiento, sumado al acrecimiento de los costos sin ningún mecanismo de compensación. El Estado, lejos de mitigar ineficiencias y fallas en los mercados, las acentuó, sumando las propias, para asfixiar a empresas medianas y pequeñas, del comercio, la industria y los servicios pero protegiendo el ecosistema de las empresas públicas y de las grandes empresas.

Causalidad

La matriz energética tuvo mucho más aciertos que errores. No fue casualidad. La referida a la matriz productiva (definición de cadenas productivas prioritarias y decisiones macro y micro que incidieron sobre la dinámica sectorial, el empleo y las modalidades de ahorro e inversión) no tuvieron el mismo desempeño y no fue casualidad, quizás fallas en el diagnóstico o en la implementación.

Tampoco fue casualidad la fijación de tarifas con criterio fiscalista, desvirtuando los objetivos, enjugando ineficiencias y alterando las políticas tarifarias y de inversiones (electricidad, combustibles, agua, comunicaciones) (1). Lo mismo las decisiones sobre políticas monetaria y cambiaria, optando por el abuso de recursos parafiscales para evitar un tipo de cambio y una inflación que quedara fuera de alcance. Se fortaleció el sistema, pero se agregaron costos y endeudamiento.

Minería recaudatoria

En una entrevista que mantuvieron dos periodistas de Radio Sarandí con el Dr. Conrado Ramos, experto en temas de gestión del Estado, se planteó un contrapunto interesante con respecto a la estrategia para una reforma. Por un lado, el planteo integral y global del experto que abarcaba la gestión de los servicios, medición de resultados, creación de comités de control y seguimiento, la reforma del Servicio Civil, la selección e integración de cuadros en forma profesional, la problemática de la proliferación de cargos de confianza, así como el financiamiento de la política. Por su parte los periodistas se enfocaron en al antagonismo simplista de la reformas selectivas (2). El ejemplo: la DGI; pero, puede extenderse a todo el Estado, que destinó mucha energía para extraer recursos de todas las fuentes posibles (3).

Futuro crítico

Uruguay no logró atraer inversión extranjera desde los ´60 (excluyendo parte de los ´70). A partir de allí creció hasta rondar el 6% del PIB a comienzos de la década. Siempre estuvo asociada a mejorar la ecuación del negocio para el empresario, al acceso a mercados regionales y a convenios de protección de inversiones (ley Forestal, canje de deuda por inversión, Ley de Puertos, Zonas Francas, Ley de Promoción de Inversiones, creación de la Comap, reintegros, régimen de origen, AT).

La ganancia de competitividad post 2002 se fue perdiendo dramáticamente en los últimos 15 años a manos de costos internos, tarifas, carga tributaria, ineficiencias y la caída de la productividad. La escala a Uruguay no le da margen para competir en desventaja con países más grandes o competitivos, está necesariamente obligado a compensarlo. Ojalá se advierta.

(1) Estimado en más de U$S 1 billon
(2) La alternativa planteada era focalizar las reformas en ciertas áreas, las más fáciles, argumentos de “prudencia, eficiencia e impacto”, argumentos éstos, no nuevos, de hecho han sido esgrimidos por el statu quo, los grupos corporativos y algunos organismos multilaterales en el pasado
(3) Entrevista al Dr (PHd) Conrado Ramos en Programa Periodístico de Radio Sarandí, 25/09/19 sobre la temática de la Reforma del Estado, realizada por los periodistas Pereira y Ponce de León

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