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Liceos gratuitos de gestión comunitaria

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Instituto público no estatal, en la polémica. Foto: Archivo El País

Un insólito debate sobre las donaciones a liceos gratuitos de gestión comunitaria está llevándose a cabo. Como la enorme mayoría de las discusiones en el mundo, su piedra de toque son dificultades financieras.

En este caso las finanzas del gobierno no están bien y se avizora que el PE no será muy generoso (con el dinero de los habitantes) en el próximo presupuesto. Ante ello se buscan recursos donde los haya, por pequeños que sean y sin mayores evaluaciones.

De hecho, el informe de Rendición de Cuentas 2014 indica que los liceos privados gratuitos —yo los llamaría públicos de gestión no estatal—, recibieron unos $ 100 millones de donaciones para atender sus obligaciones entre las que están la inversión en infraestructura y mobiliario (al ser todos de reciente creación y estar en una etapa de plena expansión), alimentación, uniformes y material de estudio.

Argumentos. Más allá que $ 100 millones son la nada en los $ 59.122 millones que indica el gobierno que gasta en educación y por ende nada cambiarán, lo importante es la discusión conceptual. Quienes desean eliminar este tipo de financiamiento de la educación basan su postura en que asertos tales como: "no es posible que dineros públicos vayan a financiar educación privada (1) (2)", "¡cómo es posible que un privado termine asignando gasto público mediante la decisión de donar!", "el gasto por alumno es muy elevado en estos centros" —erróneamente se habla de 4 veces el costo precipita—, "las experiencias no se pueden generalizar por su costo y los recursos que involucra".

Dejo de lado lo que expresan los dirigentes sindicales de la enseñanza, porque sus posiciones de un tiempo a esta parte han sido tan salvajes e irracionales que, estoy convencido que ninguna de mis maestras y profesores las hubiera suscrito y abrigo la esperanza que tampoco lo hagan la mayoría de los actuales. Desde su oposición a la Reforma Sangrienta Rama, pasando por la "guerra de las bandejas", hasta llegar a los paros "por las dudas" del presente, solamente da pena como se castiga a quienes menos tienen y se fuerza a los padres a hacer sobrehumanos esfuerzos para enviar a sus hijos a establecimientos privados, no necesariamente mejores y seguramente muchos de ellos con menor nivel que los públicos, pero al menos con bastantes más días de clase que, en definitiva, es como se aprende.

Realidad o Ficción.

Los argumentos esgrimidos van desde lo puramente ideológico, pasando por los matemáticamente erróneos y las meras excusas detrás de una concepción que propugna el control y adoctrinamiento social.

Repasemos entonces la argumentación. i) dinero público para educación privada. ¿Es privada la educación o meramente la gestión está fuera del organismo centralizado? La respuesta es clara, es lo segundo. Además, de acuerdo al artículo 69 de la Constitución ya la enseñanza goza de total exoneración impositiva, que es lo mismo que cobrarle los impuestos y luego devolvérselos. Estos centros educativos son gratuitos y brindan un servicio más completo que los del mismo tenor gestionados por ANEE. Al parecer, la permitida y fracasada idea del "organismo central planificador" sigue teniendo adeptos. ii) se privatiza la enseñanza. Nunca entendí esta idea. La enseñanza se financia o bien con impuestos generales o por los padres de los alumnos. Lo importante realmente es que sea de calidad, llegue a todos y, especialmente, de manera gratuita a la mayor porción posible de la población. La forma de organizar el dictado de cursos es meramente instrumental, pero es obvio que unidades más pequeñas brindan un mejor y más personalizado servicio. Sí entiendo que con dineros públicos (de todos) la laicidad en todo su sentido, incluyendo el político, es fundamental, porque de lo contrario se estaría obligando a las personas a financiar algo que no comparten. iii) Un privado termina asignando gasto público. Desde una óptica de eficiencia social del gasto, si se pudiera hacer en todos los ámbitos, sería el mejor de los mecanismos, (es como si los interesados votaran gasto a gasto como hacerlo), quien aporta el dinero controla de cerca los resultados, en este caso académicos. Pregunto, si la enseñanza, la salud y seguridad pública, fueran adecuadas ¿alguien pagaría por servicios privados, además de lo ya hecho mediante impuestos? He leído la rendición de cuentas del Liceo Impulso que es pública y existe un preciso detalle de actividades, rendimiento del alumnado, deserción, repetición y otras tantas cosas. Los resultados son mucho mejores que los de los centros gestionados por el codicien y, ni que decir si los comparamos con los del barrio en que está inmerso. iv) Costo 4 veces superior. He aquí un error matemático. ¿Cómo debemos medir el costo por alumno? ¿Gasto total sobre alumnos inscriptos o gasto total sobre horas totales de clase efectiva recibida por los estudiantes, donde se toma la real asistencia de los alumnos al centro, dejando de lado las deserciones? La comparación debemos hacerla de manera homogénea. No es justo comparar un servicio de 4 horas sin materiales, alimentación y vestimenta, con otro de 8 o 9 horas que incluye todo eso más horas de refuerzo educativo y verano. ¿Cuánto deben gastar los padres es estos servicios que habría que sumar al costo del alumno en el liceo dirigido por el Estado?

