OPINIÓN
Desde que tengo recuerdo, poco y mal hemos sabido cuidar nuestra alicaída industria manufacturera.
Son más los picos bajos de la actividad de la industria con los cuales nos ha tocado convivir, que con los altos; y periódicamente enfrentamos cierre de empresas y pérdida de empleos. Botón de esta muestra fueron los datos dados a conocer días atrás: en el tercer trimestre de 2018, su Índice de Volumen Físico registró una caída del 2,9% respecto a igual período del año anterior y la del empleo fue de un 3,3%.
Tal cual una serie de Netflix, hace ya varias temporadas que estamos a la espera del capítulo en el que se comienzan a revertir los conocidos déficit vinculados con su inserción internacional, competitividad y escasa capacidad de innovación. Los sinsabores que uno padece a través de esta historia son resultado de tener claro cuán relevante podría llegar a ser para nuestro PIB y el empleo si la industria alcanzara un posicionamiento más estratégico. En esto último se inscribe su potencialidad de conformar encadenamientos productivos, así como desarrollar múltiples servicios: logísticos y profesionales.
Encarar semejante lío -tal cual lo han demostrado los países exitosamente industrializadosu2013 exige alianzas que articulen el interés público y privado en torno a objetivos comunes. En esta línea, desde esa grisácea cantera que conforma hoy nuestro tramado industrial, parece brillar una prometedora gema: el Programa u201cImpulsa Industriau201d que han acordado llevar a cabo la Cámara de Industrias del Uruguay y el Inefop, que está orientado a fomentar la innovación en las empresas y promover la articulación sectorial.
Según los empresarios, que fueron consultados previamente a la formulación de ese Programa, los problemas que limitan la innovación en la industria se reducen a cuatro:
u2022tNo disponer de espacios de cooperación inter empresarial que favorezcan la I+D+I y su articulación con el sistema nacional de innovación.
u2022tLa dificultad de acceder a información sobre los instrumentos y oportunidades existentes.
u2022tDéficit de capital humano en todos los niveles.
u2022tNo contar con un mercado más ampliado que justifique la inversión y a esto se suman las escasas oportunidades de financiamiento que existen.
Asimismo, estos empresarios valoraron especialmente tener la oportunidad de generar capacidades internas en sus empresas para la innovación, a partir de capital humano técnico profesional y la optimización en su acceso a redes empresariales e instancias de cooperación; todo ello enmarcado en una gestión coherente y estratégica.
Mediante una inteligente vinculación entre los ámbitos de investigación, de emprendimiento y servicios a las empresas Impulsa Industria se propone:
u2022tDesarrollar capacidades para la innovación sistemática;
u2022tGenerar proyectos bajo un modelo de innovación abierta;
u2022tPotenciar la digitalización de las empresas y
u2022tConstruir, en diferentes ramas industriales, encadenamientos virtuosos que integren estratégicamente la innovación, la gestión y la exportación.
Durante los dos próximo años, a través de una inversión de más de U$S 1.500.000, un total de 1.200 emprendimientos tendrán la oportunidad de interactuar, acceder a redes e instancias de capacitación para el desarrollo de calificaciones; también asistencia técnica para la mejora de gestión y actualización tecnológica.
Actividades muy concretas se han ordenado en una hoja de ruta que dará vida a:
i.tUna aceleradora de empresas industriales orientada a:
- La generación de mecanismos para la captación de Pymes y emprendimientos industriales
- La capacitación a estos emprendimientos, Pymes e inversionistas industriales
- El desarrollo de métodos para gestionar un portafolio de Pymes y de dueños de capital de riesgo. A su vez, el diseño de metodologías de vinculación e interacción entre unos y otros.
ii.tCélulas de innovación que permitirán:
- Construir espacios de intercambio entre los diferentes actores que conforman el ecosistema de innovación industrial;
- Generar un ámbito donde la Pymes junto a otros actores puedan desarrollar proyectos conjuntos y acceder a servicios que mejoren su competitividad.
iii.tUna gestión de la innovación para:
- Sensibilizar y capacitar empresas a fin de promover procesos sistemáticos de innovación.
- Generar capacidades endógenas para gestionar la innovación.
iv.tUn proceso de transformación digital:
- A partir del análisis de los procesos pasibles de digitalización.
- Brindar soluciones tecnológicas de aplicación al sector industrial
La envergadura y pertinencia de esta propuesta compromete resultados muy bienvenidos, sin embargo en el actual contexto económico productivo se disparan dos inquietudes:
i.tLa transformación digital implica cambiar la cultura corporativa y asumir las tecnologías para liderar el escenario en el que se compite. Esta transición indudablemente creará mayor valor, pero también exige actitud colaborativa entre los implicados y conlleva un nuevo modelo de negocios.
ii.tLos costos salariales siguen siendo altos; el nivel de regulación existente provoca incertidumbres y eso contrae la inversión.
Generar consensos en torno a estos dos últimos puntos no sólo facilitaría un salto cualitativo para la competitividad sino también, mejores condiciones para asumir la innovación como estrategia.