Los países y empresas de mercados emergentes vendieron algo más de US$ 108.000 millones en bonos en monedas duras en los primeros tres meses del 2015, una baja del 10% frente al nivel del mismo período del año anterior, según cifras de Thomson Reuters publicadas recientemente.

El total es el más bajo para un primer trimestre desde el 2011, porque las empresas rusas y brasileñas, usualmente prolíficos emisores, se han mantenido al margen, en parte por las sanciones occidentales a Moscú ante la crisis en Ucrania y por el escándalo que ha sacudido a la petrolera estatal Petrobras. En América Latina, el crédito se ha hundido por las preocupaciones por Petrobras, la posibilidad de una cesación de pagos de Venezuela y los bajos precios de las materias primas. En tanto, los emisores rusos no han acudido a los mercados internacionales de bonos en lo que va del año, por primera vez desde 2001. Los emisores en los mercados emergentes han conseguido US$ 108.400 millones a través de 137 emisiones, lo que se compara con US$ 122.600 millones en 166 colocaciones en el primer trimestre del 2014, según las cifras.

Las emisiones de bonos soberanos cayeron casi un cuarto a US$ 31.700 millones, mientras que las empresas vendieron US$ 72.500 millones, una baja de 6.700 millones frente al año anterior. Si bien hay fuerte demanda por nuevos bonos y los rendimientos de los papeles del Tesoro de Estados Unidos, están bajo un 2% en el tramo a 10 años. 

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