En el informe sobre gasto en educación, ieeuy2014.ineed.edu.uy, se indica que el gasto por alumnos en la enseñanza media en 2012, a precios del 13, ascendió a $ 51.960. Se cuentan los inscriptos y no asistentes reales, quienes disminuyen a lo largo del año por la alta deserción y repetición. Si tomamos ese valor actualizado y lo dividimos por la cantidad teórica de horas de clase (omito los paros y las frecuentas faltas de los profesores), arrojaría un costo de $ 89 por alumno por hora de clase. Tomando de su memoria los datos de Impulso referente a la cantidad de alumnos y horas de clase curriculares y refuerzo aprendizaje, dejo fuera las de verano, encuentro que el costo por hora es de unos $ 81, ¡10% más barato que el oficial! A su vez, la "corta edad" de los liceos privados gratuitos hace que el número de alumnos sea menor al óptimo, de hecho aún no hay 4º año en ninguno —será en 2016 si mal no entiendo— siendo el primer grupo de 4º año en todo Casavalle donde no hay liceos públicos que dicten esos cursos, directamente porque no hay alumnos que lleguen, de donde las actuales erogaciones per-cápita seguramente son superiores a las que habrá cuando los proyectos estén maduros.

v) No se puede generalizar. Entiendo que este argumento es correcto y lo dejé para el final a propósito porque siendo cierto, no es necesario abarcar el 100%, alcanza con que existan algunos en las zonas más críticas —en Casavalle son dos por el momento—, para que esos niños tengan reales posibilidades de crecer y cruzar el umbral de la pobreza endémica. A su vez, estoy convencido que la competencia comenzaría a hacer su trabajo y el resto de los liceos gratuitos bajo administración pública mejorarían sensiblemente.

Calidad.

Para finalizar, el costo es siempre una limitante, pero lo más importante es la calidad que se mide por resultados. Si algo cuesta más dinero y el producto final es el mismo, podemos decir es más caro ahora, si el resultado final es diferente hay que considerar otras cosas. La memoria del Liceo Impulso muestra que prácticamente no existe la deserción, y la repetición es de 3%. A su vez, los rendimientos en matemáticas, idiomas, ciencias y otras áreas, medidas por pruebas objetivas son muy buenos y muestran la evolución de los alumnos. Nadie fue estigmatizado por sus malos primeros resultados. El ingreso al Liceo es por sorteo de inscriptos, sin selección.

Las cifras oficiales indican que el promedio del primer ciclo de enseñanza media (lo comparable) estos dos hechos abarcan el 32% del alumnado y, en Casavalle la deserción en primer año de liceo, supera el 50%. A nivel global, menos de 4 de cada 10 adolescentes egresan de la enseñanza media en todo el país. Mejor no comparemos con el mundo.

Si se quiere una prueba de calidad y que la gente por sí sola sabe diferenciar, he aquí un dato que me parece clave. Del total de potenciales alumnos que ingresan al liceo en Casavalle, aplican a los liceos Impulso y Jubilar entre 50 y 60%. ¿Los padres son todos bobos que no entienden nada? ¿Están todos engañados?

Reflexionemos entre todos y no hagamos gárgaras con discursos grandilocuentes, sino ciertamente busquemos lo mejor para las generaciones que nos sucederán. De lo contrario el futuro será muy penoso.

(1) De hecho la donación del privado en sí es de $ 18,75 por cada 100 que ingresan al centro, ya que el resto es deducible de impuestos.

(2) El total de las donaciones por el mecanismo descrito llega a $ 300 millones, incluyendo diversos objetivos, entre los que están los clubes deportivos. Fundaciones y la propia ANEP.

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Instituto público no estatal, en la polémica. Foto: Archivo El País

ISAAC ALFIE

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